Estaba sacando humo por los oídos, mi sangre hervía, seguramente mi riñón se haría piedra por él coraje que estaba haciendo, camino un poco apresurada hacia cualquier lugar donde ese idiota estuviera fuera de mi vista, si lo veía lo podría extangular, doy un paso firme pero tropiezo con un vaso de plástico y caigo (Moraleja: No tropiezes con vasos de plástico si usas tacones de 14 cm) ni siquiera me dolió, tampoco me impacté ñu nada, de hecho estaba dispuesta a levantarme como si nada hasta que un chico se dispuso a ayudarme.
-¿Estas bien?- Preguntó un tanto preocupado
-Si, si, gracias...-Dije incitándolo a que me dijera su nombre.
-James, James Willows, y tú eres...
-Margo, Margo James.
-Wow, que pequeño es él mundo. -Dijo sorprendido.
-Así es...-Dije admitiéndolo.
Hablamos de mil y un cosas, y concluimos que somos muy parecidos, pasadas las tres de la mañana, me invitó a su habitación, no se alarmen, no soy una cualquiera, fuimos a su habitación para poder platicar con más calma y menos ruido, al llegar a su habitación, puso en unas pequeñas bocinas " Arabella" de Arctic Monkeys, y fue a su cuarto por algo.
-Ten, aquí no tienes que fingir ser barbie, princesa. -Me dijo lanzándome una camiseta súper holgada con el logo de los Arctic Monkeys.
-Ohhh, ¡La amooo!- dije refiriéndome a la camiseta.
-Quedatela. -Dijo indiferente, me dirigí al baño, y me puse la playera, al salir de ahí, me quité los tacones, en seguida me miró sorprendido.-Aww, eres muy pequeña-dijo poniendo su codo en mi cabeza usándome como mueble.
-Tú eres muy alto, eso es diferente.-Dije aclarándole.-Bueno, ¿Donde me siento?
-Ehh... Donde quieras.-Dice sonando obvio, y como yo soy la reina de la literalidad lo que hice fue dirigirme a la cocina y sentarme encima del fregadero, él me mira con expresión incrédula, y luego se ríe burlónamente.
-¡Odio esa canción!-decimos al mismo tiempo, reíamos a carcajadas mientras James cambiaba la canción, "One for the road" Arctic Monkeys, me levante del fregadero y comencé a bailar lentamente con él ritmo de la canción, a los pocos momentos James ya estaba bailando también, y cuando menos lo esperábamos, ya estábamos bailando juntos.
Solo se escuchó un azoton de la puerta, y se vio un chico entrar en él cuarto con una corbata atada en la cabeza, y pinta de vagabundo, solo se veía como se tambaleaba, seguramente por lo ebrio que estaba, al acercarnos nos dimos cuenta de que era León.
-Eh tú idiota, ¡Alejate de mi chica!- Dijo León con una voz arrastrada y un poco floja.
-León, no soy tu chica, superalo, nunca lo fui, no lo soy, y nunca lo seré.
-Creo que lo llevaré a su habitación.- Dice James.
-Si, creo que será lo mejor, yo, ya me voy James, gracias por la playera.
-Si, de nada.-Dice James tratando de levantar a León del suelo.
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La chica de los rizos.
Teen Fiction♡♥♡♥♡♥♡♥♡♥♡♥♡♥♡♥ Esta es una enmarañada historia. :)