Era suave, muy suave podría quedarme aquí hasta el final de los tiempos pero sentía el calor abrazador en mi espalda. No sé cuánto tiempo pase así pudieron ser minutos, horas o incluso días.
El dolor de mi cuerpo aún estaba ahí y estaba demasiado débil como para intentar moverme.
Sé que estaba en la arena porque los cangrejos muchas veces se acercaban pero no hacían nada. Como si me conocieran.
Luego se me acerco, algo más grande que me olfateaba tenía la nariz húmeda y ladraba incesantemente. Luego algo más se me acerco, abrí los ojos y un destello dorado me acompaño sus ojos color miel y su cabello espeso y largo de un tono rubio oscuro era hermoso, aunque se veía afligida se veía muy hermosa, si, era una chica. Se quitó una ropa extra y me cubrió con ella, porque probablemente este desnuda y después con la misma urgencia se alejó de mi dejando conmigo a su amigo de cuatro patas.
-¡ Arlek quédate con ella traeré ayuda!- y Arlek se hecho a mi lado y me cuido.
No paso mucho tiempo cuando la chica de ojos color miel se acercó corriendo otra vez a mí, pero ahora no venía sola alguien más la acompañaba, alguien más grande y posiblemente más fuerte.
-¿Qué le paso?- pregunto con vos afligida, era ronco pero sereno, era un hombre pero ahora mis ojos solo veían sombras.
-No lo sé Arlek la encontró. Hay que ayudarla eso hubiese querido padre.
No hubo respuesta solo sentí que me giraron y pusieron una nueva manta sobre mí, tenía olor a sal y un calor a trabajo.
Luego dos manos se pusieron bajo mi espalda y gemí de dolor, eso le opto a ser más cuidadoso en mi trasporte pero no lo logro mucho, sabía que no podía estar mucho más tiempo consiente aunque tratara de ser lo más cuidadoso la verdad es que estaba muy lastimada y nuevamente todo se volvió negro.
Cuando me desperté estaba en un lecho suave y tenía ropa me habían vendado las costillas y tenía el cabello en una coleta, al lado derecho estaba un pez asado , pan, algo blanco y semiduro y un vaso de agua.
Cuando estire la mano para tomar el agua, un viejo conocido me saludo y comenzó a hacer escándalo, era mi amigo de cuatro patas.
-Cállate, cállate- pero eso no parecía controlarlo. – Hey quédate quieto-
-Has despertado- no la sentí atravesar la cortina pero era la misma chica que me encontró – Espera un momento quieres Daario me pidió que le avisara enseguida despertaras.-
Ella se fue por unos cuantos minutos, pero regreso rápido tomo un banco y se sentó sin decir palabra.
-¿Cuánto tiempo llevo dormida?-
-Te encontramos hace día y medio- y luego otro gran silencio se apodero otra vez.
Después de unos diez minutos un hombre apareció.
-Me alegra que hayas despertado.-
-¿Dónde estoy?-
-Estas en Atenas, y este es mi humilde hogar-
-¿Cómo te llamas?- me pregunto la chica.
- Me llamo Lex...- me detuve, me habían quitado mi nombre y no podía volver a usarlo.- Lex , mi nombre es Lex-
Ambos arquearon la cejas.
-Bueno Lex, ¿me podrías decir que hacia totalmente desnuda a las orillas de mar?- me pregunto.
* Soy una sirena y deje morir a una de las hijas favoritas de Poseidón así que me desterró y aquí me tienes* no, definitivamente no podía decir la verdad.
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Lagrima de Sirena.
AdventureLexia es una sirena con gran autoridad en el océano. Pero tienen rivalidad con la mayoría de sus hermanas, hasta que en cierta ocasión comete un error del que se ve castigada siendo desterrada asi el lugar que mas detesta. La tierra . Ahora tendrá...