¿Forever? | The Sandman |

Capitulo 3: ¿Porque?

Morfeo

Fue inesperado, abrupto.

Desde mi encierro los humanos a mi alrededor han reclamado poderes y habilidades que no poseo, siendo mis captores los únicos conocedores de mi paradero, he dejado a la ensoñación a la deriva por demasiado tiempo, Luciene así como Jessamy no han tenido noticias mías, pero clamo por que vengan en mi búsqueda.

Oh de ser distinto, el mal caiga sobre mis captores, así como mi ira descenderá sobre ellos apenas logre librarme de mi celda.

Pero nada pudo haberme preparado para quien vendría en mi búsqueda.

Como un rayo de luz azul, descendió por esas escaleras hasta llegar a mi.

Una pequeña visión de lo que había sido, con su vestido de fiesta y su cabello atado, pero sus ojos verdes con motas doradas aun me miraban como la primera vez.

Envueltos en curiosidad.

Ahora estaban teñidos de horror.

Junto con algo que habría deseado jamas tener que presencias de ellos, estaban repletos de lastima.

Uno de los humanos que me custodian tira de su cuerpo hacia atrás pero Alya es mucho mas veloz, utiliza la magia que no ha utilizado en siglos, siendo esto un acto de rebeldía contra lo que se había pactado en un principio, las artes oscuras era algo que ya no podría implementar si accedía a su inmortalidad, al menos no de la forma en que había estado practicándola hasta su trato con Muerte.

Su cuerpo llego de un momento a otro hasta donde me encontraba.

Su rostro desciende hasta quedar a mi altura, con un semblante triste, parecía horrorizada hasta hace solo unos minutos.

Su mano se apoya contra el cristal buscando la mía, alzo mi mano hasta el cristal apoyando mi palma contra la suya y por un breve momento, es como si la tuviera junto a mi.

Sus ojos se abren durante un segundo, sorprendidos pero ese efecto en ella solo perdura un segundo.

—Te sacare de aqui—murmura, levantándose del suelo.

Se desplazo hacia atras, con sus ojos sobre mi celda, sus labios se fruncen en una mueca mientras retrocedía sobre sus pies, suelta un suspiro alzando sus manos contra su pecho, como si estuviera preparándose para lanzar un objeto pesado contra mi.

Pero una sombra se cierne sobre ella y la figura de Burgess aparece de repente detrás de ella.

Abro la boca pero las palabras nunca son emitidas.

—Ni siquiera lo intente señorita.

Se gira hacia el otro extremo de la habitación, detrás de Alya, Rodrick Burgess la saluda empuñando un arma en su mano derecha.

—Aléjate de el, niña.

— ¿Que le sucede? ¿Acaso esta loco? ¡Retiene a este hombre en contra de su voluntad!—grita en la dirección de Burgess, alzando las manos.

—Eso que esta atrapado, no es un hombre.

—Pues para mi luce como uno.

El arquea una ceja.

—¿Ante quien estoy? ¿Deseo, desesperación, destino o...muerte?

—Le dire que no soy mas que una servidora.

Burgess ladea la cabeza en mi dirección. Buscando mi reacción, espera que hable, que la contradiga o siquiera emita algún sonido, no planeaba darle esa satisfacción.