POV Becky
- ¡¿Se puede saber por qué carajos te estás despelotando ahora?!- Nam me mira boquiabierta, incrédula ante mi actitud. Clavaba sus ojos en mi cara y luego dirigía la vista hacia mis rápidos movimientos, al quitarme la camisa y quedarme en sujetador, en medio de aquel edificio desierto en ruinas, como si de un partido de tenis se tratara.
- Hay que detener la hemorragia.- respondí de forma simple, mientras presionaba con todas mis fuerzas la herida sangrante de Freen.- ¿No entiendes que se puede morir desangrada?
- ¿Y tú no entiendes que si no nos vamos ahora vamos a terminar peor que ella?- se bajó del coche, con los brazos en jarra sobre su cintura. Su voz mostraba desesperación, así como un cierto tono de perplejidad.- Además, mírala...- dijo señalándola.- ¡está muerta!
- No está muerta, idiota.- la miré inquisitoriamente, invitándola a que me ayudara a reincorporar a la morena, a ver si entre las dos podíamos subirla al auto.- Sólo está...- a medida que la fui empujando comprobé que empezaba a recuperar el conocimiento.-...inconsciente.
Su mirada se cruzó con la mía, y con ella recorrió todo mi cuerpo. Un gesto de desconcierto se dibujó en su rostro, y sentí un poco de vergüenza al percatarme que estaba en ropa interior, al menos, de cintura para arriba.
Lo que pasó a continuación me tomó por sorpresa. Con un movimiento veloz y brusco, Freen agarró mi cintura y me empujó contra ella. No puede ver nada, pero lo siguiente que escuché fueron los disparos que salían de su pistola. Debía haberme imaginado que Perkins no estaría solo. Gritó a Nam para que se metiera dentro del vehículo, mientras seguía pegándome a su cuerpo, a la vez que intentaba incorporarse por completo. Abrí con cierta dificultad la puerta trasera del coche y entré, trayendo conmigo a Freen. Nam, por su parte, apretó el acelerador a fondo y salimos a toda velocidad del lugar, dejando tras nosotras una estela de polvo, producto del chirriar de los neumáticos contra el asfalto.
- Y ahora... ¿a dónde vamos?- mi amiga no paraba de parlotear, nerviosa, conduciendo por la autopista sin rumbo fijo. Yo tampoco podía pensar con claridad en ese momento. Lo único que seguía haciendo era presionar la herida de la morena. Mis manos y mis brazos estaban repletos de la sangre de aquella mujer, que soportaba de forma heroica el dolor, dejando como único acto de presencia en ella, el sudor perlado de su frente. – Claro... esto me pasa por ser tu amiga. Mira que mi madre me lo decía: "Nam, cuidado, Becky no es buena influencia... terminarás en problemas por su culpa".- era gracioso escucharla cuando imitaba la voz y el tono instigador de su madre.- Y mira si termino en problemas... ¡muerta! Casi me matan hoy... y todo por conocerte.
- ¡¿Te quieres callar de una puñetera vez?!- mi grito hizo que su discurso y sus reproches cesaran de inmediato.- No me dejas pensar con claridad ¡joder!- acto seguido suspiré, intentando calmar mis nervios y aclarar mis pensamientos.- En la siguiente salida ve hacia la izquierda, y luego toma la dirección que va hacia el hotel de mi padre. Entraremos por la zona privada.
- ¡A sus órdenes, mi capitana!- colocó su mano en la frente mientras me miraba por el espejo retrovisor. No pude evitar sonreír ante su interpretado gesto militar.
El resto del trayecto transcurrió en absoluto silencio. A veces, notaba que Freen me miraba, pero yo simplemente mantenía la vista al frente. Cuando sentía que su cuerpo se relajaba, era yo quien la observaba, como si quisiera saber cuáles eran sus pensamientos; averiguar lo que fuera que ocultara. Sabía que Freen era un misterio. Todavía seguía dándole vueltas a la cabeza, buscando una explicación. No entendía por qué no pude dejarla allí tirada y marcharme. Con otros, en anteriores ocasiones, lo había hecho, sin importarme, sin sentir ningún tipo de remordimiento. No era capaz de descubrir qué era lo que hacía que quisiera resolver ese misterio en forma de mujer.
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"ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO"
أدب الهواةRebeca es una mujer fría y calculadora, acostumbrada a manejar a todo aquel que le rodea. Una mujer de negocios, sin escrúpulos, enseñada por el mejor de los maestros: su padre. Freen, sin embargo, es una mujer a la que la vida le arrebató todo cuan...