¡Los amigos no se besan! Style (STANxKYLE)

013

La escena que presenciaba no era más que aburrida y sin sentido. Todo conllevaba a un plan mejorado, aunque, ni siquiera era una especie de plan, sólo eran ideas vagas saliendo de la boca de todos, pero su mente estaba distraída, pensando en otra cosa, creyendo que la había liado tan horrible con la persona que compartió momentos, incluso sintió un estrago de volver a recordar lo que le dijo.

Quizás Kyle la debía de estar pasándola mal ahora, de hecho, eso tenía una gran obviedad que no hacía falta pensarlo.

Todo había pasado tan rápido, que no creía que ahora estuvieran así, lejos uno del otro, sin tan solo fuera fácil volver al pasado y haberle dicho de una sola vez lo que quería transmitir, no estarían de esta forma.

Y es ahí cuando una idea pasa por su cabeza. Iría a hablarle, no importa cuanto costara aquello, le explicaría lo que sucedió, y, el porque había dicho tales palabras.

Tal vez no era la mejor forma de aclarar la situación, pero, es que no podía estar así con quien era su amigo, o algo más. 

No tenía que pensar en el algo más aún era demasiado temprano para eso...

—Hey, Stan—dijo un chico rubio, el que reconoció como Butters. Éste lo miraba con una cara apenada. 

El mencionado se levantó de la silla al darse cuenta que ya todos se habían ido de la sala. 

—¿Qué pasó?—inquirió, tomando su chaqueta. 

El pequeño lo siguió rápidamente.

—Oh, no mucho. Dijeron que lo mejor era que hablaras con Kyle, en unos días, claro—relata, sacando un dulce de su bolsillo—Kenny va a convencer a tu amigo para que se vean, no recuerdo cuando, pero, tú estarás allí, esperando a Kyle.

Frunce un poco el ceño, agradecía la ayuda de sus amigos, pero que ya tuvieran todo planeado hacía que pensara que se hace pequeño, como si fueran sus padres decidiendo su vida. Suspiró, se despidió del menor, yendo directo a ver a Shelly, a quien podría pedirle un par de consejos sobre que hacer.

Después de todo, a ella le pasó más de dos veces.

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—Ya decía yo que ese chico era una mala influencia para ti, Kyle—habló Sheila mirando seriamente a su hijo mayor.

Había decidido volver, porque por como estaban las cosas, no podría dejar por mucho tiempo a Ike con él. Y al escuchar lo que su madre dijo, hizo que se enojara demasiado, estando rojo de la ira.

—¿Y eso qué?—llenó su boca de comida, enojado por la situación.

—Stan no es un mal chico, solamente que no sabe de relaciones duraderas.

Interrumpió Gerald, con una sonrisa amistosa que no iba a juego con lo que estaban hablando. 

—¿Qué? Papá estás loco—moduló Kyle, agarrando fuertemente la cuchara—Ustedes no entienden nada.

Sheila abrió la boca, sin dejar salir nada de ella. Esperaba que nada se saliera de control, porque cuando hablaban de su amigo, todo era un caos. 

—Escucha, Kyle—dijo la mujer—Lo mejor sería que te alejes de personas como él, ya es la segunda vez, no quiero oír como te lamentas—el pelirrojo abre sus ojos sin creerse nada de eso—Verás, hijo, tu padre y yo hemos decidido que te vayas, al menos, un tiempo con tu primo Kyle, puede que allí olvides todo este asunto sobre Stanley. 

El chico vio como los adultos se lo tomaban como lo más normal del mundo, y es que quizás si lo era. 

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CINCO DÍAS DESPUÉS.

Recogió un trozo de nieve, haciendo una pequeña bola, la lanzó hacia un árbol, su rostro denotaba tristeza, tenía más frío que de costumbre, ni siquiera tenía servicio para hablar con sus amigos, estaba harto de permanecer allí con su familia, su tía era gentil, no lo negaba, pero, deseaba irse, quería contarle a alguien sobre esto y no había nadie.

—Oye. Ky, vamos adentro, te vas a enfermar—llamó su tía tomándolo del brazo con un poco de brusquedad.

Ella había cambiado, cuando se enteró lo que su sobrino le estaba haciendo a su hijo, decidió tratarlo un poco mal, al pelirrojo le daba igual, no le agradaba su primo. 

—Tu madre llamó—informa la mujer—Dijo que mañana podrás irte, ya te compré el boleto, ve a empacar, ¿oíste?

Asiente con pesadez, yendo a su habitación, en donde encontró a su primo comiendo papitas fritas mientras veía una película, no le tomó importancia porque ya era costumbre aquello.

Guardó su ropa en la maleta, y todo lo que trajo consigo. Normalmente le ponía feliz irse, pero ahora era diferente, quería volver, obvio, sólo que tendría que ver de nuevo a Stan y eso lo ponía nervioso. Se sentó en la cama, viendo el computador que transmitía una película, recordaba cual era. ''10 cosas que odio de ti''. 

¿Por qué su primo vería eso? Según sabía al chico no le gustaban ese tipo de cintas. 

—Voy a salir, si tu madre pregunta dile que fui al centro comercial—le dijo a Kyle, al otro le dio igual lo que hiciera.

Salió a tomar aire fresco, todo iba a bien, hasta que se encontró con la persona que pensó que había olvidado en el pasado.