La chica de los rizos.

Capítulo 21.

Adam abre la puerta de su casa y me invita a pasar, realmente era un buen chico.

-Pasa-dice Adam sonriente.

-Gracias-digo.

-Quieres ir a mi cuarto?

-Si ok.

Subimos las escaleras hasta llegar a su habitación, esta desordenada, cama desatendida, ropa por todas partes, cosas en el piso, etcétera, etcétera.

-Bien ya vuelvo-dice Adam levantando un dedo.

-Ok.

Me dispuse a limpiar la habitación de Adam, sabia que no sería facil peri me esmeraria. Empiezo botando las cobijas al suelo, al tender la cama me puse a doblar la ropa( y la mayoría estaba sucia).

Adam aun no ha vuelto, que estará haciendo?

En fin después de recojer la ropa puse sus objetos en las estanterías, los coloque cómo yo los acomodaria si fuera chico, y para terminar mi obra maestra abrí las cortinas.

Wow, yo hago milagros.

Bajo las escaleras corriendo para decirle a Adam ychoco con el a media escalera, siento como un liquido caliente recorre mi torso. Café.

-Lo siento Margo! -dice Adam con los ojos abiertos como platos.

-Tranquilo creo aue en mi mochila traigo otra playera.

Termino de bajar las escaleras y me quito la camisa, muchos diran que que atrevida i cosas asi, pero ya que mas da, Adam me ha visto en ropa interior.

Adam baja las escaleras y se para al lado de mi.

-Margo en serio lo siento solo quería llevarte una taza de café.

-No impor...-no pude terminar la frase porque un enorme pastor alemán nos tiró a Adam y a mi, primero tiró a Adam y luego yo caí sobre el a solo centímetros de su boca, si no hubiera puesto las manos nos hubiéramos besado.

Justo en ese incómodo momento entraron los jugadores del equipo de fútbol americano.

-Wow.-dice uno-yo creí que las rubias eran mas tu estilo.

Se empiezan a carcajear todos y a hacer bromas de Adam, puedo sentir como me sonrojo como nunca.

-Chicos no es lo que piensan, Margo es solo una amiga. Le regue el café encima y se tuvo que cambiar entonces el perro de mi madre nos tiró.

-Claro. ..-dicen en tono de incredulidad.

-permiso-digo mientras me dirijo al baño con mi playera en la mano.

-Chicos prometan que no le dirán a nadie.

-Okok-dijeron acoro