Crónicas en Ragnarök

Pequeñas Sorpresas [Varios]

No saben todos los HCs que tengo para un ABO con estos ships... no lo saben...
(/▽＼) Pero aquí les doy una probadita de unos jajaja

[Dinámica] Principal HaQin & BeelNiko, más secundarios
[Temática] Omegaverse

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Con el final del Ragnarök, también había llegado la accidental revelación sobre el segundo género de los participantes humanos: con la excepción de uno, TODOS eran omegas. El rumor se expandió a través del plano divino como el universo luego del Big Bang mientras las divinidades eran tomadas por sorpresa y una gran parte de la humanidad también.

Las conjeturas sobre quién podría ser el posible Alfa del grupo humano no se hicieron esperar. Buda era descartado automáticamente considerando que al ascender a la divinidad aún mantenía su estatus como -un muy rebelde- Omega; los siguientes en ser descartados fueron asombrosamente quienes podrían pasar fácilmente por Alfas: Raiden y Lü Bu. El primero diciendo que por su tiempo y profesión tuvo que reprimir su estatus -para ayudar a su pueblo- por largo tiempo y el segundo simplemente nunca le dio la importancia necesaria al ser su único objetivo el pelear.

Así lentamente se fueron descartando, con miradas de incredulidad, a los humanos que más prometían ser el candidato. Fue de la manera más mundana posible al ganar un partido de dominó, contra deidades menores, junto a una montaña de oro, joyas y regalos para su nueva familia que el Padre de la Humanidad revelaba el haber asumido el puesto de Patriarca de los Einherjar por ser el único Alfa -de apariencia etérea y fisionomía ideal- dentro del grupo.

Añadiendo que se encargaría de cuidar a sus pequeños hijos omegas de cualquier entidad que desease tomar ventaja de ellos.

Aquella advertencia a los dioses rivales de los humanos no les hizo retroceder en sus intentos de ganarse la atención de los poderosos guerreros al quedar prendados de sus respectivos humanos durante sus combates. Ser Omegas sólo era un extra -muy bien recibido- a la larga lista de cualidades por las cuales deseaban ser los únicos antes sus ojos entre los millones de entidades -posiblemente interesadas- viviendo en el Valhalla.

Algunas deidades contando con más suerte que otras para tal proeza.

El gran emperador de China llevaba una semana sintiéndose fácilmente fatigado con mucho menos ejercicio que el usual al practicar su arte marcial, de igual manera su atención comenzaba a flanquear al quedar con la mente en blanco durante las pláticas con sus compañeros de armas.

Recientemente esa mañana cuando Nikola entró a su habitación luego de recibir permiso, al buscarlo para el desayuno a pedido de Eva, le encontró inusualmente fatigado y se ofreció a intentar averiguar sobre su padecimiento.

Tesla no era médico sin embargo era el más cercano a los conocimientos más modernos, además del estudioso del grupo para averiguar qué enfermedad podría estar aquejando al oriental. Con su típica disposición positiva y brillante, el serbio-americano le aseguro que todo estaría bien.

Sin embargo no tuvieron que esperar mucho para saber la verdad cuando dos figuras de sorprendente altura pasaron frente al cuarto con su puerta entreabierta y se detuvieron en el acto.

"No puede ser," comentó Raiden, con sus dos crías -cortesía de Shiva- riendo al ser cargadas a modo de costales de arroz sobre sus hombros, captando la atención de los dos omegas en el interior, "¡Felicidades a ambos!" Lü Bu a su lado, con su cachorro -y de Thor- envuelto en una suave sábana en uno de sus brazos asentía a lo anterior diciendo que el aroma de ambos había cambiado.

"Oh, ¿Hades-dono y Beelzebub-san ya lo saben? ¿No? Oh wow, seguramente será una gran sorpresa para ambos."

Esa tarde al enterarse de las noticias, dichas deidades enfrentaron la ira de Adam al azotar -casi desprendiendo- la puerta principal de la casa cuando el adulto de avanzada edad tomaba su rutinaria siesta. Luego se les permitió, bastante golpeados por lo de la puerta y las futuras sorpresas, encontrarse con sus correspondientes rivales.

Hades rápidamente se deshacía en promesas de cuidados y lujos sin igual -inclusive había traído un regalo costoso- a Qin, con Beelzebub más tímido asegurando que se haría cargo y sorprendiendose cuando Tesla sonriendo le comentaba que deberían tener el mínimo ideal de tres crías.