Lagrima de Sirena.

Capitulo 4

Cuando llego unas cuantas medusas están por sus alrededores, me gusta verlas , me relaja de cierta manera al sentirme un poco acompañada de las criaturas que aprecio, unas tortugas marinas que están en etapa de migración a pasado para comer un poco de musgo.

Me subo a la pequeña isla y me arrastro hasta el interior de la cueva donde hay pequeños cangrejos.

En este momento mi mente esta de lo más irritada y confusa posible así que intento recapitular que hice mal para que el puesto de La Guardiana no me correspondiese:

Rápidamente ascendí de Espía a Guardia y de Guardia a Cazadora muy rápidamente incluso más rápido que las otras de las compañeras de mi equipo. Y ascendí por mí misma, al contrario de Gelia que se saltó el puesto de Guardia para convertirse en cazadora, aunque nunca haya cazado realmente y todo fue gracias a que la Guardiana Hit la vio con buenos ojos, pero lo último que yo deseaba era tener a la única Sirena de los océanos que no tuviese experiencia en mi equipo de caza.

Mucho antes de que Gelia llegara, yo organizaba los planes y ninguna de las chicas estuvo en desacuerdo, siempre lo habíamos hecho bien, pero cuando Gelia llego no sabía ni como sostener una lanza. Así que me di por vencida al tratarle de enseñar cómo usar una lanza o un arco o un látigo todo fue en vano, así que le permití pensar por mí al elaborar los planes para las cacerías, tuvimos éxito, pero incluso cualquier sirena en su sano juicio puede elaborar excelentísimos planes, no solamente Gelia.

Y luego esta sobre los títulos, pensar que todo mi equipo tuviera el honor de cuidar unas parte del océano era casi inaccesible para nosotras pero Poseidón se fijo en nosotras: Somos buenas, las mejores que tiene, la que siempre les dan buenos regalos y su líder. Soy yo.

No es Merex no es Aure , soy yo la líder del mejor grupo de casería y prefiere darle el puesto de La Guardiana a una sirena que le tema hasta a su propia sombra. Esto es estúpido.

Y en este momento me doy cuenta que no es a Merex o a Aure a las que más odio, más bien el origen de mi odio es Gelia.

Y esto ya no puede seguir mas.

Me quedo en la isla todo el día , lo suficiente para que mi mente se despeje y pensar en el *¿Por qué? *.

Como no he traído nada de mi guarida ya que ni siquiera pude llegar a ella por culpa de Coral , como unos pequeños cangrejos que están en la orilla me limpio la sal del rostro con un poco de musgo que hay en la orilla de la isla y la restriego sin mucha fuerza ni ganas.

Entonces veo agitación en el mar, no son las tortugas o las medusas, es algo mas grande y rápido y por lo que veo no muy hábil para pasar desapercibida, dudo que me estén buscando, pero veo que ese intruso va u vuelve repetidas beses, solo lo observo y le hago pensar que no la e visto asta que por fin veo algo del intruso.

Veo la cola rojiza y el cabello rubio claro y al final unos ojos violetas que se asoman, la persona menos indicada ha venido a buscarme, al menos me sorprende ya que a logrado encontrarme.

-¿Lárgate? Le grito desde la pequeña cueva.

-No quiero hacerlo- ahora que sabe que tiene autoridad se pone un poco mas valiente, -quiero que me escuches- y se le quiebra la vos. Demasiado típico al llegar de ella.

-No quiero hablar ni muchos menos verte, así que lárgate de una buena vez- y le lanzo una roca, sin ganas y ella la esquiva al sumergirse.

Duda un momento pero veo que esta reuniendo todo el valor suficiente para responderme.

-No te pregunte si querías hablar, me escucharas y punto- Eso hace que me hierva la sangre y seguramente es notorio ya que retrocede un poco y se sumerge.