Su LED amarillo.

Capítulo 1: Nuevo trabajo.

Tras el incidente con su jefe y todo el cambio de papeleo que conllevaba su traslado, por fin era su primer día del trabajo nuevo.

Su turno empezaba a las ocho y media de la mañana pero al ser el primer día no se la requería a esa hora, técnicamente solo iba a reportarse con el nuevo capitán y esperar nuevas ordenes a partir de eso. Mientras desayunaba estaba atenta a su portátil y a las otras dos pantallas conectadas a la torre de debajo de la isla de la cocina. Tomando su segundo café del día mientras seguía trabajando, descubrió a su gata subiéndose a su regazo haciendo que pegara un ligero salto del susto.

-Mochi ahora no, tengo que escribir mi informe para el hombre malo.- le habló suavemente a la gata negra y blanca. 

Recibiendo un maullido de respuesta la chica rio un poco rindiéndose para darle unos cariños. 

-Pórtate bien, ¿si? Mamá tiene que ir a trabajar para que tu puedas seguir estando gorda.- se rio de nuevo mientras la bajaba al suelo.

Al acabarse el desayuno descubrió que solo le quedaba media hora para salir, por lo que tras cambiarse de ropa y arreglarse un poco el pelo, cogió las llaves y salió por la puerta.

*****

Al llegar al Departamento de Policía de Detroit,  aparcó la moto y dejó el casco atado para no tener que cargarlo. Nadie lo robaría de todas formas, no en el parking de policía. Cargó en su mano la acreditación que su jefe le proporcionó y entró. 

El lugar estaba un tanto atareado aun siendo todavía tan tarde, habló un poco con los androides recepcionistas para saber a donde ir. Segundos después estaba esperando para ver al Capitán Jeffrey Fowler. Observaba a todos pasar y hacer sus tareas mientras que algunos se le quedaban mirando extrañados. Ella los ignoró, minutos después por fin la recibió.

-Hola, soy Annabeth Walker.- se presentó al entrar con una pequeña sonrisa.

-No te robaré mucho tiempo señorita Walker, solo quería decirle que aunque es un tanto inusual su llegada a mi departamento, espero todo de su parte.- habló serio el hombre de tez oscura, solo con esas palabras ya supo que no le iba a caer bien. -Será compañera del teniente Anderson, y parece que tiene suerte porque acaban de reportar un caso. Anderson ya debe estar en la dirección, así que vaya directamente.

Simplemente asintió y se dirigió a la puerta para irse pero fue interrumpida por su voz.

-Y señorita Walker, espero que no tenga problemas aquí, según su jefe esta sería su última oportunidad.- habló serio pero firme. Ella tensó su mandíbula. -Que no se le olvide.

Asintió de nuevo y salió.

*****

En cuanto llegó a la dirección que le dieron, supo muy bien que era allí. Aparcó la moto un poco lejos para después acercarse a los policías que custodiaban la entrada evitando reporteros y civiles que estaban para curiosear. Enseñó su permiso de acceso y entró a la propiedad encontrándose con un policía que la recibió.

-Buenas, soy Annabeth Walker, acaban de trasladarme.- habló con una sonrisa.

-Buenas señorita Walker, me avisaron de tu traspaso. Soy Ben, encantado.- contestó el hombre con una sonrisa mientras le daba la mano.

Ella con un poco de resentimiento la tomó, devolviéndole el saludo.

-Estoy buscando al teniente Anderson, ¿ha llegado ya?- preguntó observando los alrededores.

También aprovechó para empezar a buscar pistas.

-No, aún no, pero no debería tardar.- contestó de nuevo con una sonrisa.