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N/A:

Siento si los diálogos salen con los guiones pequeños, Wattpad me los cambia cada vez q público un capítulo.

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Kayla:

...Suena el timbre -...Ya pueden retirarse, que tengan un buen día. - todos comienzan a recoger sus cosas y yo, igual.

Miro de reojo a mi nuevo compañero de asiento y ahora también del proyecto que indicó la profesora Santos. Está muy concentrado en su móvil «¿acaso no habían más puestos vacíos en todo el salón?».

Al parecer aparte de idiota es ciego, porque justamente vino a sentarse en mi misma mesa.

A partir de hoy lo odio un poquito más, sólo un poquito -por razones que están demás mencionar-.

Desde que lo conocí lo único que ha hecho es molestarme y hoy no hizo la diferencia en nuestro encuentro.

Termino de recoger mis pertenencias y salgo del salón. Me dirijo a mi casillero para cambiar los libros. Después voy al baño pero cuando creo que me he librado del egocéntrico de cabello negro azabache por hoy, me equivoco. Está parado al lado de la puerta del baño de chicas con su perfecta vestimenta de niño rico, su cabello un poco desordenado y la vista perdida en su teléfono «narcisista»pienso.

- No sabía que eres de los que miran por las rendijas de la puerta a las chica para después pajearse en su casa. - digo, me mira y sonríe.

«Joder que linda sonrisa». - Deja de pensar en tonterías. - me regaño mentalmente.

- Ya quisieras. - dice. - Te estaba esperando para ponernos de acuerdo respecto al trabajo de francés. - resoplo.

Comienzo mi camino al salón de matemáticas - salón al que menos deseos de entrar tengo en estos momentos -, no quisiera regresar nunca más a ese salón pero por desgracia, tengo que hacerlo porque esa materia es primordial para la carrera que deseo ejercer.

- No creas que me hace gracia tener que hacer el trabajo contigo. - habla el que pensé haber dejado atrás. -... pero por mantener mis buenas notas haré una excepción.

- Ya, que caritativo eres. - bufo. Por alguna razón me molesta su acercamiento y actitud autosuficiente.
- No pienso hacer nada contigo, prefiero suspender. - sentencio. Aunque la verdad si me importa mucho esa nota, pero con tal de no tener cerca a alguien como él, ¡¡SUSPENDO!!

Me toma del brazo bruscamnete. Me suelto de su agarre de mala gana:

- A mi tampoco me hace gracia. - me paro y lo miro. Continúa hablando en tono serio y demandante. -...pero no creas que por una malcriadez tuya voy a reprobar por primera vez en mi vida un trabajo.

- ¡¡Ayy!! El señorito no puede suspender o papá lo regaña. - me burlo.

- Niña, no me toques las pelotas desde tan temprano. Ya te dije que vamos a hacer juntos el trabajo. - cruzo mis brazos por debajo de mis pechos. Él se agacha para estar a mi altura y continúa. -...No es una pregunta, muñeca.

- Y tú ¿quién eres para estar mandandome? - pregunto.

Él deja de estar cerca de mi rostro y añade: - Yo no te mandé, sólo te anuncié que haremos juntos el trabajo. - me mira. - Quieras o no.

- Genial, eres un Don Mandon - lo miro para al final decir - Como digas. - me da una sonrisa de victoria. Lo ignoro y comienzo a caminar al salón de matemáticas.

No me pienso quedar así pero justo ahora voy tarde a mi clase de matemáticas. Llego frente al aula y suspiro antes de tocar. A los segundos el profesor abre la puerta.

Bailemos(En Proceso)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora