Lo había dejado todo, incluso cuando creyó que tenía el mundo en sus manos fue capaz de dejarlo todo para salvarla, también lo había hecho por él - aunque esa parte no la admitiría en voz alta -
Habían pasado 5 años, le había costado, pero había sac...
— Mamá corre, está por iniciar la carrera — Nessa tropieza entre sus palabras, para estar cumpliendo 5 años hablaba de maravilla; sin embargo, sigue teniendo problemas cuando habla demasiado rápido o salta entre idiomas.
— Nessy, basta, no vamos a perdernos la carrera por unos segundos que se demore mamá — Me siento a su lado en el sofá crema de la sala, ella rápidamente se acurruca a mi lado, no paso desapercibida su gran sonrisa — ¿Estás segura de que esto quieres hacer para celebrar tu cumpleaños?, aún podemos invitar a alguno de tus amigos del parque.
Sabía la respuesta, Nessy tenía una rutina muy específica los domingos de carrera, amaba ver la fórmula uno casi tanto como yo cuando tenía la oportunidad de estar en los grandes premios, cuando ella nació, tenía sentimientos negativos por el deporte, sin embargo, fui incapaz de arrebatarle la única oportunidad que tenía de ver a su padre en acción, lo malo era que entre más crecía Nessy, esto le daba más preguntas que respuestas, preguntas que no creía poder contestarle nunca.
— ¡Claro que sí mamá!, estoy segura de qué papá ganará esta vez, algo me lo dice — El anhelo en sus palabras me golpea directo en el corazón, intento evitar llorar mientras miro la pantalla.
— También podrían ganar el tío Charles o el tío Daniel ¿no crees, cielo? — Llevo la conversación a terreno seguro, me gustaba mantenerlo así, era más fácil para todos.
— Yo siento que ganará papá, créeme mami — me muerdo el labio sin querer contestarle nada malo a la pequeña, el narrador da inicio a la largada y casi suspiro de alivio.
Nessa la pasa bien la mayoría del tiempo, alienta a los pilotos de todos los equipos sin hacer distinción; sin embargo, tiene una fijación específica con cierto piloto bien conocido, cuando las últimas vueltas se acercan y su pelea por mantenerse en la delantera parece estar ganada, una ansiedad completamente nueva me arde en el estómago, la bandera a cuadros se tira para abajo y cruza la meta coronándose el ganador de este gran premio, Nessa salta del sofá para correr por toda la sala dando gritos de felicidad, tomo el celular con el corazón latiéndome a toda marcha para grabar un video de la emoción de la niña, lo subo a Instagram mientras nessy vuelve a mi lado, llaman a podio a los pilotos uno a uno, primero Lando quien tiene una sonrisa brillante, le sigue Carlos quien también se ve fantástico y por último, Nessa grita emocionada, entonces él sonríe y alza sus manos, el aire abandona mis pulmones en un jadeo, hace la seña con sus manos, la misma que hacen Daniel o Charles siempre que salen en cámara, la que hacen en honor a Nessa, me congelo en el sofá.
— ¡Viste mamá, papá me acaba de dedicar su victoria! — No solo eso, cariño, creo que tu padre se acaba de enterar de tu existencia.
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Mayo23 de 2021
Monte Carlo, Mónaco
Mónaco Grand Prix
Había dormido bastante bien anoche, siempre era bueno poder dormir en mi propia cama y no en un colchón muy usado de algún lujoso de hotel, lo único que no era bueno era el dormir solo, pero mi padre decía que así era mejor, no podía tenerlo todo, era el campeonato o una novia y yo en serio estaba desesperado por ganar el campeonato.
— Max, te ves estresado hombre, ¿Por qué no vas a comer algo para ver si te relajas? — Alice palmea mi hombro sonriente, no mentía, era la quinta carrera de la temporada y a duras penas había tenido la oportunidad de ganar una de ellas, Hamilton estaba haciendo todo para ganar su octavo título mundial y yo estaba haciendo todo para ganar el mío.
— No tengo hambre Alice, debo enfocarme en el auto para tener una buena carrera — Estaba saliendo segundo por detrás de Charles y estaba ansioso por lograr tomar el liderazgo y quedarme ahí durante toda la carrera.
Su mano hace un poco más de presión en mi hombro, pero aún mantiene su sonrisa al hablarme.
— Sé que sonó como sugerencia cariño, pero es más una orden, tienes una cara de culo insufrible que no quiero que arruine mi día — Me empuja fuera del garaje sin oportunidad de refutar ni una sola de sus palabras, tomo la oportunidad para disfrutar del sol.
Mientras camino hacia el restaurante pienso inevitablemente en ella, estar en Mónaco también tenía ese efecto negativo, desde que se fue de mi vida sin despedida no había habido una sola vez que al pisar Mónaco no pensase en ella y sus brillantes ojos, era consciente que ya no vivía aquí, pero guardaba la esperanza de encontrarla en los lugares a los que íbamos cuando estábamos juntos, ella se vería igual de hermosa y aunque ahora jure que estaría furioso al verla, probablemente la escucharía darme su explicación del porqué huyo sin decirme a donde, entonces volvería a enamorarla, no tendríamos que empezar de 0, solo un punto y aparte.
— ¡Max! — Una mano impacta contra mi hombro con fuerza, giro hacia mi nuevo acompañante aún aturdido por el golpe — Ibas en la luna, hermano.
— Estaba pensando Leclerc, eso créeme que a veces funciona — Bromeo con él, ambos nos adentramos en el restaurante tocando temas aleatorios, aunque el monegasco se aparta para dirigirse a la mesa donde estaba su compañero de equipo no mucho después de nuestra llegada.
Sigo mi camino hacia la barra para tomar una bebida rápida, me escurro entre mesas de manera distraída hasta que paso detrás de Daniel, parece no notarme de lo enfocado que está en su teléfono y tomo eso como mi chance para arrebatarlo de sus manos, se levanta en pánico por un instante e intenta quitármelo, pero no lo dejo, observo la pantalla ansioso por saber lo que tanto quiere ocultarme, hasta que mis ojos chocan con la imagen, se me cierra la garganta al verla, sigo evitando que Daniel me quite el celular cuando caigo en cuenta de la niña a su lado y al instante deslizo mi dedo por la pantalla, las fotos de su embarazo, nacimiento y primeros años son claras como el agua, bajo un poco y leo la descripción.
"Cinco años desde que la vida me dio un nuevo motivo para ser feliz, iluminas mi vida cada día pequeña nessy, nunca he estado tan orgullosa de algo como de ser llamada tu madre, feliz cumpleaños Nessa, nunca olvides que mamá te ama"
Vuelvo a las fotos, para este punto Daniel ha dejado de forcejear y Charles se ha unido a nosotros, la niña es hermosa, sus ojos brillan fuerte, me quedo observándola, tiene su cabello y muchos de sus rasgos faciales, pero reconozco mucho de mí en cuanto veo sus ojos, pequeños rasgos que veo todas las mañanas al verme al espejo, se parece demasiado a mí incluso cuando se parece mucho a ella.
— Max — La voz de Charles suena contenida, como si estuviese entrando en pánico, volteo a mirarlo, no dudo que lo supiera, era como un hermano para ella.
— ¿Ella es mía, verdad? — Charles se muerde el labio mientras mira a Daniel, el australiano baja la mirada — ¿Ella es mía? No planeo repetirlo.
— No nos corresponde contestar tus preguntas — El monegasco me quita el celular de las manos, no me resisto, les doy un asentimiento — Pero Max, no es su culpa.
— Eso tendrá que explicarlo ella, buena carrera, señores — Salgo del comedor sintiendo demasiadas cosas acumuladas, es su quinto cumpleaños, la misma cantidad de tiempo desde que yo la había perdido, e iba a recuperarlas, esa es la nueva meta.
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Con esto abro la ventana a un nuevo mundo con nuevas posibilidades y tal vez, nuevos amores.
