Capítulo 6: "Verdadera identidad"

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POV Becky

Hacía aproximadamente un mes que no veía a Freen. Necesitaba regalarme tiempo para pensar, para aclarar mi mente y ordenar mis pensamientos. Sólo así, alejándome de la situación e intentando verla como una mera espectadora, podría tomar las decisiones más acertadas.

Estaba en mi dormitorio, caminando de forma desesperada de un lado hacia el otro, como si fuese un león enjaulado que buscaba una forma de recuperar su libertad. Miré por la ventana con nerviosismo, y a lo lejos vi un halo de luz en medio de tanta oscuridad. Seguramente esa luz provenía del gimnasio. Como casi todas las noches, Freen estaría ahí, entrenando hasta bien entrada la madrugada. Lo sabía perfectamente. Una cosa era que no la hubiese visto y otra muy distinta que desconociera sus movimientos.

Quedaba muy poco para que llegara el día que tendría una reunión muy importante con la Señorita Nita Nappong, hija de un importante empresario, el cual controlaba el Aeropuerto Internacional Suvarnabhumi. No había una entrada o salida que ella no supervisara. Debería estar concentrada en preparar los argumentos que hiciera de esta mujer una de las más importantes inversionistas en el negocio de las importaciones y exportaciones de mi padre. El propio Richard Armstrong me había llamado personalmente para recordarme lo orgulloso que estaba de mí, y reafirmar la confianza que me tenía para manejar este asunto tan delicado. Sin embargo, mis pensamientos estaban muy lejos de ese cometido, ya que Freen los ocupaba por completo. Cerraba mis ojos y la veía. Podía recordar su rostro; sus labios tan cerca de los míos. Pero después recordaba su mirada... ese odio que vi reflejado... y la conversación con Noey empezaba a darle sentido a lo que, en un principio, creí vislumbrar.

- ¡¿Qué estuviste a punto de besarla?!- Noey era la directora general del Hotel Armstrong, además de ser una de mis amigas y mi investigadora personal. Siempre que necesitaba conocer el pasado y presente de alguien con absoluta discreción, acudía a ella. Y ahora estaba parada frente a mí, con los brazos cruzados, mirándome perpleja.

- ¿Se atrevió a besarte el cuello?- preguntó Nam, haciendo un gesto insinuante, con la típica sonrisa pícara que la caracterizaba, lo cual hizo que pusiera mis ojos en blanco.- Esa chica no aprecia su vida.

- Pues antes de seguir con lo que quiera que estés sintiendo, creo que... deberías leer esto.- Noey extendió una carpeta roja hacia mí, con un título en negro: Sarocha Chankimha.

Leí con detenimiento el informe que mi amiga había preparado. Freen era la hija de un señor llamado Somchai. Por lo que ahí figuraba, este hombre dedicado a los negocios del petróleo había quedado en la ruina como consecuencia de una mala gestión. Para poder salir del bache por la que sus empresas estaban atravesando, pidió un préstamo millonario a mi padre, comprometiéndose a pagar en un plazo de 3 años. Sin embargo, dada la situación económica en la que estaba, más los intereses elevados que se le habían impuesto, era imposible que en ese corto período de tiempo pudiese cumplir con el pago. Me preguntaba si él no fue capaz de ver esa incongruencia, o por lo menos sus asesores. Efectivamente, la empresa, a pesar de que consiguió recuperarse, no crecía al ritmo que se suponía debía hacerlo. El tiempo pasó y el capital del que se disponía no era ni la cuarta parte de lo que se necesitaba para pagar el préstamo.

El siguiente documento que vi era un contrato, un convenio, que al leerlo no puede evitar sentir cómo se me congelaba la sangre. Si la deuda no se saldaba, el pago sería una niña que, posteriormente, sería vendida y trasladada al extranjero. ¿Tráfico de menores? ¡No podía ser! ¡Estaba firmado por mi padre... y lo peor de todo, por el señor Somchai! Una cosa era tratar con drogas, negocios de blanqueo de dinero, pero... ¿esto? Esa niña sobre la que se estaba pactando en esos papeles no podía ser otra más que Freen.

Nam me sostuvo con preocupación, y yo me aferré a ella. Sentía que mis piernas me iban a fallar de un momento a otro.

- ¿Qué pasó? Porque Freen está en esa habitación herida de bala...- le pregunté a Noey, con brusquedad, como si ella fuese la culpable de la mala suerte de mi destino. Estaba segura que sabía más información, la cual no estaba reflejada en esa carpeta.

- Sus padres fueron asesinados. La encontraron casi cuatro días después del suceso. Estuvo en manos del Estado y creció en el Orfanato. Durante meses estuvo sin pronunciar palabra. No tenía más familiares...- hizo una pausa. Sabía lo que me estaba provocando sus palabras. Aún así, continuó.- No tuvo amigos, excepto Heng. Él es el lazo de conexión entre tu familia y ella. Es verdad que es guardaespaldas... una de las mejores de hecho... al menos, en eso no te mintieron.

- ¿Y por qué...?- las palabras se me entrecortaron.- ¿Qué pretende acercándose a mí?- mi voz sonó demasiado dolida, sin pretenderlo, y vi cómo Nam y Noey cruzaron rápidas miradas.

- ¿Tú qué crees, cariño?- Nam tomó mi cara entre sus manos, y me acarició con ternura. Y con ojos que derrochaban compasión, añadió.- Freen busca venganza... No hay otra explicación.

- Tienes que deshacerte de ella, Becky.- Noey, a pesar de su aspecto amable, siempre era práctica.- Sabe demasiado... Y no sólo eso... Mientras permanezcas cerca de ella... correrás un grave peligro.

Volví a la realidad. A la realidad de mi habitación y noté cómo la rabia se apoderaba de mi pecho. Así que eso era yo para Freen. La pieza que tenía que derribar antes de darle jaque mate al rey. Me dolía demasiado... nadie se podía imaginar cuánto me dolió descubrir todo aquello. Sequé mis lágrimas, ahora consciente de que estaba llorando como una niña. No me gustaba llorar. Llorar era de débiles, y yo era demasiado fuerte como para que el desconsuelo y la decepción me derrumbaran.

Lo que tenía que haber hecho era seguir el consejo de Noey y acabar con Heng, pero sobretodo con ella. En lugar de eso, allí estaba, llorando en medio de mi habitación, mirando por la ventana... esperando... ¿a qué? O mejor dicho... ¿a quién?

De repente, una fuerza nació desde mi interior. La rabia se mezcló con la impotencia y el odio que en ese momento estaba sintiendo. En un acto de repentino impulso cogí mi arma, esa que siempre mantenía guardada en uno de los cajones de mi mesita de noche, y con paso firme bajé las escaleras y salí de la casa. Con decisión, crucé el jardín, y me dirigí hacia el gimnasio, dispuesta a enfrentarme a Freen. Dispuesta a acabar con su vida... dispuesta a dejarla que me matara de una vez por todas.


*****Holaaa!!! Cómo están? Lo primero pedir disculpas a todos lo que leen la historia. La semana pasada tuve mucho trabajo, y no pude actualizar. Me alegra ver que cada día hay gente nueva que agrega la historia a sus listas de lectura. Me encanta leer comentarios de los lectores, y que den sus opiniones, sobre lo que sea... las críticas, buenas o malas, siempre serán bien recibidas. Espero que todos estén bien... No sé desde que parte del mundo leen. Aquí en España ahora son las 20:30h... así que os deseo un feliz día a todos los que esté comenzando, y una muy feliz noche a quien lo esté acabando. Muchos mumus*****

"ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora