More than friends |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧

Cuarenta y cuatro

                Yuseol;

—Tú también me gustas —digo y estoy nerviosa por confesárselo en voz alta. Él voltea su rostro hacia mí mirándome y añado:—. También me gustas mucho –y en ese mismo momento los petardos se disparan provocando fuegos artificiales en el cielo iluminando ampliamente el lugar y reflejando aquellos diferentes colores sobre nosotros.

Él sigue mirándome con intensidad luego de confesarle lo anterior y quiero desaparecer de lo nerviosa y tímida que me siento ante su mirada fija. Dejo de mirarlo, observando los fuegos artificiales que siguen formándose en el cielo y aunque intento ignorarlo no puedo porque sigo sintiendo su mirada sobre mí.

—Deja de mirarme —pido y presiono mis labios nerviosa.

—No quiero.

Suspiro fuertemente y miro levemente hacia él encontrando su mirada sobre mí.

—En serio, para —lo empujo pero aprovecha y toma mi mano acercándome a su cuerpo.

Él sigue mirándome fijamente e intento sostenerle la mirada pero realmente es difícil por lo avergonzada que me siento.

—¿Podrías repetirlo? No estaba preparado.

—Oye...

—Solo una vez —pide mirándome fijamente ¿y cómo negarme a esos bonitos y tan encantadores ojos? Suspiro, me preparo y lo pronuncio una vez más mirándolo a pesar de que los nervios me consumen.

—Dije que también me gustabas mucho.

—¿Otra vez?

—No, ¿quieres que me muera de vergüenza? —respondo sintiendo mi rostro arder y lo empujo sin ser brusca alejándome y comenzando a caminar con ganas de que todo el sonrojo que tenía en mi cara desapareciera.

Pero antes que diera más de cinco pasos, Jungkook ya había llegado hasta mí abrazándome por la espalda deteniéndome con sus brazos y apoyando su cabeza suavemente al lado de la mía.

—¿Sabes cuanto tiempo he estado esperando para escuchar esto? —pregunta con su boca cerca de mi oído.

—Lo sé. Y lo siento... —confieso honestamente—. Siento haberme dado cuenta tan tarde. Yo... realmente tengo tantos sentimientos por tí –murmuro–. Pero no creo que merezca tu amor o mucho menos gustar de ti. Hemos sido amigos por más de nueve años, he sido indecisa, he pensado mucho las cosas, te he hecho daño, te he alejado de mi y-

—¿Quieres que te diga algo? —me interrumpe antes de que continuara y ejerce un poco más de fuerza (sin ser brusco y sin lastimarme) en el abrazo apegándome más a su cuerpo—. Yo te amo, Yuseol. No te imaginas cuanto.

Lo miro cuando dice eso, pero antes que pudiera responderle él se inclinó hacia mí uniendo sus labios con los míos en un pequeño y corto beso. Se alejó aún mirándome y me dedica una corta sonrisa.

—No me importa nada de lo que haya pasado antes de este momento. Quiero pensar en ti y en mí a partir de ahora. Es decir... —presiona sus labios un poco temeroso—, si puedo pensar en un nosotros.

Lo sigo mirando y me volteo totalmente hacia él estando ambos de frente.

—Puedes —respondo—. Puedes pensar en un nosotros.

Y sin mencionar otra palabra el acuna esta vez mi rostro volviéndome a besar; esta vez dando un beso más largo. Un beso al que no quise negarme a responder cuando era lo que realmente quería.

En el momento en que me besó mi cabeza quedó en blanco. Como si todos los pensamientos se hubiesen borrado. Como si lo en lo único que pudiera pensar en este momento era en él y el beso que me estaba dando.