More than friends |𝐉𝐮𝐧𝐠𝐤𝐨𝐨𝐤, 𝐉𝐢𝐦𝐢𝐧

Veintiséis

                    Yuseol;

—Lo siento pero nosotros no pedimos eso —me analiza la chica que estaba sentada frente a la mesa con su pareja.

—¿Oh? ¿De verdad?

—Lo siento mucho, traeré su orden de inmediato —es Seokjin quién aparece y toma lo que había servido—. Esperame en la cocina –me susurra como regaño.

Suspiro y me dirijo hacia donde me había ordenado. Cruzo mis brazos y él no tarda en venir a donde estaba para mirarme con seriedad.

—Es la tercera vez que te equivocas, Yuseol. ¿Puedo saber que te pasa?

—Lo siento, tengo la cabeza en otro lado —murmuro.

—Claro, de eso ya me doy cuenta. Tómate el día libre, no voy a seguir teniéndote aquí así. En la casa hablamos.

En el fondo le agradezco porque la verdad, no tenía ganas de trabajar. Me quito el uniforme volviendo a ponerme mi ropa anterior, salgo del restaurante y suelto mi pelo colocando los mechones de este detrás de mis orejas. Saco mi celular y reviso los mensajes que le había enviado a Jungkook pidiéndole que habláramos, pero ninguno había sido leído. Ni siquiera los había revisado. Y esa era la razón del porque estaba tan distraída ahora.

Su respectivo enojo y las palabras tan enfadadas que me había dicho en el estudio me habían puesto mal por alguna razón. Y lo peor de todo, era que pensara que lo que había dicho no me había importado. ¿Cómo iba a decir eso? Ni siquiera pude estar con Jimin porque no dejaba de pensar en él ¡y todo en mi cuarto tenía su esencia! Suspiro guardando el celular y decido dejar que se le pase un poco. A lo mejor cuando dejara de estar enfadado hablábamos de nuevo. O realmente eso esperaba...

Entro a mi habitación dejando mis cosas sobre una de las sillas, me cambio y decido recoger todo lo sucio para llevar a la lavandería. Separo cada prenda una vez estoy en el lugar y luego enciendo la lavadora para comenzar a lavar lo que llevé. Me siento en uno de los bancos de allí, y mientras la ropa da vueltas tras el cristal, saco mi celular nuevamente esta vez comprobando el dinero en mi cuenta.

Suspiré. Faltaba tanto para  poder comprar el departamento que quería para vivir con mi madre. Habían otras cosas que quería comprar: como un auto, por ejemplo. Pero todavía no podía darme ese gusto. Primero era el departamento, luego podría comprar lo demás.

【...】

Jin no iba a venir hasta la noche y yo estaba sola en mi cuarto mirando fijamente el techo y esperando que Jungkook se dignara a responderme, pero a veces era tan orgulloso que no podía ir en contra de este. No aguantaba estar de esta forma pero supongo que debía darle su espacio. Mi celular suena y lo tomo en seguida con la esperanza de que fuese él, pero me desanimo totalmente al ver que no, no lo era.

Aun así me sentí bien porque el mensaje era de parte de Jimin.

Jiminie 💕
Estás en el restaurante?

No. Estoy en casa.

Jiminie 💕
Es tu día libre?

No me sentía bien así que Jin me dejó descansar. Por qué?

Jiminie 💕
Quería pasar a verte. Te duele algo? Puedo llevarte cualquier cosa si lo necesitas.

Solo tráete a ti mismo; es suficiente ;)

Jiminie 💕
Quieres algo de comer? Compraré de camino.

Suchi?

Jiminie 💕
Vale, llego en unos minutos.

Y decidí prepararme y cambiar un poco mi apariencia y tratar de mejorar mi estado de ánimo para recibir a Jimin. Unos veinte minutos después, la puerta sonaba y abrí esta encontrándolo a él que me dedica una sonrisa y muestra un bolso en el que deducí de inmediato que estaba la comida japonesa.

—¿Alguién pidió suchi?

—Pasa —sonrío y me besa la mejilla dulcemente antes de ponerse unas de las pantuflas y entrar por completo al depa.

—Me preocupé cuando me dijiste que no te sentías bien. ¿Que te pasa?

—No te preocupes, no es nada grave. No hablemos de eso ahora. Vamos a comer, me muero de hambre —lo tomo del brazo llevándolo a la cocina.

Decidí poner una película divertida y mientras comíamos del suchi veíamos esta; ambos sentados en el sofá mientras mi cabeza reposaba sobre el pecho de Jimin y mi atención estaba enfocada en la pantalla de la televisión aunque realmente atención, atención no le estaba dando al rodaje.

Sí, seguía pensando en Jungkook.

No podía creer, de verdad se me hacía prácticamente imposible que nuestra relación estuviese pasando por un momento como este. Desde que conocía a Kook jamás, habíamos estado de esta forma. Es decir, si que teníamos nuestras peleas pero eran tan absurdas que ya a los diez minutos éramos par de repugnantes uno con el otro. Pero esta vez no era así, esta vez era en serio. Y trataba un tema demasiado delicado; además temía por nuestra relación. No podría irse a la mierda ¿verdad? Al menos debíamos tener alguna conversación, no sé. Esto me estaba volviendo loca...

—¿Te gustó?

—¿Eh? —reacciono y miro a Jimin algo perdida. Me analiza curioso y un poco divertido.

—La película —explica—. ¿Te gustó?

—Oh, sí, algo —musito.

—No la viste ¿verdad?

—Sí, sí la vi —digo en seguida y él me analiza, sin creerme. Suspiro avergonzada—. Lo siento, no le presté atención.

—Me dices que está todo bien y que no es nada grave pero te veo de esta forma y no es lo que parece. ¿Me quieres contar que es lo que ocurre?

Me mira inquisitivo esperando una respuesta de mi parte que en el fondo no sé si contestarle con sinceridad. De alguna manera era un poco complicado. Aprieto mis labios.

—Tuve una pelea con Jungkook.

—¿Puedo saber a causa de qué?

¿Y cómo le decía que se debió prácticamente al hecho de que él y yo éramos novios? De que le gustaba a mi amigo y que se había enfadado por al parecer, la noticia de nuestra relación. Aunque por alguna razón sentía que había algo más a parte de eso.

—No sé si-

—Está bien, no me digas —suspira—. Son amigos, tienen sus secretos y está bien no pasa nada. Pero no me gusta verte así, en serio ¿que está mal con Jeon? Ya van dos veces que te noto mal a causa de él. Es tu amigo, pero ¿por qué siempre te pone de esa manera? Me cuesta mucho ser tolerante, créeme.

—Lo siento ¿si? —lo miro apenada—. Quiero estar contigo y que estemos bien y acabo de arruinarlo, disculpa.

—No te disculpes. De hecho, quiero que sepas que soy tu novio Yuseol pero quiero también ser alguién con el que tengas la suficiente confianza para abrirte y contar todo lo que quieras. Así que cada vez que te sientas mal, habla conmigo o llámame. Mientras esté cerca y pueda, vendré a ti ¿está bien?

Lo miro y solo respondo a sus palabras mediante un abrazo.

—Gracias...

—Me gustas mucho, lo sabes. Solo quiero que estés bien.