La Felicidad Duro Poco.

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Narra t/n.

Había pasado un mes desde que llegué a la academia, mi vida con Cinco y todo lo demás estaba relativamente normal pues aún en ese lugar no lo sentía mi hogar y aunque el se había encargado de hacermd feliz a su manera no era suficiente para todavía poderlo amar.

En este tiempo tuve oportunidad de saber más de su historia y su familia, como el echo de que tenían al peor padre de todos y que lo único bueno que hizo fue a verlos adoptado para que ellos se conocieran, todo lo contrario a su mamá que a pesar de no ser sus hijos biológicos los ama como propios.

Era viernes por la noche y ya sabia que Cinco llegaría más tarde de lo acostumbrado, estos últimos días estuve conviviendo con Lila y su niña especialmente en la hora de cenar, pero en esta ocasión ella no podría venir al parecer era su aniversario con Diego y el las llevaría a cenar así que decidí salir a cenar a la cafetería qué estaba a solo dos cuadras de la academia.

Tome mi abrigo del perchero qué estaba junto a la entrada, tome mis llaves y cuando estaba apuntó de salir la voz dulce y pasible de Grace me detuvo.

-¿a donde vas mi niña?-

-Hola Grace, iré a cenar Cinco llega tarde hoy-

-¿Y Lila no vendrá hoy?-

-No, al parecer es su aniversario- me encoji de hombros y sonrei ligeramente.

-oh ya veo, bueno pues ve con cuidado yo me iré a dormir ya, Viktor hablo y también llegará más tarde-

-Buenas noches Grace-

Grace subió a su habitación y yo salí de la academia, la noche era algo fría pero no al grado de congelarte y el cielo estaba totalmente despejado así que eso hacia posible mirar las estrellas, comenze a caminar en dirección a la cafetería.

Después de diez minutos caminando solo faltaba una cuadra para llegar a la cafetería, escuche sonar mi telefeno y metí una de mis manos en el bolsillo del abrigo para sacarlo, al revisar mis mensajes note que tenia dos nuevos mensajes de cinco, estaba apuntó de contestarlos cuando alguien paso corriendo a mi lado empujandome y haciendo que mi teléfono cayera al suelo.

-¡Ey! Ten más cuidado- dije molesta al tiempo que levantaba mi teléfono de el suelo, pero otras manos también tomaron mi telefeno haciendo que los dos lo levantaramos del suelo y en cuanto hablo pude reconocer su voz, era Tyler.

-Perdoname, soy un idiota la prisa me hace cometer estupideces- cuando se dio cuenta quien era, río nasalmente.

-Al parecer tienes la mala suerte de cruzarte en mi camino-

No sabía que decir ni que hacer sentía el corazón latir a toda prisa, me quedé inmóvil por un momento sin decir nada hasta que su voz me saco del pequeño tranze.

-De verdad lo siento-

-No te preocupes, todo tenemos algo de torpe-

-Me estas diciendo torpe- finjio ofensa y sonrió burlon.

-No, no para nada yo.. Am lo que quiero decir- conteste nerviosa y con voz temblorosa, no pude terminar de hablar cuando el me interrumpio.

-Estoy jugando, no te pongas nerviosa-

Todo se quedo en silencio por unos minutos, el me miraba sonriente como esperando a que contestara algo pero los nervios eran lo único que me dominaban ahora hasta que por fin pude hablar.

-Me tengo que ir- me di la media vuelta pero sentí como me detuvo del brazo.

-Espera, dejame compensarte aunque sea algo de los dos malos momentos qué te e echo pasar te invito a cenar, ¿qué dices?- no pude decir nada y sentí como comenzaba a ruborizarme, estaba apuntó de decir que no pero mi cerebro hablo antes que yo.

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