Capítulo 2: Lidiando con los Problemas Internos

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Me levanté temprano y me arreglé con tal de ir a trabajar.

Al llegar a la oficina encontré a Scarlett en la mesa de planos; la saludé como de costumbre y, al poco tiempo, empezamos con los dibujos.

Se nos había asignado (por orden de Richard) los planos del Burghái, un nuevo edificio que sería construido en Bristol, el cual tenía ciertas especificaciones que resultaban técnicamente desafiantes.

El proyecto era ambicioso en todo su esplendor; mi compañera y yo teníamos que hacer demasiados cálculos, realizar algunos bocetos, usar herramientas para la precisión de nuestros dibujos, entre otras cosas.

No me quejaba. Este proyecto se me hacía más llevadero si era con Scarlett (desde hace tiempo he aprendido a tolerar sus excentricidades).

¿Y qué decir de Scarlett? Ella es la clase de mujer que, aunque uno pase años con ella, sigue siendo enigmática a su modo. La conozco desde que éramos niños y hemos pasado de todo juntos; una amistad que se ha ido fortaleciendo con el paso del tiempo, y eso se traduce en que he tenido que presenciar sus curiosos noviazgos, he tenido que consolarla en sus rupturas y hasta he tenido que soportar sus bizarras bromas.

Aparte de la compañía de esa mujer, algo que me mantenía motivado era ese anuncio de las vacaciones que se avecinaban; como mañana será nuestro último día de trabajo decidí no preocuparme demasiado por el transcurso de los planos. Igualmente, podría terminarlos en casa.

Tiempo después, Scarlett y yo pudimos descansar.

Bajamos al lobby del edificio (vacío como siempre), compramos unos refrescos en la máquina expendedora y nos sentamos en el sofá.

La pelirroja se había acomodado a su modo (siempre se le ocurría sentarse en alguna extraña posición. A veces, incluso, se acostaba en el sofá como si nada le importase) y se la pasaba hablando conmigo de sus peculiares gustos.

- Como te decía —se escuchaba apasionada—, ese anime que estoy viendo se está poniendo bueno

- ¿Por qué lo dices? —le pregunté— Tienes tiempo viéndolo

- Sí, pero en el capítulo 729 la trama se pone muy interesante, porque el protagonista ya hizo el golpe de estado y se convirtió en dictador y, carajo, le están lloviendo enemigos por todas partes. ¡No te imaginas cuántos! Y ese pendejo aún no se da cuenta de que la rubia está enamorada de él

- Ya veo.... Pero es un anime, algo así no sucedería en la vida real

- ¿A qué te refieres?

- Eso de no percatarse cuando una mujer está enamorada de ti. Creo que sería algo obvio

Scarlett soltó un sonido burlón.

- Charles, tú eres el menos indicado para hablar de eso

- ¿Por qué? Tengo mi experiencia con mujeres

- Las mujeres imaginarias no cuentan, bobo

- Puedes fastidiarme como quieras, pero recuerda que...

- Sí, ya lo sé. Tuviste tus relaciones, pero eso fue hace mucho, muchote. Fue cuando había un jardín, dos vagos desnudos y una serpiente. ¿Me entiendes?

Me quedé callado por un momento, respirando profundamente antes de contestarle a la pelirroja.

- Hace poco estábamos hablando de ese anime raro —le dije—. ¿Cómo fue que llegamos a mi vida amorosa?

- No me quejo —ella bebió su refresco—. Verte irritado es más interesante. Me produce más satisfacción

Viendo que no saldría de esta incómoda charla (por ahora), decidí sacar mi celular.

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