Capitulo 14

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Buenas mis amores, este es el último capítulo de este mini maratón, mañana regreso con más , con amor Sam....

No estás comiendo mucho... -observó con sus ojos oscuros parpadeando, cuestionando.-Aún estoy llena. -Tomé un sorbo de Perrier en mi vaso Kiriko que tenía una flor estampada.-Pero no has tocado el resto de camarón que dijiste que querías probar -observó, su mirada perforándome.Kirk, lo siento. -Dejé caer la servilleta que estaba agarrando con fuerza sobre el suelo-. Simplemente no tengo apetito en este momento.-Sam, deberías haber dicho algo. -El vaso de sake que se encontraba sosteniendo estaba a medio camino entre la mesa y su boca antes de que lo bajara.

-En vez de eso, nos hubiéramos quedado en tu casa o en la mía.No, no podríamos. No podemos. O mi novia te golpearía hasta matarte.-Kirk, vamos terminar por esta noche -dije con firmeza-. Hasido un día largo...

Estaba muriéndome de ganas de echarle un vistazo a mi teléfono.Había estado zumbando sin parar durante los últimos quince minutos.-Sam, acabo de llegar a la ciudad. -Se echó hacia atrás en la silla de estilo japonés, una extensión de cómo se representaba mágicamente,exquisitamente todo el ambiente de Sushi Noru-. Pensé que me extrañaste, aunque sea un poco.Le di una pequeña sonrisa. Era un buen chico. No merecía ningún tipo de hostilidad o un comportamiento grosero de mi parte.

Las líneas bajo sus ojos mostraban agotamiento. Había llegado desde Washington DC hoy y en el momento en que fue capaz de hacerlo, me llamó para pedirme que fuera a cenar con él. Estuvo hablando de una ley de energía en la que su padre estaba trabajando. Era un tipo concienzudo,un realista, y parecía estar dedicado en lo que el país necesitaba. Un día sería un gran político.-Lo siento -hablé sinceramente-. Mi agenda ha sido una locura. No estoy tratando de ser miserable.

No es una excusa, pero es la razón principal de por qué estoy un poco distraída.-Está bien, puedo entenderlo. -Sus ojos relajados, un hoyuelo haciendo acto de presencia en el borde de su boca.-Prueba este. -Señalando la tempura de camarón en el centro de la mesa, dijo-: Realmente está bueno.Asentí y probé uno.-Oh yum, está bueno.Sonrió y bebió un sorbo de su sake.-Sam, creo que si le das a las cosas una oportunidad, algunas resultan ser realmente buenas. A veces, incluso muy buenas.Un doble significado. Una doble interpretación.-¿Cómo está tu madre? -Obviamente, estaba cambiando el tema. Por mucho que me gustara, sólo podía gustarme como amigo. Nunca haría aletear mi corazón, nunca haría que mi cuerpo ardiera de deseo y necesidad, nunca sería capaz de igualar el fuego que Mon avivaba en mí.-Está bien. Ha estado preguntando por ti. Quizás algún día tú y ella podrían tener un almuerzo cuando regrese de sus viajes de negocios.

-Su madre fue la primera mujer en convertirse en jefe de operaciones de un gigantesco medio de comunicación social. Su tamaño diminuto escondía su naturaleza barracuda, podía hundir a los hombres con un lifting de cejas y lanzar sus egos con su lengua afilada.-La próxima vez que esté en la ciudad le haré una llamada -contesté mientras el camarero volvía a llenar mi vaso con agua.Había conducido. Kirk quiso recogerme, pero a menos de que quisiera que ser cortado en pedazos por mi posesiva novia, decidí que el mejor curso de acción era ir a la cita por la no muy sutil orden de mi padre, ponerme al día con un tipo a quién consideraba como un amigo,y al final de la noche, dormir en los brazos de mi chica.Luego pasó a compartir historias acerca de su viaje y cómo sus padres estaban llevándolo bien. Cuando éramos más jóvenes, su madre casi se divorció de su padre porque siempre estaban separados. Momentos así, charlando como en los viejos tiempos, después de estar separados por un período largo y cuando Kirk habló de su madre, me hicieron extrañar a la mía, su antigua personalidad, su vitalidad. Su madre y la mía solían salir mucho.

Los Powers no eran sólo los vecinos, sino que también eran amigos.-¿Tu madre está disfrutando de Francia? -preguntó mientras estudiaba atentamente la carta de vinos.Sólo un puñado de personas sabía lo de la condición de mi madre. Mi padre era, después de todo, el rey guardando secretos.-Sí. Gracias por preguntar. -Sólo había pronunciado la mentira tantas veces que la respuesta salía automáticamente. A lo largo de los años, mi padre evadió las preguntas acerca de la desaparición de mi madre desde el centro de atención al decir que después del accidente,decidió quedarse en nuestra casa en Francia y recorrer el mundo. Una breve declaración a la prensa de todos los principales medios de noticias y después de eso, no se formularon preguntas acerca de mi madre. Ni siquiera a mí. Era aterrador el grado de influencia y el poder que el dinero podía comprar.Un camarero se acercó a nuestra mesa para preguntar si nos gustaría pedir vino. Negué con mi cabeza en respuesta..

Caída en la peleaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora