Capítulo 11. El cumpleaños de Hermione y un troll en las mazmorras.

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Al día siguiente, Tiana se levantó muy temprano, se alistó en silencio para no despertar a Hermione, salió cautelosamente de la habitación y se dirigió a las habitaciones de los niños para despertar a Neville. Golpeó la puerta un par de veces hasta que la abrió un malhumorado chico.

— ¿No se puede dormir agusto en este lugar? — se talló los ojos y dio un gran bostezo.

— Buenos días Ron — saludó con una sonrisa brillante — vine por Neville, hoy es el cumpleaños de Hermione y vamos a hacer una fiesta sorpresa, están invitados si...

— No podría importarme menos — la interrumpió.
La morena lo observó ofendida — Bueno, ¿Podrías hablarle a Neville por favor?

— ¿Por qué no pasas tu a despertarlo? O tal vez podrías continuar golpeando la puerta para despertar a todo el mundo!

— ¿Estás loco? No puedo pasar a la habitación de los niños — dijo con nerviosismo, mientras el pelirrojo se cruzó de brazos — Okay, siento haberte despertado, ¿Podrías por favor despertar a Neville? Por favor.

El chico la miró con molestia y cerró la puerta.
— Pero... — la chica comenzó a golpear la puerta nuevamente, pero enseguida se encontró con el rostro de Ron quien abrió la puerta con molestia, a su lado se encontraba un somnoliento Neville.

— Oh, gracias — sonrió la chica.

— Como sea — respondió el pelirrojo y volvió a su cama.

Una vez que Neville estuvo listo, ambos emprendieron el camino hacia la cocina para encontrarse con Silu y los demás elfos domésticos que habían accedido alegremente a preparar la fiesta de cumpleaños. Luego de un buen rato, el lugar quedó listo, había una manta que decía "Feliz cumpleaños Hermione", muchos globos que se inflaban y desinflaban solos (cortesía de Fred y George), un montón de libros que habían pedido prestados de biblioteca, muchos aperitivos preparados por los elfos y un gran pastel de cumpleaños.

Tiana corrió hacia el dormitorio de las chicas, esperando que Hermione aun no se levantara, afortunadamente seguía dormida. Entonces, se acercó cautelosamente a la cama de su amiga y comenzó a moverla para despertarla.

— Hermione, despierta, Buenos días, hoy es el día especial...

De pronto al castaña se levantó como asustada — No puede ser! Qué hora es? Es tarde? Los exámenes! — exclamó.

Su amiga arrugó la nariz y la miró con extrañeza — ¿Exámenes?

— No hay exámenes hoy? Debí haberlo soñado.

— No Hermione, nada de exámenes, hoy es otro día especial... es tu cumpleaños — sonrió expectante.

— Oh claro, crei qué no lo ibas a recordar

— ¿Qué? Como crees, que clase de amiga sería si lo olvidara — de pronto una idea cruzó su mente — sería una amiga con muy mala memoria supongo, espero jamás olvidar tu cumpleaños de verdad, pero si lo hago, por favor no vayas a dejar de ser mi amiga — suplicó con una mueca de tristeza.

Por supuesto que no... y muchas gracias por acordarte — sonrió pero sus ojos se notaban tristes.

— Está todo bien? —

— Es solo que... no tenía muchos amigos antes, siempre pasaba mis cumpleaños con mis papás, y ahora no estaré con ellos, estoy feliz pero triste.

La morena le dio un pequeño abrazo — Entiendo, pero pronto los volveras a ver, no estés triste...  por ahora, tenemos que ir urgentemente a un lugar.

Severe Love. A Severe ProfessorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora