Capítulo 2. El zoológico.

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Nota: En la imagen les deje una foto de Tiana y su hermana (no es así como me imagino a Claire, pero es parecida).

Después de aquel día, el día que Tiana vio a sus padres por última vez, los años pasaron como siempre, y ella con el tiempo pudo comprender porque ellos ya no estaban allí, pero no fue tan fácil, al principio los señores Murphy batallaban mucho para dormirla, ya que no paraba de llorar, quería ver a sus padres, pero con los años se acostumbro a llamar padres a Derek y Agnes, aunque siempre llevaba en su corazón a sus verdaderos papás, y no entendía muy bien el motivo por el cual la habían dejado, pero lo aceptaba, ella sabía que tenía que ser fuerte, además que los Murphy siempre la habían tratado como parte de la familia. Creció sabiendo de la magia y que sus padres eran magos, y aunque vivía una vida muggle, asistiendo a una escuela normal y teniendo amigos muggles, esperaba con ansias, que le llegara su carta de Hogwarts, le emocionaba la idea de algún día asistir a esa escuela y conocer más como ella.

Tiana tenía muchos amigos, pero su hermana Claire era como su mejor amiga, eran bastante unidas y les gustaba hacer muchas actividades juntas, una de ellas era el fútbol soccer, a Tiana le encantaba, aunque ansiaba jugar Quuiditch, era uno de sus sueños, montar en escoba, volar y por supuesto llegar a ser una gran jugadora, pero ya que no era posible que practicara (pues vivía en un lugar donde había muchos muggles, muggles que no sabían nada de magia), se contentaba con montarse en una simple escoba para barrer; y fingir que volaba, lo que había sido la causa de muchos regaños, porque su madre la encontraba a menudo "jugando al caballito" (así era como ella le decía) en vez de estar barriendo, a Tiana le molestaba mucho la manera en que su madre se refería a lo que ella hacía, porque en realidad no se estaba imaginando ningún caballo, imaginaba algo mejor, que volaba, y estaba segura de que algún día lo haría, y tendría la escoba más veloz del mundo.

Un día, aproximadamente 10 años después del día en que Tiana comenzó a vivir con los Murphy; estaban ella y Claire desayunando unas galletas que habían horneado el día anterior, y un gran vaso de leche con chocolate. En ese momento su madre entró a la cocina y sonrió diciendo :

-Oh, ya se levantaron - las niñas voltearon y le sonrieron.

- Buenos días mamá - dijeron al unísono, y saludaron a su madre con un beso en la mejilla.

- ¿Y papá? - preguntó Claire.

- Su padre fue a checar unas cosas, pero creo que no tardará mucho en llegar, bueno que les parece si en lo que llega desayuno con ustedes, bueno si es que aún quedan galletas - rió su madre.

-¡Claire ha acabado con casi todas ellas! - se quejó Tiana.

-¡Eso no es cierto! Tiana se ha comido más de 10- respondió Claire enfadada.

-Niñas, niñas, no peleen, aún quedan galletas, pero ya fueron suficientes por hoy, si siguen comiendo, entonces no tendrán espacio para la comida de hoy, y su padre y yo tendremos que comernos la pizza nosotros solos - dijo su madre fingiendo resignación.

- ¡Pizza! - exclamaron ambas, e inmediatamente se levantaron de la mesa y fueron a lavar sus vasos al fregadero y después a cepillarse los dientes, mientras su madre disfrutaba de las galletas.

Tiana y Claire volvieron a sentarse junto a su madre.

- Y, ¿a donde iremos hoy? - preguntó Tiana. Los Murphy tenían la costumbre de salir cada fin de semana, algunas veces iban al parque, o al cine, o a ver algún juego de fútbol, o golf, incluso a los partidos de Tiana y Claire ; ya que ambas estaban en un equipo, en fin salían a algún lugar a convivir y comían en un restaurante de comida rápida o simplemente llevaban ensaladas, fruta o emparedados, esto último era lo más común, ya que a los Murphy les gustaba llevar una vida saludable, pero de vez en cuando se permitían comer alguna comida chatarra. Y este día no sería la excepción.

Severe Love. A Severe ProfessorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora