Sus Dígitos Favoritos [BeelNiko]

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(❤'艸`❤) Uno de los pedidos con los que más me he divertido hilando la historia jajajaja
Bueno... Beel tiene que demostrar de lo que está hecho hohohoho

[Dinámica] BeelNiko
[Temática] 3 - 6 - 9


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Three, six, nine. Trois, six, neuf. Drei, sechs, neun; era la misma respuesta en diversos idiomas.

Aquellos eran los dígitos que regían al cosmos -y por ende a la ciencia- en palabras del científico humano. Beelzebub ignoraba el razonamiento detrás de la creencia tan arraigada en el humano, pero no evitaba sonreír ante los pequeños detalles y costumbres que Nikola desarrolló alrededor de estos números.

Nunca dejando de tomar por sorpresa al octavo combatiente divino.

"Tú, yo... y Satán: somos el mínimo ideal," comentó el serbio-americano como una broma al inicio de su relación al preguntarle la razón de aceptar salir con él, sin embargo Beelzebub teorizaba si la respuesta había endulzado lo suficiente a su maldición para no manifestarse violentamente contra el humano.

También era adorable como adaptó nuevas costumbres ahora que tenía una pareja y vivía en el Valhalla.

A las NUEVE de la noche, un cansado -y criado en el campo- Nikola se acercaba a Beelzebub, quien se encontraba leyendo algún libro como descanso de sus labores, dando un pequeño bostezo para pronunciar un tenue "buenas noches" y repartir TRES suaves besos en su rostro: uno en cada mejilla y otro en sus labios. Entonces procedía a encaminarse hacia la habitación que compartían para descansar.

A las SEIS de la mañana y luego de las NUEVE horas de sueño recomendadas según algunos estudios, Nikola se levantaba con su usual nivel alto de energía listo para continuar sus investigaciones y experimentos. Luego de cepillar su boca se acerca nuevamente a la deidad, quien en un punto de la noche se había adentrado a la cama, para repartir nuevamente TRES besos entre suaves risas y un "buenos días". Recibiendo una respuesta similar por parte de Beelzebub al compartir un abrazo matutino.

Momentos después del desayuno, el científico se preparaba con una ropa deportiva -regalo de la deidad- para trotar sus usuales TRES kilómetros con la compañía de la divinidad siguiendo su paso sin dificultad y compartiendo amenas charlas sobre sus respectivos trabajos además de lluvias de ideas.

Siempre concluían en NUEVE ideas para citas, SEIS ideas para regalos y TRES ideas sobre posibles remodelaciones para sus laboratorios.

Una vez de regreso, tomaban un baño -a veces juntos y otras no, dependiendo de la disponibilidad en tiempo del Príncipe Infernal- para prepararse y tomar caminos a sus respectivos lugares de trabajo no sin antes prometerse de encontrarse a las TRES de la tarde para tomar la comida juntos.

A pesar de ser una rutina semi fija, Tesla nunca se negaba a cambios de haber razones de fuerza mayor que alterarán los horarios y Beelzebub nunca pensó que se adaptaría con tanta facilidad para pasar a ser su nueva normalidad.

El 'hechicero de la humanidad' simplemente sabía cómo deslumbrarlo aun fuera de batalla.

"Creo que TRES son lo ideal, pero no me niego a la posibilidad de NUEVE, si Beelzebub quisiera descendencia. Entiendo que como deidad de la, erm, abundancia está en sus instintos proveer en... cantidad."

Adamas, ya acostumbrado a las bromas del destino, no se molestó en esquivar el golpe en 'aerosol' del vino proveniente del científico divino al escuchar aquella respuesta. Se encontraban en una reunión social con Hades; con el 'hermano mayor' soltando la pregunta mientras le preparaba una bebida suave al inventor humano por lo que no presenció la escena causada a sus espaldas por su curiosidad.

"¡Beelzebub! Me agrada este chico, no lo dejes huir," comentó complacido la deidad ctónica dando palmadas amistosas en el hombro a una estupefacta deidad hebreo-cananea procesando lo dicho y mirando a un sonrojado Nikola tomando pequeños sorbos de su bebida.

A las NUEVE de la noche, Beelzebub no perdería el tiempo para bendecir a su humano al llegar al hogar.

Crónicas en RagnarökDonde viven las historias. Descúbrelo ahora