¡Los amigos no se besan! Style (STANxKYLE)

011

Golpeó su rostro con la palma de su mano. A veces no creía que era amigo de ellos.

—¿No pudiste, simplemente, preguntarle si querían ser una pareja real?—masculló Eric, barriendo el suelo, por el desastre que hizo su gata.

Marsh tamborileo la mesita, dejando un bocado de pan en su boca. Kenny sólo miraba el teléfono del de sobrepeso con aburrimiento de todo el teatro que su otro amigo hizo.

—Lo siento, ¿bien? Pero... no lo sé, ¿en serio debería arreglar las cosas?—a Cartman, sinceramente, le daban ganas de ahorcarlo, sin embargo, se contuvo un poco de hacerlo.

—¿Qué eres idiota, Marsh?—habló esta vez Kenny, tirando el teléfono en el sofá.

El ambiente quedó en total silencio por el, casi, grito del chico rubio. Stan fregó sus ojos, tal vez si era idiota. Después de todo la había liado y para mal. Obviamente Kyle no iba a perdonarle.

—Quizás debas aclarar las cosas con él y dejar de darle tantas vueltas, ¿no?—Kenny espeta.

—Si...—susurró tan bajo, queriendo llorar.

Tenía claro que era su culpa por no haber aclarado las cosas desde un panorama distinto. "Debí haberle dicho antes" piensa dejando la comida a medias.

—Venga, Stan, que aún tienes tiempo—calmó Eric.

Los tres se sumen en sus pensamientos, dejando la charla en el aire.

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Si tan solo no hubiera caído en todo eso, podría estar bien, e incluso conseguir pareja.

Pero, claro. Había cometido el error de aceptarlo. Seguro Stan tenía razón. Nadie lo había obligado a meterse en todo esto.

Se recargo en la mesa, viendo a las parejas ser felices, ¿por qué a él no le pasaba lo mismo? Con pesadez se levantó de allí, pagando la cuenta, para irse lentamente hasta el apartamento que compartía con Stan.

Maldición.

Si volvía seguramente se encontraría con él. No le quedó de otra que avisarle a Ike que por favor fuese hasta la casa de Tweek.

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El rubio limpió nervioso la mesa manchada con mucha harina, los pasteles ya estaban horneados y recién tibios, dejó la tetera con agua y dos tazas en la mesa. Craig vendría, en cualquier momento.

Dejó el delantal en el perchero. La radio de fondo anunciaba que ese día, habría una llovizna fuerte. Tal vez le propondría a su novio quedarse, porque le daría mucho miedo.

El timbre de la casa resuena, con una sonrisa en su rostro fue hasta a la puerta, vio tras ella a su amigo Kyle.

—¿Kyle? No te esperaba en aquí—dijo confundido. El mencionado suspira.

—Créeme, yo tampoco. ¿Puedo pasar? Quiero comentarte algo que pasó con Stan.

Tweek estaba anonadado. ¿Ahora que les había pasado? Pensó lo peor, ya que se lo esperaba mucho.

—Vale, pasa—hace espacio para que su amigo ingresara.

Ambos se sientan frente al otro. Y los sollozos de Kyle suenan, esos que al rubio le disgustaban y que no quería volver a escuchar, sólo quería que él fuera feliz.

—Lo siento, yo no...—empezó, haciendo ademanes incomprensibles.

—No, no, calma, Kyle—tomó sus manos—Seguro quiere tomarse un tiem-

—¡Eso dijiste la primera vez!—bramó, dejando caer la silla. Soltando lágrimas—¡No quiero que vuelva a pasar!

Tweek se levanta, rodeando con brusquedad al chico.

Si él hubiera estado presente en ese momento, quizás no le pasara esto.

Hola. Hum, ¿capítulo nuevo? Es corto porque no tengo imaginación y ando con otros futuros proyectos.

Supongo que todavía seguiré pensando si alguien más puede continuarla.

Hasta ahora, seguiré así, cuando se me ocurra algo lo escribiré.

¡Adiós!