Sin ti, pero en ti

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¿Quién encendió los cigarros ?
Ya sabes, hay cenizas, por aquí, por allá,
por el campo azul del espacio
de una sombra que susurra el futuro;
y aunque te perdí, mi alma estalla
entre ausentes letras;
no sé qué ocurre.

¿Será cierto lo que dicen de ti?
que las almas oscuras
pueden brillar entre la tempestad,
vibrar entre espacios de libertad
de sábanas teñidas de deseo.
¿Puede ser acaso el escenario
de un alma compatible conmigo?

Pero entre susurros
me habla la nota espesa,
entre las vacías pistas cubiertas
quiere decirme que no eran cigarros
ni su forma, ni su sombra,
tampoco cenizas en la orilla,
era la oscuridad envuelta en llama
que me pedía volver a ti,
entre llantos y risas...

Porque un alma no tan sencilla como la tuya,
que se encuentra y se pierde en su propia aroma
en sus manos cálidas y talladas
de un momento que al desear mirarte
me vuelvo ciega a tus cicatrices;
esas que visten en tus labios,
y reposan en tu alma desierta,
de rosas sumergidas entre espinas
que susurran cierta melancolía;
misterios y hasta ciertos grados
de lujuria perdida.

¡Esa es tu alma!
desenfrenada entre noches mantenidas
porque un alma como la tuya
no acaricia toda belleza vacía;
aún mejor, es tú alma que te habla y te guía
aunque el temor de la tormenta
se asome entre deseos
de esas sábanas vacías,
que ocasionalmente las llenas
cuando el alma mía,
desea besar, acariciar y tocar el alma tuya.

Finalmente, no eran cigarros,
eran cenizas desnudas de tus cicatrices
que hoy, entre nuestras distraídas almas
Se volvieron letras para esta poesía
llena de matices, y deseos sin plasmar.

Cita con el alma  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora