Un Paso a la Vez [GioMis] [JJBA]

Ahogado en un Vaso con Agua - I

— ¡Su pulso disminuye Doctor!

— Tenemos que apresurarnos, ¡Despejen el quirófano!

La camilla se desplazó a gran velocidad por los pasillos. El pobre diablo que yacía en ella perdió el conocimiento hace mucho. Nadie aguarda por él en la Sala de Espera. Según dicen las enfermeras, difícilmente sobrevivirá a esta noche.

— Sólo un milagro podrá salvar a ese perro de la mafia de su mala suerte —le decía una de ellas a la recepcionista, con la apatía propia de alguien que se acostumbró hace mucho a ver cuerpos sangrantes llegar y casi nunca salir.

— ¿Y esta vez como sabes que es un mafioso? —respondió la mujer desde su asiento para no dejar morir la conversación. Seguía mirando los papeles, las palabras brotaban de sus labios casi en automático.

— No hay identificación, nadie vino con él y dios, Mirella ¡Su cuerpo está repleto de agujeros! Ya te digo, nadie se hará cargo.. otro cuerpo más para la fosa —frunció el rostro y exhaló profundamente.

— Cada vez mas jóvenes, eh? —miraba la ficha del joven, efectivamente no habían documentos, datos personales ni números de contacto, nada. El muchacho moriría sólo.

Hacer el turno de madrugada en un Hospital Napolitano podría ser una de las labores mas difíciles a las que tiene que enfrentarse el personal médico en Italia. Entre los líos de la mafia, las guerras de pandillas, los ajustes de cuentas, las muertes por sobredosis y los extraños heridos inexplicables producto de enfrentamientos entre usuarios de Stand.. lo último que ocurriría en el ala de emergencias de este Hospital sería una noche sin incidentes graves. Ellas lo sabían y no había mucho que pudieran hacer para remediarlo.

— ¡Disculpe! —un joven rubio con un curioso traje de color verde apareció de la nada e interrumpió la conversación entre ambas. La recepcionista se giró en su asiento en lo que la enfermera se retiraba— ¡Por favor! Busco a un sujeto, me dijeron que podía estar aquí —hablaba agitado, parecía que venía de correr una maratón.

— Es posible —se impulsa lentamente con la silla hasta quedar frente a él— dime su nombre, si tiene identificación lo encontraré en el registro..

— ¡No la tiene! ¡Estoy seguro! —la recepcionista lo miró entrecerrando los ojos, ya sabía lo que eso significaba, otro delincuente. Pero el joven era educado y no parecía un criminal, algo le impidió ser dura con él.

— Lo siento muchacho, si no tiene identificación entonces no podré..

— ¡Puedo describirlo! ¡Se como esta vestido y también se su nombre! —gritaba casi sin voz— Por favor, se lo suplico.. necesito saber si está aquí.

— Ok, bien —estiró la mano, tomó papel y lapicero— te escucho.

— Es alto, moreno, complexión algo esbelta pero atlética —cerró brevemente los ojos con una ligera mueca y continuó— usa pantalón ajustado rojo atigrado, suéter de cuello tortuga crop top y mangas largas con diseño en rombos, también usa botas altas y llevaba un gorro de tejido con patrones en..