More than friends |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧

Veinticuatro

                     Yuseol;

Jin deja caer el cuerpo de Jungkook sobre el colchón y este ni siquiera se inmuta. Le quito los zapatos, y muevo sus piernas hacia dentro de la cama acomodándolo mejor. Kook solo se acurruca más y alcanzo una sábana para extenderla sobre su cuerpo. Jin solo me mira y yo me encargo de acomodar bien la sábana encima de él.

—Sé que es complicado pero si te despertaras a media noche ven a verlo; suele darle mucho frío cuando duerme. —Comento y organizo bien la sábana alrededor de Kook pareciendo él una bolita bajo esta—. Ah, tengo una idea: ¿Y si duermes a su lado? Si se quitara la sábana puedes ponérsela de nuevo. No quiero que le de frío.

—Sí, niñera de Jungkook.

—Solo te explico para que sepas.

—Claro... —alarga la palabra como si insinuara algo y lo miro sin entender el tono utilizado.

—¿Qué? —pregunto.

—Yo no he dicho nada —se excusa y asiento sin insistir pero no convencida. Dejo ir un suspiro.

—Debería quedarme con él ¿verdad? Tal vez se levanta a media noche y vomita. Posiblemente se sienta mal.

—Yo me quedaré con él —responde Jin—. No te preocupes, yo lo cuidaré. Así que vete, tu novio te debe estar esperando en la sala.

—¿De verdad está bien para ti?

—Jungkook es amigo mío también, ¿recuerdas? Anda, vete —me toma de los hombros empujándome.

—Antes —me separo para mirarlo—, me vas a contar que hacías en esa fiesta de celebridades ¿cierto?

—Tal vez.

—¿Tal vez?

—Vete ya, Yuseol —me empuja y cierra la puerta en mi cara.

Hago una mueca a la puerta que en realidad era para él y me dirijo a la sala donde exactamente estaba Jimin sentado en uno de los sofás. Nos miramos y él se levanta para acercarse a mí.

—¿Todo bien?

—Sí. Jin se va a quedar con él.

—Está bien. Te llevo a casa entonces.

Asentí.

Minutos después, Jimin detuvo su auto frente a mi edificio y suspiro quitándome el cinturón para girarme un poco hacia él y mirarlo.

—Lo siento.

—¿Por qué? —me mira sin comprender.

—Es que salimos muy temprano de la fiesta, y era nuestra primera cita por decirlo de alguna manera. Siento haberlo arruinado.

—No arruinaste nada, Yuseol —me sonríe dulcemente—. La pasé muy bien hoy, de verdad.

—No lo estás diciendo para que no me sienta mal, ¿verdad?

Dejó escapar una bonita sonrisa mostrando su dientecito sobresalido. Humedeció sus labios analizándome.

—Si soy sincero, aún falta algo para que la noche realmente sea perfecta.

—¿Que cosa?

Me mira fijamente, se deshace de su cinturón de seguridad y se acerca a mí, acercando nuestros rostros y teniendo sus labios cerca de los míos.

—Esto —reduce el pequeño espacio y me besa.

Apoyé mis manos sobre sus mejillas y respondí a su beso que incluyó lengua. Me acerca un poco más a él a pesar de que ciertas cosas en el auto nos incomodan, rodea con una de sus manos mi cintura y acaricia mi pelo con la otra. Y en el interior silencioso del auto lo único que se escuchan son nuestros labios separarse para tomar un poco de aire y volver a unirse. Me besa lento, con cariño. Muerde mi labio inferior de forma lenta al separarse y me sonríe.