I want (to punch) you so bad ☆ KookV

[53] Listo para dejar ir

13 de abril

Hay un dicho que dice que para mejorar primero tienes que empeorar, y con Jungkook no fue diferente.

Su mano sanaría en un mes, eso le dijo el médico, pero lo más importante, su corazón también lo haría ahora que, en lugar de concentrarse en todo lo que había hecho mal, podría concentrarse en corregirlo, para sí mismo y por sí mismo, si es que nadie más quería unírsele.

Minji parecía querer hacerlo, si es que los esfuerzos que puso en vendarle los dedos para mantenerlos quietos en su camino hasta el hospital eran algo que decir.

Vi a mi hermana hacer esto hace años, es pan comido. Había dicho la chica agitando la mano con desdén ante la preocupación escrita en el rostro de Jungkook - Si así era, debe haber sido un pan en forma de octágono porque esa pieza era muy difícil de cortar.

Minji se las arregló para hacer todo mal, desde comprar el tipo de vendaje equivocado, pasando por aplicar el tipo de crema también equivocado, hasta envolver la venda en la dirección equivocada, desde el lado equivocado.

Se negó rotundamente a llamar a su hermana y pedirle ayuda porque sería humillante y, según ella, su orgullo valía más que el bienestar de Jungkook. En cambio, confió en la fuente de medicamentos más confiable - un tutorial de YouTube.

Todo terminó bien (Dios sabrá cómo) y Jungkook fue capaz de soportar ese par de horas que se interpusieron entre él y un chequeo muy doloroso.

Recibió un ungüento, un yeso y se le aconsejó mantenerse alejado de espejos, paredes y otras superficies duras que pudieran parecer perforables por el momento.

Después de un par de días pudo reírse de ello, incluso hacer bromas al respecto, pero cuando sus amigos preguntaron por lo sucedido, decidió abordar la situación de una manera seria porque, aunque su imprudencia ahora era divertida, ciertamente no lo fue en el momento.

Se explicó lo mejor que pudo y fue honesto al hacerlo, diciéndoles que estaba abrumado de la vida y decepcionado por quién la vida lo había convertido, así que una cosa llevó a la otra y ahora tenía una mano rota. Pero omitió la parte de haber tenido un orgasmo muy decepcionante.

Recibió un abrazo y un regaño de Minji, pulgares arriba y 'Tengo un nuevo vecino muy molesto en caso de que las paredes se vuelvan aburridas para ti' de Yoongi y una mirada con los ojos muy abiertos de Yugyeom y BamBam, seguido de una oferta para ir a beber el domingo.

En conclusión, la vida había vuelto a la normalidad, lo que sea que eso significara, y Jungkook estaba siendo optimista con que algún día esa vida podría ser plena, completamente feliz y de bien.

Hasta que eso sucediera, todo el amor que Jungkook estaba tan desesperado por dar - ese que estuvo convirtiendo en lindos shurikens con forma de corazón y lanzó a Taehyung terminando lastimándolo - comenzó a acumularlos, pero esta vez no para esconderlos o lanzarlos, sino para dárselos a sí mismo

Lo intentaría, se amaría, era todo lo que podía prometerse, y quién sabe, tal vez lo lograría.

Empezó por cosas pequeñas, levantarse todos los días para mirarse en el espejo - el de su cuarto que no tenía la intención ni pensaba romper - y tratar de encontrar a la persona detrás de esos ojos y decirle que merecía ser amado.

Se sintió estúpido, tonto, ridículo, así como lo había llamado cuando su terapeuta se lo propuso hace dos meses. Tal vez lo era, tal vez en ese momento él simplemente no estaba preparado para ese punto en su vida.

Eficaz o no, lo decía, a veces unas cuantas veces al día si sentía que era necesario el recordatorio. Era un momento solo para él, esos pocos minutos que no pensaba en nadie más y se dedicaba a mantenerse consciente de que, incluso roto, defectuoso y enojado, todavía era encantador. Todavía era suficiente.