El día fue soleado y caluroso, Daario había dedicado la mayor parte de la mañana a enseñarme como tomar la red, y como saber dónde tirarla, pero por alguna extraña razón los peces se me acercaba, como si me conocieran de mucho tiempo atrás, y tal vez así lo era, aprendí rápido, asi que me dejo a mi con la laboriosa tarea de lanzar y recoger las redes, tenia suficiente fuerza como para llevarlas a la orilla, pero Agatha siempre salía corriendo para intentar ayudarme.
Fue una muy buena pesca y Daario estaba muy contento por ello, pero no estaba muy contento en que la mayoría de los pescadores me miraban, tal vez por el atuendo que llevaba , que era como el de Daario cuando el pescaba, de una manta café muy fina.
-Deberías ponerte la ropa de lana sobre esa- Dijo Agatha como si le leyera la mete a Daario.
-Has estado muy bien hoy, la verdad nunca pensé que pudieras hacerlo-Dijo Daario.
-¿Es eso un alago?- Pregunte, jamás alguien había hecho eso .
-Por supuesto ¿porque habría de decir lo contrario, cuando has hecho un buen trabajo?- Respondió.
-¿Por qué no la llevas donde Nestor? creo que ambos se caerían muy bien, y de paso le enseñas como se termina el trabajo- Dijo Agatha sin quitar las manos de los últimos pescados .
-Me parece bien, vamos Lex- Y tomo la carretilla y comenzó a tirar de ella.
Pasamos por el mercado, que era enorme, en el se podría encontrar lo que fuera, oro, plata, especias, carne y pescado.
Daario ya se veía un poco cansado por tener que tirar de la carretilla.
-¿Por qué no consigues un caballo o un burro? E visto que todos tienen uno para que tiren de su carreta.-
-Los burros son caros y los caballos aún más, y esto nos da lo que necesitamos para poder sobrevivir-
-¿Entonces déjame ayudarte?-
-Está muy pesada, no podrías con ella-
-Me subestimas- me puse frente a él y lo detuve, el sonrió y se apartó dándome la oportunidad, la tome como él lo hacía y comencé a tirar. Era pesada, pero poco a poco comencé a hacer que se moviera cada vez un poco más rápido.
-Me sorprendes Lex, solo había visto moverla a mi abuela cuando era joven, pero ella era cuatro veces tu- Y soto una carcajada.
Los músculos se me tensaron por la fuerza, se sentía bien, me sentía cómoda, cuando lanzas una flecha, tu brazo debe estar tan tenso como el arco, y esta sensación era similar, similar a tener un arma pesada en mis manos.
Llegamos a una pequeña choza , con plantas fuera, ahí , cortando frutas y verduras de las plantas estaba una mujer la cual ya había visto antes, con cabello largo rubio, y al levantar la cara unos hermosos ojos celestes, sonríe al vernos, y se quita el sobrero de paja para recibirnos.
Y aunque lo oculte se sonroja al ver a Daario, pero su cara hace un gesto de impresión cuando me ve a mi girando de la carreta.
-Irene ¿Dónde está Néstor? –Pregunta Daario.
-Dentro- responde ella sin dejar de mirarme, Daario está por entrar a la cabaña y ella reacciona- ¡Daario! ¿Por qué no me saludas?- e inmediatamente se tira sobre el como antes lo había hecho.
-Estoy un poco ocupado- responde el un poco exasperado.
-Eso no es excusa- dice Irene restregándole la cara en la espalda, Daario logra soltarse y entra a la cabaña.
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Lagrima de Sirena.
AdventureLexia es una sirena con gran autoridad en el océano. Pero tienen rivalidad con la mayoría de sus hermanas, hasta que en cierta ocasión comete un error del que se ve castigada siendo desterrada asi el lugar que mas detesta. La tierra . Ahora tendrá...