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" Dicen que cuánto más quieres algo, más estas destinado a perderlo"

En el tiempo en que he estado sola he aprendido que las personas son temporales y lo que más duele es no volver a verlas. Por eso me había prometido no querer a nadie, tanto como para resultar lastimada.

Pero Tae Yoon ha sido alguien a quien no he podido alejar, aunque me resistí y quise ocultar mis sentimientos, era algo que ya no podía negar. Estaba enamorada de él.

Y después de un año juntos, siento que podré superar cualquier cosa si esta a mi lado.

Cada vez que lo miro, me doy cuenta que tome la decisión correcta. Por eso lo que más deseo es que nuestra felicidad dure. 

Miro una estrella en el cielo y cierro los ojos deseando que asi sea. Cuando escucho unos pasos avanzando—Ji Eun— le oigo decir.

—¿Esperaste mucho?— pregunta.

—Un poco—pensé que ya no vendrías—le digo a Tae Yoon fingiendo un poco de enojo.

—Se que estas ocupado con lo de la universidad así que..

—No estés triste— sabes que solo tengo ojos para ti.

—Lo sé— le digo esbozando una sonrisa.

—Y —¿ qué hay de ti?— ¿en el trabajo no hay otros chicos?

—Si— varios..

—Espera..— creo que deberíamos ir a tu trabajo. Siento que debería presentarme.

—Ellos saben que tengo un novio muy guapo con el que no podrán competir.

Y al instante el sonríe y me toma de la mano.

Me parece algo romántico y nos permitimos caminar así un poco.

Al inicio cuando caminábamos de la mano, cada que pasaba una persona nos soltábamos. Los coreanos aún son muy conservadores y tratábamos de evitar esas miradas sobre nosotros pero después de un tiempo cuando Tae Yoon me sostenía la mano ya no lo soltaba.

Me tomo un tiempo entender que no debo preocuparme tanto en lo que piensen los demás.

Al final lo único que cuenta es la mano que sostengo a mi lado.

Avanzamos por un largo trayecto, mientras hablamos del trabajo. Estos día han sido muy ocupados y casi no hemos tenido tiempo de vernos. Y además Tae Yoon debe estar muy ocupado con lo de la mudanza.

—Bien—y entonces ¿se arreglo todo con lo de la casa?—pregunto.

—Si— encontré un lugar más barato aunque queda un poco lejos. Estará bien por mientras.

—La próxima deja me ayudarte con la mudanza. Sabes que también quiero estar a tu lado cuando me necesitas.

—¿Acaso es esa una propuesta?— bromea Tae Yoon.

Y sonrió ante la idea.

—¿Qué te parece si mejor vamos a pasear en bicicleta?—propone.

—Quisiera pero—.. ¡no me hagas decirlo!—No se manejar— le digo en voz baja.

—No creo que haya problema—Yo conduciré — dice. Y me toma de la mano.

Parece un buen día para andar por Hanyang Park, el clima es fresco y la noche parece menos oscura.

Las puertas del destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora