Café XLIII

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Qué importa si me siento con un café en la mano y un buen libro, mientras la lluvia corretea por mi ventana, me detengo en uno que otro párrafo recordando la verdadera razón por la que me encuentro aquí.
Amándome en la cálida mañana, sintiendo el amor puro desde lo más sencillo, comprendiendo que no hace falta nadie más para las buenas épocas, para las mañanas de café y de un buen libro, no, solo hace falta la disposición de mi alma, para abrazarme suave en el aroma de un café.

Cita con el alma  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora