Capitulo 9

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Pov Sam

¿Podemos salir mañana en su lugar?

¿Qué demonios?No la he visto en cuatro días. Estuvo en Tailandia por alguna mierda de inauguración.La última vez que la vi fue después de mi última pelea. Una que gané tan rápido que mi oponente, un boxeadora búlgara, apenas lanzó un puñetazo antes de que la liquidara con una combinación de un golpe directo, un gancho, unas cuantas patadas frontales y patadas circulares.Yo estaba en el borde mientras luchaba.

Sólo quería que la noche terminara. Maxwell y sus amigos ricachones estaban un poco molestos porque terminé la pelea tan rápido, pero no tenía energía para el drama, y quería terminar la pelea rápidamente sabiendo que Sam estaría volando temprano al día siguiente.Durante los días antes de la pelea, Sam estuvo ocupada con algunas cosas que su padre le había pedido que hiciera, también estaba siempre hablando por teléfono con una mujer llamada Naomi. Me dicuenta de que algo estaba molestándola, pero cada vez que le preguntaba, ella sólo me besaría, me distraería y olvidaría mi pregunta.

O yo fingía olvidar mi pregunta. Ella me lo diría cuando estuviera lista.Y ahora esto. Seis palabras que envió a través de un mensaje. Su avión acababa de aterrizar hace veinticinco minutos. Cuando llamé a Daria ayer, le había pedido reporte de la agenda de Sam y parecía que ella estaba sin asuntos en dos semanas. Quería decírselo esta noche, pedirle que me acompañase. Era desconcertante hablar con una asistente sobre el  horario de mi novia, sí, ella era mi novia, no pedí su consentimiento u─¿ opinión, pero su centro en mi boca y mi clítoris en sus manos la hizo oficialmente mía. Por supuesto que no era así con todas las chicas, pero hice mis propias reglas con Sam.

Además que se sentía bien, yo llamándola mi chica y ella parecía feliz por eso también. Daria era una chica genial. La vi un par de veces en el apartamento de Sam. Me dio pistas sobre lo que le gustaba a Sam, Tic Tacs y diamantes. Tic Tacs, del tipo de color naranja, que podría comprar en cajas. Los diamantes tendrían que venir más tarde.Golpeé enviar y contestó al segundo timbrazo.

No. O me voy para allá o vas a venir está noche.

—Mi mandato claro,ni siquiera la dejé saludar.Ella me estaba enojando. Habíamos hablado todas las noches en el teléfono. Era plenamente consciente de que la echaba de menos y estaba caliente como el infierno por ella. Sólo había un límite para lo que una persona podría tomar por videollamada con su hermosa y sexynovia.Hola a ti hermosas. —Su voz entrecortada rompió a través de la línea—.¿Por qué suenas tan molesta ? ¿Fué el tráfic? ¿Un conductor se cerró delante de tí ?No me estaba engañando. Estaba tratando de distraerme.—No.—Mon, por favor bebé... —Era tan sexy, tan caliente, incluso a través del teléfono.Bajé mi pluma, escribiendo en el papel delante de mí. Estaba tratandode encontrar la manera de cambiar la mecánica en el sistema de calefacción que Tee me había enviado para que H-TEC, la compañía para la que estábamos diseñando, fuera capaz de utilizar el aire fresco desde el exterior, reduciendo así la necesidad de aire acondicionado en todo momento y aumentando su capacidad para ahorrar energía.

No. ¿A qué hora vas a venir ? —cuestioné, haciendo caso omiso de supetición. Era final; la estaría viéndo esta noche—. ¿O quieres que conduzca hacía allá ? —Su apartamento estaba a treinta minutos conduciendo, pero podría hacerlo en quince. El tráfico era ligero a las siete de la tarde.Suspiró.—Es sólo que estoy cansada.—Esta bien , entonces voy a conducir a tú lugar .

—¿Por qué estaba poniendo excusas de todos modos?

No. Puedo conducir hasta tú casa. Estoy bien.

Caída en la peleaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora