Crónicas en Ragnarök

Un Juego Ideal [HeraJack]

El pedido involucraba tantas cosas que esto fue lo mejor que pude lograr jajaja
(～￣▽￣)～

[Dinámica] HeraJack
[Temática] Juego

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Algo que Heracles había aprendido sobre Jack durante estos últimos meses de convivencia, después de su resurrección y batalla del Ragnarök, sin duda alguna sería como el britanico poseía un lado revoltoso al darse las condiciones adecuadas.

Y no, no se trataba sobre el 'colorido arte' de asesinar... aunque quizás el nuevo hábito del famoso asesino serial se debía a intentar encontrar una nueva forma de redirigir aquella energía burbujeante bajo su piel debido a la promesa entre ambos.

Al decidir levantarse un día como cualquier otro con ganas de jugar a los "policías y ladrones" al tomar algún objeto requerido por el semidiós y así ser perseguido por este por los intrincados pasadizos, laberínticos callejones y extensos techos de la población donde la deidad griega tenía su residencia externa al panteón griego.

Las señales a segundos previos al juego ya las conocía, sin embargo Hercules aún era tomado por sorpresa cuando Jack le daba aquella sonrisa.

Una sonrisa que prometía un tiempo 'divertido' para el humano cuando el semidiós preguntaba por el objeto en cuestión al no encontrarlo con Jack aparentando sorpresa. Inclusive 'intentando recordar' dónde pudo haberlo puesto. Una excelente actuación por la que el griego caía siempre antes de darse cuenta que era el comienzo del juego cuando el humano preguntaba, con el objeto en manos, si aquello era lo que buscaba antes de desaparecer usando alguna de las enormes ventanas -para su figura delgada- como salida de escape.

Jack aprovechaba los pocos y preciados segundos en los que el griego reaccionaba y salía por la entrada principal. La deidad sólo admiraba el final de la capa del britanico desapareciendo al adentrarse dentro de un callejón cercano. Heracles inhalaba y exhalaba un par de bocanadas al poner su mente en modo cazador y sonreía ampliamente, el humano no era el único favorecido ni agradecido por este pequeño juego entre los dos considerando lo, a veces abrumadoramente, tranquilo que podía ser la inmortalidad en el Valhalla en recientes tiempos.

Un poco de estímulo era necesario periódicamente.

Los transeúntes presentes en la calle cubrían sus rostros cuando rafagas de aire se producían levantando polvo como consecuencia del momento de salida del semidiós para perseguir al conocido criminal.

Durante su batalla mortal del Ragnarök, el Destripador habrá probado ser un oponente escurridizo. Sin embargo, fuera de batalla el pelirrojo creía que comenzaba a comprender cómo es que el abino había logrado mantenerse en el anonimato por tanto tiempo sin ser capturado; la deidad griega lo consideraba reto mayor que la cierva de Cerinea.

Siempre había un pequeño roce con la yema de sus dedos antes que el humano le eludiera recurriendo a un simple pero brusco cambio de dirección o a algunos de sus artefactos creados en su bolsa para poner una buena distancia entre ambos.

Heracles mantenía el ritmo rápidamente usando su fuerza divina para forzarse a continuar la persecución sin tiempo de descanso, sabía que esa era su única estrategia contra el escurridizo humano.

Aunque cada nueva persecución parecía alargarse un poco más que la anterior.

Cuando el humano estaba llegando al límite de su estamina, Heracles estaba preparado para recibirlo en sus brazos con un último y poderoso impulso de sus músculos para capturarle -en esta ocasión en pleno vuelo- riendo jovial por el resultado de la caza sin percatarse de la mirada embelesada del britanico al observar tan brillantes colores en la divinidad.

Al poner los pies nuevamente sobre terreno sólido, Hercules acomodaba mejor a Jack en sus brazos y comenzaban el camino de regreso con el pelirrojo halagando sin dudar las habilidades del cansado humano y comentando que quizás podrían comprar la cena de esa noche.