La chica de los rizos.

Capítulo 41.

El vestido era preciso a mi talla, Josh siempre había tenido un don para adivinar las tallas, y esta ocasión no fue la excepción, el vestido me entallaba como si hubiera sido diseñado para mi, además de que sin querer mi maquillaje cuadraba perfecto con el vestido.

Salgo del baño y en seguida Max dirige su mirada hacia mi.

-Margo te ves preciosa.

-Hice lo que pude.

-¿Vamos?

-Vamos

Salimos de la habitación de Max y nos dirigimos hacia el salón de eventos del campus, de entrar saco un pequeño espejo demi bolso y veo si mi maquillaje esta bien, al parecer todo va en orden, así que Max y yo entramos al salón

Al entrar al salón miro desconfiadamente a todos pues no los conozco, solo reconozco a algunas personas que seguramente compartimos clases, de repente siento una mirada barrirme entre todos, era Leon, aún me recuerda a aquellos viejos tiempos, tiene su mirada clavada sobre mi, yo le devuelvo la mirada, y al darse cuenta en seguida sonríe, la cual yo le devuelvo, y de repente una chica lo jala de una manga, el voltea y le responde con un beso, me encamino hacia Máx, ya que es al único al cual le tengo un poco de confianza.

Sentía que alguien me estaba siguiendo, así que me movía lo más constante posible sin deshacerme de la sensación, siento como un brazo toca mi hombro, en seguida volteo y me encuentro con León.

-Hola Margo, me preguntaba si podríamos hablar sobre esto. -Dice León rascandose el cuello.

-No entiendo que significa esto, pero sabes que siempre me ha gustado hablar, así que si.- Tomamos asiento y nos llevaron ponche.

-Entonces, que pequeño es el mundo, ¿No crees?

-Si, así es.

La tensión era tanta que se podría haber cortado con tijeras, no era agradable, intenté romper la tensión hablando sobre nuestras vidas, y funcionó, pero como 5 mins despues la tensión había vuelto, realmente no sabía que hacer, y usualmente yo siempre sé que hacer.

-¿Bailamos? -Preguntó León.

-¿Y tú novia?

-Solo vamos a bailar, no vamos a hacer nada más ¿O si?

-Definitivamente no.- dije dándole la razón a León.

Nos levantamos y nos ponemos a bailar, debo admitir que no soy muy buena bailando canciones lentas, soy más ágil con las rápidas, de hecho tosdo lo hago mejor cuando lo hago rápido, inclusive él cubo rubik, mi récord ha sido de 4 minutos, la verdad es que realmente me siento orgullosa de eso.

León se acerca cada vez más hacia mi, y yo traro de alejarme en movimientos fallidos, llegó un momento en él que choque con una mesa, así que ya no puedo retroceder mas.

-León, ¿Qué haces?-pregunto sin obtener respuesta, León me besa en un movimiento audaz, pero en seguida que nuestros labios se tocan los separó, y le doy una bofetada, ya que fue lo único que se me ocurrió para defenderme.

-Estúpido, tienes novia idiota.

Siempre ha sido así, igual de lanzado e impulsivo.