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Estaban sentados frente a frente, en la cafetería de Tweek, su corazón latía a más no poder, tenía miedo de lo que sea que Craig le dijera.

Ahora bien, todo eso fue opacado por recordar la pregunta un tanto incómoda de Eric, ¿a que venía eso? ¿Quizás el otro pelinegro también quería saber?

—No lo haré tan largo. Ayer un chico preguntó por ti, dijo que era tu amigo o una mierda así—murmuró dándole un sorbo a su café.

—Aah, ya, pero, ¿quién es? Al menos dime si le preguntaste como se llamaba—el de ojos miel asiente.

—Obviamente, idiota—susurra lo último—Se llamaba Gary ¿Harrison?—titubeó.

Algo en la mente de Stan hizo clic. ¡Recordaba a ese chico! Era un rubio de una familia mormón. Había odiado con toda su alma ese día en el que su padre hizo que todos fueran mormones. Sonríe.

—¡Lo conozco! Fue mi amigo. Recuerdo que Eric se burlaba diciendo que éramos novios—río de tan solo acordarse—¿Dónde lo viste?

—En "Wallmart". Dijo que quiere verte.

—¡Genial! Me gustaría volver a verlo. No tengo idea de por qué.

—Si, bueno—vaciló Craig—No importa, ¿irás ahora?

Stan le dijo que sí. Agarró sus cosas, se despidió de su amigo. Fue hasta el Wallmart.

De hecho, no sabía como presentarse ante el chico que vio tan sólo unos días y jamás lo volvió a ver después de mandarlo a la mierda. Tal vez quería reparar esa grieta que pensó que estaba curada.

Ingresó al lugar, pasando su mirada por los cajeros, solo uno se encontraba sin hacer nada. Se acercó, la chapa del chico decía: Gary. Solamente que no sabía si era o no.

—Disculpa. ¿Tú eres Gary Harrison?—murmura avergonzado.

Atrapó la atención del contrario. Éste formó una sonrisa en su pequeño rostro sonrojado.

—¡Stanley Marsh! Que bueno verte otra vez, amigo—dijo alegremente el rubio. Se levanta, rodeandolo con sus brazos delgados—Pensé que no te volvería a encontrar en algún sitio.

El pelinegro se sonrojó.

Corresponde su cálido abrazo, el ambiente ya no es tan incómodo como pensó en un principio. Gary plantó un beso en su mejilla, se separa, estando a centímetros. Stan se siente cada vez más nervioso ante todo lo que le pasaba a él.

—¡Lo siento, Stanley! Olvidé que tú tienes pareja—espetó con inocencia en su rostro.

—O-oh, no, no, en realidad no somos pareja. Sólo estamos fingiendo—declaró, llevando una mano a su mejilla.

—Ya veo—susurra—¿Y tu novia? En el campus hablaban de que ella y tú terminaron después de dos años.

—Ah, eso. La verdad las cosas ya no eran como antes.

El silencio sepulcral se une a ambos. Los chirridos de las máquinas se oyen a lo lejos. Quizás podría aprovechar todo eso para invitarlo a salir; como amigos, claro.

—¿Qué tal si salimos uno de estos días?—propone Gary, aún con una sonrisa medio infantil—Podrías llevar a Kyle. ¡Oh mejor aún! Vamos a una fiesta, y podrías invitar a tus amigos.

—No estaría tan mal. Está noche, ¿te parece?

—¡Si!—el rubio saco un papel y empezó a anotar algo, después, se lo entregó—Ese es mi número de teléfono, así nos mantenemos en contacto.

Stanley luce sorprende, asintiendo a las palabras del más bajo.

—Claro. Entonces, ¡nos vemos está noche!

Ambos con miradas en las nubes, se despiden. ¿Podría ser que todo saliera bien? ¿O mal?

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Intento fallido de capítulo.

Disculpen, mi cabeza anda en otra parte.

¡Adiós!

¡Los amigos no se besan! Style (STANxKYLE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora