Crónicas en Ragnarök

Sutiles Indirectas [ZeroBuda]

╰(￣ω￣ｏ) ¿Conocen el meme de los hombres no captando indirectas?? Bueno... este es el fic...
Todavía peor porque tanto japoneses como gente de la India y alrededores parecen ser muy reservados al intentar hacer visible su interes.

[Dinámica] ZeroBuda
[Temática] Coqueteo

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Desde su regreso del Niflheim hace dos años, el universo parecía sonreírle -más de lo normal- a Zerofuku. No sólo había vuelto a retomar su esencia primaria como UNA SOLA entidad la mayoría del tiempo; a veces aún necesitaba fragmentarse de nuevo en sus siete alter egos para cubrir todos los asuntos correspondientes a dichas deidades, sino que también ahora contaba con la amistad del Iluminado, Buddha.

Lo cual considerando lo independiente que es el humano deificado se siente como una gran victoria a su favor.

Especialmente cuando era la divinidad budista quien proponía salir juntos a comer o dar recorridos por el vasto plano divino, considerando que el dios de cabellos albinos ansiaba ver por sí mismo los más recientes cambios alrededor. Era muy diferente tener solamente las memorias de los siete dioses de la suerte a ser partícipe de las atracciones o eventos que se realizaban cuando visitaban diferentes rincones del mundo celestial.

Horas más tarde y con Buddha recargado en la entrada de su residencia después que Zerofuku -orgullosamente- se asegurará de acompañarlo de vuelta, el Iluminado le pregunta si había disfrutado del día e inclusive, de aplicar, se disculpa con una sonrisa por recortar su tiempo juntos debido a sus responsabilidades como la figura central del budismo. El dios de la fortuna siempre le asegura que, primero, disfrutó mucho de la velada y segundo, que entiende dichas circunstancias.

"Prefiero mejor tomar una siesta, o compartir mi tiempo contigo," era una de muchas variantes de las razones con las que su amigo budista le proponía volver a verse para el entusiasmo del dios de mayor edad. Zerofuku siempre asentía a las propuestas. Para él, el poder compartir tiempo con su rival amistoso conforman algunas de las experiencias más amenas en su restaurada existencia.

Aunque... a veces no podía evitar sentir que acapara demasiado del tiempo y atención del Iluminado respecto a sus otras amistades. En los cortos momentos que cruzaban caminos realizando sus respectivas labores, Zerofuku era testigo -a la distancia- de escenas donde Buddha en compañía de terceros (los tres sabios restantes o su 'hermano mayor' Jakata o algunos Einherjar) platicaba entre bocados riendo a gusto con ellos.

Lo último que quería era mostrarse ambicioso, egoísta o controlador sobre cómo debía administrar su tiempo, el recuerdo no tan lejano de Hajun alimentado por sus emociones negativas aun lo acechaba; por lo tanto, el dios metamorfo siempre extendía la invitación para que la otra deidad trajera a sus amigos o 'hermanos' a algunas de sus salidas.

Buddha reía divertido ante su entusiasmo y aceptaba; comentando que le mandaría los detalles sobre la ahora salida grupal en un par de días antes de lo acordado para que no se le olvidará.

Cuando dichos datos le eran compartidos, Zerofuku se veía en la urgencia de encontrar colegas dentro de su panteón o preguntar a algunos de los dioses guerreros del Ragnarök de confirmar quienes de los Einherjar irían por medio de los mensajes intercambiados con Buddha.

En ocasiones Zerofuku creía que las demás deidades, en específico su compañero japonés Susanoo-no-Mikoto, parecían debatirse mentalmente para comunicarle algo antes de abandonar la idea y aceptar acompañarlo a la salida grupal.

No debía ser tan importante si podía esperar.

Dichas salidas probaban ser algunas de las más divertidas cuando visitaban algunos de los puntos más icónicos del plano divino.

Zerofuku reía divertido de recordar cuando el joven dios Apolo y Poseidon se incluían a sí mismos de saber que Leónidas y Sasaki habían aceptado acompañarlos en una excursión al distrito de compras.

