Capitulo 14: El Corintio

1K 86 14
                                    

Cuando volvemos al auto Rose se pasa las manos por el rostro permaneciendo en un tenso silencio.

—¿Que haremos ahora?—le pregunto una vez pone el auto en marcha, ella permanece en silencio un par de minutos mas antes de hablar.

—Necesitamos decirle a Lyra.

—Muy bien—exclamo asintiendo.

—Todo, Alya—enfatiza y la miro de reojo apretando los labios.

Rose mantiene la vista fija en el camino y me fuerzo a volver la vista a la carretera asintiendo.

De acuerdo, eso seria un poco mas complicado, pero esta bien.

—Todo, perfecto, después podría intentar dormir, buscar a Jed desde ahi, ver si Morfeo sabe algo.

—Creo que ya tuvimos bastante de el ¿no crees?

—Tristemente es el unico que podría tener alguna idea de donde esta.

—No lo se...

—Escucha Rose, se que lo que hizo fue algo horrible, lo se y quisiera decirte que no ha hecho ese tipo de cosas antes pero es el único que puede ayudarnos y el es...un buen sujeto, debajo de toda esa capa de frialdad.

Ella vuelve sus ojos un instante en mi dirección pero la aparta en cuestión de un instante volviendo a centrarse en la carretera.

No me mira cuando murmura:

—Yo también lo pense.

Maldita sea.

—Mira, le diremos a Lyra, si sale bien iremos con Morfeo, en el peor de los casos no nos ayudara, en el mejor encontraremos a Jed mas rápido.

—De acuerdo.

Veo como Rose entra en la calle de la casa de Hal, veo el reloj del centro de mando y indicaban las nueve de la mañana, cuando el auto se detiene y Rose sale del auto la tomo del brazo antes de entrar a la casa.

Ella se vuelve en los escalones del pórtico.

—Lo vamos a encontrar ¿si? Tu dile a Lyra y yo me encargare de Morfeo.

—De acuerdo—contesta asintiendo.

Ella sube los escalones del portico y abre la puerta siendo la primera en subir a buscar a Lyra.

♡♡♡

—¿No deberías estar despierta?—me pregunta Lucienne levantándose de un salto de su silla cuando me ve aparecerme entre los estantes de la biblioteca, ella se encontraba en uno de los muchos escritorios que abundaban a lo largo del ala, con un sin fin de libros sobre el, todos abiertos de par en par sobre la enorme mesa.

—Quise pasarme por el lugar para ver como seguia cierta persona de humor...me echo mucho antes de que pudiera saber que sucedería con Gault, ¿que paso?

Lucienne niega con la cabeza bajando la vista hacia uno de sus libros abiertos volviendo a sentarse.

—No quieres saberlo.

—Dímelo.

Lucienne apoya ambos codos sobre el libro que tenia abierto, cruzando sus manos entre si, no levanta su mirada de inmediato, medita su contestación y cuando alza su cabeza sus ojos lucen cansados y el dolor se plasma en su rostro.

—Desterro a Gault a la oscuridad.

Siento como el alma se me cae a los pies y una punzada me atraviesa el pecho.

—No lo dices enserio.

Ella solo asiente, volviendo sus labios una linea tensa.

—No lo creo—musito para mí misma más que para Lucienne que solo me observa en silencio.

¿Forever? | The Sandman | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora