Tratado de paz.

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Nota este capítulo es una rescritura del arco 2, por lo que su continuación canónica es post arco 1. Disculpen las molestias y espero que disfruten el capítulo.
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El recuerdo de todo lo que viví yacía en mi mente en todo momento.

Los errores que cometí, el dolor que ocasioné a muchas personas. Algunos me llegaban a importar lo cual hacia esos recuerdos más amargos.

Las heridas que profanaron mi cuerpo y lastimaba a la mente al punto límite.

Recuerdos felices que tuve alguna vez en mi vida.

Incluso recuerdo las veces que mi conciencia se apagaba.

En estos 15 años que pasaron de mi vida, creí que la mejor elección era simplemente ignorarlo y vivir el día a día mientras creaba nuevos recuerdos en el presente.

No tendría que recordar nada que me lastimara y podía sonreír como lo hice alguna vez.

Jamás estuve tan equivocado.

La sangre de alguien querido manchaba mis manos, mientras su cadáver sin vida permanecía en el suelo con un agujero en la garganta.

Su asesino, frente a mi parecía lamentarse la muerte de la persona frente mio.

Un recuerdo del presente que no quería crear ni recordar, pero un recordatorio de mi fracaso.

Ante mis ojos vi como esa persona explotó en mi cara y su cuerpo se desintegró en gran parte junto con el mío.

Incluso la vez que la tuve que dejar sola por mis actitudes compulsivas.

Al final vi morir a esa persona en tres mundos distintos.

Todos eran recuerdos que quería guardar en ese cajón y cerrarlo para siempre, pero no era justo para el. Por su propio error vio morir a esa persona tres veces, sentí que tenía que recordar ese dolor para evitar que esto volviera a suceder.

Todo era por Aiko, mi hija.

Quiero un buen futuro para ella, quiero que sea feliz y que sea capaz de vivir en este mundo.

Si eso se me cumplía yo podría morir feliz, no necesitaba nada más.

Por su bien y por el mio, necesitaba dejar de esconder todo lo que me hace daño y solo buscar la felicidad.

Necesitaba madurar.

Después de mucho tiempo finalmente decidí abrir el cajón de los recuerdos.

-Las interacciones con Ram y Roswaal.
-La biblioteca húmeda de Beatrice
- La sensación de tener el estómago abierto por culpa de Elsa
-Ser la comida de muchas mabestias.
-El abrazo cálido de Rem
-La inocencia de Emilia
-y finalmente, la primera vez que vi a Aiko. El momento donde mi vida dio un giro de 360° para siempre.

Ahora entiendo por qué lo había guardado, era bastante incómodo recordar el comportamiento de mi pasado.

El aire me empezó a faltar y mi cuerpo temblaba...estaba nervioso. ¿Como no estarlo mientras uno recuerda las veces que murió y de la forma que lo hizo?

¿En qué momento le había puesto tan poco valor a mi vida? El solo pensar eso me daban ganas de vomitar.

???: ¿Se encuentra bien? Parece que está mareado ¿Quiere que nos detengamos unos minutos para que se recupere?

Al lado mío se encontraba Jeff Waugh, un caballero de la guardia real que nos estuvo escoltando desde la salida de Egano hasta ahora. Ahora mismo se encontraba guiando al dragón de tierra con las riendas.

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⏰ Última actualización: Feb 03 ⏰

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Re:zero Recuperando el brillo desde ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora