¡Los amigos no se besan! Style (STANxKYLE)

006

—Yo creo que si le gusta—dijo, pasando la página y fingiendo que leía cuando en realidad su mente rondaba en otras cosas.

El contrario alzó una ceja, despeinando su cabello.

—Supongo que tienes razón—afirma, bostezando—Quiero decir, se separó de Wendy y ahora está con Kyle—rememora—¿También crees que estarán toda su vida juntos, no?

Eric asiente vagamente, cerrando el libro; palpo su vestimenta, haciendo un esfuerzo para pensar que esos dos no estaban remotamente locos con la estupidez que hacían.

—Seguramente será como esas típicas películas clichés donde alguien se interpone y uno de ellos se enamora, y, su amor es algo así como imposible—Kenny ríe al escuchar la idea de él.

—¡Eso es una idiotez! Pero, estaría genial ver eso.

El castaño hace una mueca de disgusto, pasando su mirada a la puerta.

—Na, no quiero ver como sufren. Lo mejor sería que Kahl le dijese sus sentimientos y no sufra más con lo que hace junto a Stan.

—Buen punto. Sólo que será difícil hacer que Kyle acepte lo que dices.

Ambos sabían que todo lo que decían iba a ser imposible, el pelirrojo no iba a ceder tan rápido con eso.

—Ya se darán cuenta de lo que sienten—finaliza Eric, guardando sus libros en la mochila, la silla hace un chirrido cuando se levanta. El rubio imitó su acción—Y si no lo hacen. Juro por mi mamá que haré lo posible para que esos dos dejen este juego donde todos estamos involucrados.

—O sea que, ¿hablarás con ambos?—duda, poniendo la tira de su mochila en su hombro.

—Ajá.

Kenny sonríe maliciosamente, quería ver la reacción y todo lo que su mejor amigo hiciera, claro, en algunas cosas le gustaba ser parte y disfrutar, en otras, no tanto. Caminaron hasta el patio.

A los lejos vieron a los reyes de Roma, compartieron miradas, yendo hasta ellos, los cuales estaban tomados de la mano mientras hablaban.

—Hola, par de idiotas—saluda Cartman. Tirando la mochila en el regazo de Stan.

—¿Qué mierda te pasa, culón?—vaciló el judío.

—No te importa, Kahl—mintió con éxito. Porque Kenny sabía que el problema eran sus amigos con su forma de demostrar que se querían.

Kyle lo fulmino con la mirada. El timbre suena, anunciando que debían volver a clases. Cartman se acerca al rubio y le susurra:

—Ya sabes que hacer, no lo olvides.

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Había terminado el ejercicio, ayudó a su amigo para que entendiera las cosas que tenía que hacer y una vez hecho, él también terminó. El profesor se va, todos entierran el silencio y comienza a hacer desastre.

Escucho el llamado de Kenny a su lado.

—Hola, Kyle—a través de su parca, divisó una sonrisa.

—¿Hola? Kenny, ya nos vimos hoy y me saludaste—suspira.

—Ya lo sé, no soy tonto. El caso es que, quiero preguntarte algo—Kyle hizo un ademán para que siguiera—; ¿A ti te gusta Stan? ¿O sólo estás con él por su propuesta?

El pelirrojo miró hacia otro lado. La verdad era que, las dos cosas eran válidas. Le gustaba su mejor amigo y a la vez fue por su propuesta. Trago en seco, encaró al chico.

—Es por ambas—murmura—No sé cómo decirle lo que siento.

Kenny finge sorprenderse; de hecho, no era una novedad para él, se daba cuenta al instante cuando a una persona le gustaba alguien. Puso una mano en su hombro.

—Sabes que puedes confiar en mí. Si me necesitas, aquí estaré. No sólo pienso en fiesta y sexo, ¿entiendes?—asiente, agachando levemente la cabeza.

—Gracias—es lo único que responde.

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Lo siguiente que Eric tenía que hacer, era preguntarle -sin sospechas- a su amigo si le gustaba el judío o simplemente estaba jugando. Si se enteraba que era lo contrario, iba a asesinar al pelinegro.

Escribió unas palabras en una hoja y después se acercó a Stanley, aclaró su garganta, dispuesto a saber la verdad. El contrario estaba dibujando algunos garabatos en la carpeta, se le nota aburrido.

—Hey, Marsh. ¿Qué mierda te pasa?—cuestiona, atrayendo al mundo real al chico.

—Ya dime que es lo que quieres, gordo—suelta sin más.

El de huesos anchos refunfuño, no se lo haría tan fácil a esto.

—Quiero saber. ¿Te gusta Kyle? ¿O todavía te gusta Wendy?—Trato de sonar confundido, y así fue.

Marsh frunce los labios, arqueando una ceja.

—¿A qué viene eso? Digo, no todos los días haces ese tipo de preguntas—ríe—Seguro Heidi te hizo algún tipo de brujería—Cartman frunció mucho el ceño, golpeando al otro.

—¡Eso no viene al caso!—maldijo—Ya deja de reírte, imbécil. Responde mi pregunta.

—Bien, bien. Si te soy sincero—cuando Stan quiso responderle. Alguien irrumpe la conversación.

Cartman maldijo para sus adentros, al ver a Craig ahí parado.

—Marsh. ¿Vas a venir a casa o no? Porque tengo que hablar contigo y es urgente—habló seriamente. El de ojos azules se sorprendió.

—Ah, ¿si? Claro, iré. Espero no sea nada malo, ¿verdad?

—Si tú lo dices. Ven, vamos. Hoy salimos temprano.

—Oh, eso explica porque el profesor Mackey se fue—tomó sus cosas no si antes despedirse de Eric—Nos vemos, culón.

El chico de sobrepeso apretó los puños. "¡Maldita seas, Tucker!" Pensó con furia. Él también se fue, buscando a Kenny.

El rubio estaba acompañado de Kyle. Con brusquedad, lo apartó, llevando a su mejor amigo a uno de los salones.

—¡Cartman! Idiota me asustaste. Okay, ¿cómo te fue con-

—¡Fucker lo estropeó todo! Agh, carajo—tallo sus ojos, moviéndose de un lado a otro—Salió todo mal, el plan se fue a la jodida mierda.

—Vale, pero, ¿cómo qué Craig lo estropeó?—indaga, asomándose un poco más al contrario.

—Bien, te lo contaré todo, solo que tendremos que cambiar de planes.

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¡Buenas, buenas! Volví por enésima vez(?)

Hoy es el cumpleaños de mi querido hermano y mi hermana (en realidad, es mi prima, pero, la considero como una jaja").

No estaré actualizando estos días, creo.

¡Adiós!