El primero de ambos guerreros mayores en búsqueda de algún nuevo libro para sus tardes de lectura en su hamaca y terminando con diez bolsas de buen tamaño en cada mano como regalos por parte del dios griego quien a su vez portaba la misma cantidad de bolsas con prendas iguales en su talla. Demostrado su gran benevolencia y generosidad con su hermoso rival y también de poder presumir en su próxima 'cita' el vestir iguales.

El rey espartano le daba un ligero empujón con su cuerpo que apenas desviaba a Apolo de su rumbo diciéndole que si era tan buen dios que le comprara una caja de puros. Leónidas luego se dedicaba a gritar y perseguir a Apolo exclamando que no hablaba en serio y no quería quedar endeudado cuando la deidad solar salía corriendo a cumplir el deseo del humano.

Sasaki simplemente necesitaba algunos accesorios para su cabellera, en específico ligas luego que varias de su posesión reventaran en sus manos después de cumplir su ciclo de vida útil y terminando en aceptar cada pequeña caja y bolsa que el dios de los mares le imponía sin decir palabra alguna con el samurai sonriendo y dando una ligera reverencia en agradecimiento a pesar de su confusión que lograba hacer al tirano divino resoplar en satisfacción si uno sabía observar con atención.

Nadie estaba seguro si Poseidón había amenazado o sugerido a su rival el usar alguno de los accesorios para la próxima vez que se vieran con el japonés cabeceando un rápido 'hai' en respuesta antes de ser jalado por su bufanda para que lo siguiera hacia otra tienda siguiendo el consejo de su hermano mayor sobre 'hacer llover regalos'.

Buddha y Zerofuku riéndose ante las curiosas escenas: una de persecución con sus respectivas compras en brazos y la otra demandante sobre que acepte cada detalle otorgado; el dios budista comiendo tranquilamente un helado en cono. Apenas tuviera su posición más asentada en el panteón japonés, el dios de cabellos celestes se prometió que también le haría algún regalo al humano ascendido como muestra de su amistad.

El repiqueteo suave del recordatorio que le anunciaba que hoy tenía una reunión en una cafetería con Buddha saco a Zerofuku de sus recuerdos y lo motivó a comenzar a limpiar su escritorio por el día antes de su salida.

El Iluminado entre los humanos saboreaba con gusto un poco del parfait de temática de conejito que había ordenado en una cafetería del panteón japonés. Zerofuku creía que una atmósfera rosa de verdadera felicidad creaba un halo a su alrededor.

"Eeeeh, a Buddha-chan realmente le gustan las golosinas."
"¡Hhmmmmmm!"

"¿Tan bueno está?" Preguntó el de cabellos sueltos ante la expresión de placer de su acompañante. Una cuchara con un poco del postre frente su rostro siendo la respuesta, sonrió al darse cuenta que Buddha estaba compartiendo de su merienda con él, "¡Itadakimasu!" Sonrieron entre ellos hasta que el sonido de un móvil interrumpió el momento. Zerofuku asintió cuando Buddha dijo que necesitaba tomar la llamada saliendo de las instalaciones para hablar tranquilamente con Kintoki y preguntar el motivo.

"Por todas las calamidades, ¿es que acaso eres ciego y sordo?"

Involuntariamente el cuerpo de Zerofuku se sacudió en un escalofrío al reconocer la voz.

La presencia del dios demonio Beelzebub lo ponía de mal humor, desconfianza y alerta inconscientemente sin entender la razón. Bueno era el dios maldito quizás a nivel instintivo reaccionaba a ello automáticamente. El dios de ojos bicolor -en una mesa cercana en compañía de Nikola quien disfrutaba un milk tea- suspiró frustrado. También involucrado en una danza lenta pero efectiva de conquistar al humano de ojos aguamarina.

"¡Está coqueteando contigo!"
"¿Eh?"
"¡Desde hace dos años!"
"¿Uh?"

Los trabajadores y comensales presentes en el establecimiento buscaron con sus miradas el origen del sonido de una gaviota gritando pensando que el pobre animal había quedado atrapado dentro de la cafetería por la cercanía a una bahía. Sin saber que dicho 'animal' había salido para exigir respuestas del sexto representante de la humanidad y recuperar el tiempo perdido al no haberse dado cuenta de sus intenciones antes.