C6. Crema Americana y Chocolate Amargo.

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Carretera abandonada con el cartel verde caído iluminado por el cielo índigo, estupefacto con el motor chamuscado, el prado infinito y en su montaña el anciano árbol.

Porque con todo este tiempo le fue imposible solucionar los problemas que venían acarreando, el corazón y la costilla rota, su relación con su hermano y el inútil de su padre vagando por los pasillos en busca de su alpargata.

Ínfimo en la vida, el viento moviendo las ramas oscuras y podridas, vencidas en su lucha por sostener su esclarecido amor, por quiénes lo vieron crecer, al cielo negro nublado en el horizonte, pero verticalmente apagado.

La cómoda empolvada, la caja con fotos olvidada en lo profundo de su closet, lejos de la ropa de color y los pantalones de mezclilla.

Pensando en sus apodos "Kahl" "judío" "Estúpido" "Idiota" "judío" lo odiaba tanto, tanto. El sueño frio que les causaba un domingo a las trece horas, con las ganas inmensas de desnudarse y parlotear en su patio trasero sobre el nulo sentido de las lombrices. ¡Ciegos!

Anímate a cantarme algo si tienes los huevos bien puestos.

¿Desde cuándo tenía ese gorro ahí? ¿Por qué las ganas de coleccionar todo lo que él tiene? ¿Por qué odiaba tanto tener una erección cuando entraba al feed de Instagram de él? Y encima aborrecía con toda su alma cuando veía sus historias con chicas que no conocía. La empleada de su madre seguro. Asco, asco, asco y mucho asco.

Su cabello ya le hacía molesto y no lo dejaba ver, se envolvió en su propia soledad y sin ningún mensaje de texto, pensando en su propia persona, ¿Quién era ahora? ¿Confunde soledad con falta de atención? ¿O son sinónimos? Sea cual sea la respuesta, quejándose no lo sabría, pero tampoco tenía las ganas de levantarse y prepararse un vaso con leche y galletas.

-¿Kyle? Hijo, llevan golpeando la puerta hace más de media hora.

-¿Y? -Alargo la pregunta de mala gana, odioso de que interrumpiesen su esfume.

-El niño gor...

-¡Ah! ¡Dile que me espere! Ya bajo. -Corrió a buscar su mejor camisa. -¿Verde o roja? ¿Roja o verde? ¿Cual? -En su infinito pensar y en los miles de posibilidades de que lo fuese a ver tan repentinamente, no se percató que ya se había vestido y, por consiguiente, caminaba a su lado. -¿Te gusta el amarillo?

-¿Que? -El gesto de asco lo devolvió aún más a la realidad.

-Agh...Olvídalo. Y... ¿Qué te trae por aquí? -Con las manos detrás y su simulada felicidad, esperaba una respuesta que le fuese suficiente para calmarse.

-Te extrañaba. -Resultado contrario reflejado en su rojo color oculto en su camuflado cabello. -Quería verte antes, pero, se me complico con el restorán de mi madre.

-¿Querías verme?

-Me aburrí tanto estas semanas, que tenía ganar de burlarme de alguien, imaginarme tu estúpida cara no me fue suficiente, tenía que ver en carne propia lo feo que estas.

-¿Feo yo? Para tu información, me siguen más chicas a mí que a ti en Instagram.

-Vaya, viejo...Realmente estas obsesionado como para ver cuantas mujeres siguen a tus amigos, ni siquiera yo me fijo en ello. -Era verdad, para empezar, ni siquiera se seguían. -Aunque bueno, para un bueno para nada como tú, debe ser aburrido tener que estar tirado en cama con el móvil durante todo el día. Mejor úsalo y mensajéame para salir algún lado, o te presento gente nueva.

Apagado y con la mirada baja, contesto. -No, no, estoy bien. -Era algo que ya sabía, no tenía por qué repetírselo en la cara, solo lo hacía recordar lo tan patético que se debía ver cuando saltaba en la cama emocionado al tintineo del celular para solo ver que se trataba de un anuncio de TikTok. Ni siquiera usaba los cascos con sonido envolvente que presumió durante tres meses a sus amigos en Counter-Strike o quizás el maso de cartas intercambiables que tanto lo enorgullecía, ¿O la colección de comics? Ya se le hacía aburridísimo el tomo cinco, lo había leído incontables veces que, si tuviese que tatuarse él solo los diálogos, lo haría en un instante.

[CANCELADA]- Plan, Acto Y ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora