POV FREEN.
Llegué desesperada a la mesa donde se encontraba Non. Me miró con un gesto interrogatorio y preocupado a partes iguales. Ya se encontraba de pie, expectante y dispuesto a recibir mis órdenes. Él también había escuchado la conversación que mantuve con Rebeca. Sabía perfectamente, sin tener que darle mayores explicaciones, que la rubia había depositado toda su confianza en mí para salir airosa de la boca de aquel lobo, en la cual se había metido sin medir demasiado las consecuencias.
Empecé a caminar de un lado para el otro, sin saber qué hacer, encontrándome completamente perdida. Y entonces cogí mi teléfono y marqué a la única persona que siempre estaba dispuesta a ayudarme, que siempre estaba disponible cuando realmente la necesitaba. Al otro lado de la línea sólo se escuchaban los tonos: uno, dos, tres... ¡Por favor, contesta! Después de varios segundos que a mí me parecieron horas interminables, la amable voz de Heng hizo el tan esperado acto de presencia.
- ¿Todo resuelto preciosa?- se mostraba contento, pero rápidamente su respiración y su tono se volvieron agitados cuando comprobó el estado de pánico en el que me encontraba.- ¡¿Quieres calmarte?! Respira Freen, y explícate con claridad.
- No tengo tiempo para demasiadas explicaciones Heng.- de lo único que estaba pendiente en ese instante era de escuchar con detenimiento lo que estaba ocurriendo al otro lado de mi dispositivo de escucha. Ahora sabía que Rebeca se dirigía al baño de las mujeres, seguida por Bianchi, el cual repartía sonoros besos a la rubia, a saber por dónde. A ese hombre no le importaba en lo más mínimo ser discreto. La deseaba, y ante tal sed de deseo, le daba absolutamente igual el lugar para hacerla suya.- Llama a tus contactos, necesito que me des información sobre los trapos sucios de Gian Pierre Bianchi... algo que me sirva para chantajearlo y que no le quede más remedio que firmar el maldito contrato de Rebeca.
- ¿Gian Pierre? ¿El marido de la señorita Nita?- Heng no entendía nada, pero aún así sabía que haría lo que estaba en sus manos para ayudarme... Siempre lo hacía.- Está bien, no te preocupes. Mantén la calma y dame unos minutos. Espera mi llamada.- antes de colgar, añadió.- No se te ocurra hacer ninguna estupidez, Sarocha. Piensa con la cabeza fría.
Este hombre me conocía demasiado bien. Suspiré aliviada, en un intento de sacar esa horrible sensación que me oprimía el pecho. No sabía qué me estaba pasando exactamente o, tal vez, no quería admitir en mi mente lo que mi corazón ya empezaba a descubrir.
POV BECKY
Le había hecho caso a Freen. No permití que Gian Pierre me dirigiese al privado que ya tenía reservado. Lo pensé mejor, y ella tenía razón. Si dejaba que él me guiase hasta ese lugar ya no tendría escapatoria, quedaría a completa merced de ese hombre y, probablemente, nadie podría acudir en mi ayuda.
No sé por qué acepté confiar en esa mujer. Por un instante, recordé que me odiaba, y que deseaba con todas sus fuerzas acabar conmigo. Había puesto prácticamente mi vida en sus manos, esas manos que momentos atrás atraparon las mías, apretándome contra su cuerpo, transmitiéndome confianza y una sensación de seguridad que nunca en mi vida había experimentado. Me atrevería a decir que, teniéndola a mi lado, sentí que nadie podría hacerme daño, porque ella estaría ahí para protegerme.
Intenté mantener las esperanzas mientras notaba cómo Bianchi se deshacía en besos y caricias bruscas por todo mi cuerpo. Su respiración excitada y su aliento caliente me invadieron de lleno mientras atrapaba mi oreja con su boca. No pude evitar mostrar un gesto de desagrado que simplemente él no notó, o si lo hizo, lo ignoró por completo.
- Me vuelves loco Rebeca.- empezó a quitarse su chaqueta, la cual acabó tirada en algún lugar de aquel baño. Mientras continuaba besándome los hombros, fue desabrochándose su camisa y aflojando su corbata, dejando a la vista su torso desnudo. Se separó sólo un momento para dedicarme una mirada lasciva, recorriendo con ella cada parte de mi cuerpo. Observé horrorizada cómo se desprendía del cinturón y se desabrochaba el pantalón. Su erección para ese entonces era más que evidente.
Sentí un escalofrío, pero de miedo. Me había equivocado completamente al creer que podría controlar yo sola la situación. Me había convertido en una presa que cayó como una estúpida en manos del cazador. ¿Dónde estás Freen?
- ¡Espera!...- intenté que mi voz sonara lo más sensual posible, pero al parecer no funcionó. Empecé a forcejear para apartarlo de mi, pero sus manos apretaban mis senos con rudeza, ignorando por completo mis palabras. Tenía ganas de vomitar. No podía soportar por más tiempo ese contacto tan íntimo.- Tal vez podemos ir a otro lugar... tu departamento, quizás...- aparté mi cara para evitar que me besara, pero él me agarró con fuerza, empujándome y manteniéndome entre sus brazos, impidiendo que pudiese escapar.
- ¡Vas a ser mía, Rebeca!- su cuerpo se acercó más al mío y empezó a mover sus caderas. Podía notar cómo su pene se ponía cada vez más duro con ese contacto forzado que estaba aplicando.- Y te aconsejo que seas colaboradora. Me cansé de tus jueguitos... seré yo quien decida dónde y cómo... - con violencia, rasgó mi vestido, dejando al descubierto mi sujetador. Como acto reflejo utilicé mis manos para cubrirme, pero él las apartó con furia, dispuesto a mirarme aunque yo no quisiera.-... y quiero que sea aquí y ahora...
Atrapó mis labios con los suyos e intentó meter su lengua en mi boca. Lo único que pude hacer fue resistirme, apretando mis dientes lo más fuerte que podía, imposibilitándole cumplir su cometido. Sin embargo, eso no fue un impedimento para Bianchi. Simplemente siguió besándome, repartiendo saliva por dondequiera que sus labios pasaban. Cerré los ojos.
Estaba claro que todas las decisiones que había tomado esa noche eran equivocadas. Otra vez me había equivocado al confiar en la morena. Una lágrima se escapó de mis ojos. No sabía qué era lo que más me dolía en ese momento. Si estar en esa situación, siendo forzada por aquel hombre, o haber confiado como una idiota en Freen y darme cuenta que, nuevamente, me había fallado.
****Hola mis corazones!!!!!!! Siento mucho haber estado desaparecida todo este tiempo. He tenido varios problemas personales y la inspiración y las ganas se esfumaron. Por suerte, las cosas empiezan a mejorar y aquí estoy de vuelta. Me alegra muchíiiiiisimo leer los comentarios y saber que la historia está gustando. Espero actualizar nuevamente el finde, aunque a última hora porque tengo guardia en el trabajo... y no quiero que me despidan jjajajaajaja Espero que les guste el capítulo. Muchos muchos mumuuuuuuus!!!!!!!!!!!!!!
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"ENTRE EL CIELO Y EL INFIERNO"
FanfictionRebeca es una mujer fría y calculadora, acostumbrada a manejar a todo aquel que le rodea. Una mujer de negocios, sin escrúpulos, enseñada por el mejor de los maestros: su padre. Freen, sin embargo, es una mujer a la que la vida le arrebató todo cuan...