Capítulo 4.

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*Narra Max*

"Sabía que algún día tendría que dejarla ir. Que a pesar de todas las buenas y malas cosas por las que hemos pasado todo llegaría a su fin.

No conforme con eso, no decidí distanciarme, porque quería disfrutarlo mientras podía.

La amo mucho".

Terminé mis labores en la casa, aun no comía, así que estaba muerto de hambre. Decidí ayudar en algo más, y comencé a aspirar la alfombra, aquella percudida y áspera alfombra. Cuando de pronto sonó el timbre, así que avance hacia la puerta principal y abrí.

Ella estaba ahí, tan bella como siempre, esos bellos caireles rodeando esos grandes y cálidos ojos, me preguntó si podía salir, obviamente le dije que sí. Solo tenía que terminar lo que comencé. Finalmente terminé, me puse esa vieja chamarra de mezclilla, unos jeans, y mis Converse.

Avance hacia el parque, y la vi de espaldas, pensé en correr y abrazarla, pero no pude hacerlo, la intenté asustar, y al hacerlo solo volteo repentinamente y sonrió al verme, Dios, amo esa sonrisa. Hablamos sobre cómo nos fue en la escuela el día anterior, anécdotas graciosas, y luego de eso me recosté a ver las nubes, pensé en ser libre y vagar alrededor del mundo. Cuando de pronto ella se acercó, me recosté pecho tierra, y ella se recostó sobre mí, dijo que mi cuerpo vibraba de una forma peculiar al hablar, comencé a hacer ruidos locos, y a ella le comenzó a causar gracia.

Amo esa risa.

(Fragmento de nota escrita por la persona en la cual ha sido inspirada Max)

La chica de los rizos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora