Capitulo 5: ¿Qué sucedió con todo?

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Sali de la casa demasiado rapido, abriéndome paso a trompicones desde la puerta de la celda, los corredores, hasta que el aire fresco me acaricio el rostro y la luz del sol que no habia visto en décadas me deslumbro.

Los destellos del sol me paralizaron al pie de las escaleras de la casa, mis manos inconscientemente me resguardaron de los rayos del sol, el cielo estaba despejado, como pocas veces lo había estado, un cielo abierto sin una sola nube y un sol radiante dándome la bienvenida al mundo nuevamente.

Estaba paralizada.

Los chirridos de las aves, el galope de los ciervos, el canto de los grillos, así como la infinidad de imperceptibles sonidos que nunca me había detenido a sobre analizar antes, estaban pasando, aquí, a mi alrededor.

El grito de una mujer me despierta de mi trance.

Vuelvo la cabeza hacia atrás, sobre el marco de la puerta abierta una mujer mayor me observa de arriba abajo con una expresión de terror puro en el rostro.

Mis pies son mas rapides que mi propia comprensión, volviendo a despertarme para correr encarecidamente hasta las entrañas del bosque.

El fango se impregna en mis pies a medida que avanzo por el bosque, el olor a lluvia me conmueve al punto de que siento que mis ojos se crispan.

El sentimiento de abatimiento me aborda, obligándome a parar.

Morfeo se había ido.

Se ha ido.

No esta.

Me obligo a aspirar profundamente, mis manos se deslizan por mi cabello, mi cuello y vuelven a mi rostro borrando cualquier rastro de humedad.

Respira, solo respira.

No es como si el ingrato solo se hubiera marchado.

Cosa que si hizo.

Mis ojos vuelve sobre los arboles que me rodeaban alrededor, no habia mas que naturaleza.

¿Donde se supone que estoy?

La carretera debía seguir donde recordaba, pero había algo mas, algo extraño. Alce la vista al cielo, seguía despejado, pero conforme avanzaba hasta la carretera, la aparición de unos cables de distintos colores comenzaban a adornar el aun despejado cielo abierto.

¿Porque hay cables en el cielo?

La carretera ya no era como la recordaba, el pavimento lucia distinto, asi como la implementación de una especie de barda que la desconectaba del bosque, subí la barda adentrándome en la carretera, Sussex no estaba lejos, tal vez a un par de horas solamente, probablemente en ese tiempo lograra encontrar algún carruaje que pudiera llevarme hasta allá.

El pitido de un sonido estridente me retumba en los oídos sobresaltado de golpe.

Eso sono igual que...

Giro sobre mis pies viendo un extraño artefacto de color rojo deteniéndose a solo centimetros de mi, mis manos se abren en señal de alerta.

El aparato vuelve a emitir ese sonido estridente.

Bocina.

Es una bocina.

Y eso es...

—Niña fuera del camino—grita un hombre desde el interior del aparato que luce idéntico a un vehículo pero mucho mas pequeño, como una caja en lugar de lo que era antes.

¿Es un vehículo? ¿Un coche?

Otra bocina estridente me sobresalta, otro coche aparece detrás del que se detuvo delante de mi, pero a diferencia del primero este es de un color oscuro.

¿Forever? | The Sandman | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora