El Retorno de la Primavera - III

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[Advertencia: Lenguaje, Violencia]

[Las traducciones están al final del capítulo]


Giorno bajó velozmente por las escaleras de servicio. Ahora sabía donde buscar y lo más importante, a quienes buscar. Rossetti se comportó como un completo cobarde y delato sin remilgos a la gente que estuvo trabajando con él. En sus palabras, él no tenía nada que ver y fue víctima del capricho de todos los demás involucrados. La gente tras los últimos ataques eran tipos contratados por los ExCamorra, quienes resultaron ser tres viejos idiotas incapaces de resolver sus problemas con Passione por ellos mismos, pero que contaban con los medios suficientes como para poder contratar a mercenarios y tentar a cazarrecompensas de diferentes partes de Europa, lo que los hacía difíciles de rastrear por la inteligencia italiana -entiéndase por inteligencia italiana a la base de datos de Fugo-.


La recompensa por Giorno Giovanna era enorme. Había sido puesta después de que Giorno hiciera su acto meses atrás con los capos de Roma. Y hace sólo unas semanas, se añadió en el mercado negro una nueva y jugosa recompensa por la cabeza de Guido Mista. Rossetti, que no sabía esto último, fue engañado por un grupo de cazarrecompensas liderados por un extravagante francés. Ellos habían llegado a Nápoles con el fin de llevarse como mínimo uno de los dos premios y en el mejor de los casos, los dos.


Ahora Giorno corría como un poseído. Porque sabía que la recompensa por el pistolero era vivo o muerto -al igual que la que pusieron sobre su propia cabeza-. Sabía también que las circunstancias del ataque semanas atrás en las oficinas de Rossetti nunca habían quedado del todo claras. ¿Que fue lo que hirió a Mista aquella vez? Temía haber perdido tiempo valioso.


Llegó a la zona del estacionamiento, el lugar era un completo caos. Varios vehículos habían abandonado el lugar y los invitados que aún no se iban estaban desesperados por hacerlo. Varios choferes incluso, discutían entre ellos debido a que no todos los vehículos podían cruzar el portón de la mansión al mismo tiempo.


Giorno corrió en dirección a la puerta posterior de la cocina, donde debían estar estacionados los vehículos de servicios. No quedaba ninguno, excepto el de la agencia de seguridad. Presa de una creciente angustia dio media vuelta cuando tropezó con algo en el suelo que yacía oculto entre el césped.


Un revolver.


Recogió el arma y de inmediato la reconoció.


- Mista.. -lo guardó rápidamente y miró en todas las direcciones. Su expresión se tornó en la mas pura determinación después de posar la mirada en una moto que yacía solitaria, alejada del cúmulo de vehículos.


Giorno encendió la moto haciendo uso de algunos viejos trucos. Una vez fuera de la mansión, sacó el revolver y lo transformó en una gaviota.


- Llévame con él.


El ave desplegó sus alas y recorrió las calles Napolitanas a gran velocidad, seguida muy de cerca por la moto.


-.-.-.-.-.-


La bolsa de tela fue removida y la calidad del aire no mejoró mucho, pero poder ver otra vez era un alivio. Pestañeó varias veces para acostumbrarse a la luz al mismo tiempo que contorneaba su cuerpo para acomodarse en el duro asiento al que acababa de ser arrojado. Después de acostumbrarse a las fuertes luces observó rápidamente su entorno.

Un Paso a la Vez [GioMis] [JJBA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora