||𝐓𝐨𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐮𝐬𝐭𝐞𝐝𝐞𝐬||

17|Te veo

Caminaban hacia la casa de Tonowari y Ronal. Ellos se habían enterado que Lo'ak se vinculó con Payakan y por eso hablarían con él.(llamaron a los demás igual)

Ronal se detuvo para que así todos pasaran y el último fue Lo'ak, ella lo siguió. Entraron en la casa y Ronal igual.

—Tú lo permiste. — habló Ronal—¡Permitiste que se vinculará con el exiliado!

Tonowari se quedo callado y miró a su hija.

—Tsireya. — llamó y ella lo miró—Me decepcionas, hija.

Luego de un tiempo Neytiri y Jake llegaron donde ellos.

—Y tú... — se dirige a Lo'ak—eres hijo de un gran guerrero...te enseñaron a ser mejor.

—Payakan me salvo la vida, señor. No lo conoce. — habló Lo'ak

—No, Lo'ak. — murmuró Tsireya al ver como le respondió

Tonowari asintió mientras lo miraba.

—Siéntate. — habló y Lo'ak lo miró—Siéntate. — repitió, Lo'ak se sentó y él hizo lo mismo—¡Siéntense! — ordenó

Los chicos se sentaron con rapidez de igual manera. Tonowari resopló con brusquedad.

—Escucha mis palabras, muchacho. En los días de las primeras canciones...los tulkun luchaban entre ellos...por el territorio...y por venganza. — contó—Pero se dieron cuenta...de que matar por más justificado que esté...sólo provoca más muertes. Así que prohibieron matar. — explicó—Es es la ley de los tulkun. Payakan...es un asesino, así que...es un exiliado.

—Lo lamentó, señor. — habló Lo'ak—Pero se equivoca.

—Lo'ak. — dijo Neytiri a sus espaldas—¡Le hablas al Olo'eyktan!

—Sé lo que...

—¡Ya fue suficiente! — lo interrumpió Jake

Reyaä mantuvo la cabeza baja, si Lo'ak continuaba hablando. Eso le traería más problemas.

—Sé lo que sé. — terminó por decir

Ronal masculló ante la actitud que tenía Lo'ak. Jake y Neytiri se acercaron a su hijo.

—Ya es suficiente. — murmuró Jake—Me encargaré de él. — lo tomó por el brazo con brusquedad

Reyaä se levantó del suelo y vio como su padre se lo llevaba. Luego de un rato Tonowari dejo ir a Neteyam y Reyaä.

En el camino a la casa, era silencioso ninguno tenía nada de que hablar sobre lo que sucedió.

—Reyaä. — llamó su madre

—¿Sí? — detuvo su paso

Neteyam se detuvo de igual manera cuando su madre llamó a Reyaä, lo más probable era que fuera para hablar sobre lo sucedido.

—Neteyam, continua hacia casa. — el menor dudo por unos segundos y se mantuvo al lado de Reyaä, Neytiri se sorprendió al ver que no había hecho caso.

—Neteyam. — murmuró Reyaä al saber lo que estaba haciendo

—No fue su culpa, Reyaä no puede ser siempre responsable por todo lo qué pasa con Lo'ak.

—Esto nos pudo costar la estadía. — continuó Neytiri—Tu padre te dio órdenes específicas sobre cuidar a Lo'ak.

—No pude hacer nada para evitarlo, la confianza que Lo'ak tiene hacía Payakan es mucho más grande de la que tiene con cualquiera. — habló Reyaä

—¿disculpa?

—Sí, él confía en Payakan lo suficiente como para contestarle así al Olo'eyktan. Yo no puedo discutir con él la confianza que le tiene a Payakan.

—No discutir, persuadirlo. — corrigió

—Tampoco puedo persuadirlo, Lo'ak ya no es un niño de 10 años que se puede controlar, tiene 14 años y el tiene control de sus propios sentimientos. No puedo siempre estar a cargo de él, yo no soy la madre de Lo'ak.

—¿Cómo le estás hablando a tu madre? — frunció el ceño

Reyaä miró un poco asustada a su padre, al parecer no venía con buena actitud.

—También estás como tu hermano, rebelde ante los superiores? — se acercó a ella

—Sólo decía que...

—Que no eres la madre de Lo'ak? — terminó la oración por ella—Sí, me queda bien en claro que no eres su madre, pero eres la hermana mayor. — se cruzó de brazos—Neteyam, vete a la casa.

—Pero...

—¡Ahora! — lo miró

Neteyam sacudió la cabeza y terminó yéndose dejando sola a Reyaä con sus padres.

—Dime una cosa, Reyaä, que entiendes por "cuida a tu hermano"? — la menor desvío la mirada—No, me miras a los ojos cuando te estoy hablando o ahora no tienes la valentía para responderme de igual manera que le respondiste a tu madre? — Reyaä lo miró—Cuando yo te pongo a cargo de alguno de tus hermanos, Neteyam, Lo'ak, Kiri o Tuk. Es porque tienes que vigilarlos y cuidarlos de hacer alguna negligencia. ¿Crees que eso hiciste cuando permitiste que Lo'ak se vinculará con el exiliado?

—No, señor, pero Lo'ak confía en Payakan y por eso lo hizo.

—Entonces porque Lo'ak confía en Payakan tú confías en el?

—No.

—¿Y para que demonios lo permitiste, ah? Acaso tú no estabas ahí? No estabas vigilando a tu hermano?

—Sí, señor. Pero me lo impidieron.

—¿Quien te lo va a impedir? ¿Ao'nung? ¿Tsireya? Tú crees que ellos serían tan incompetentes como para detenerte de cuidar a Lo'ak?

Reyaä apretó sus labios para así no decir que sí.

—Espero que comprendas que esta estupidez pudo habernos costado la estancia en el clan.

—Sí, señor... — murmuró entre dientes y se marchó

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Tsireya había decidido acompañar a Lo'ak para así poder hablar con él a solas.

—Su enojo pasará. — habló Tsireya—Lo'ak, hoy vi algo. Vi que un tulkun eligió...a un niño de la selva. Estoy muy orgullosa de ti. — admitió

—Payakan no mató a esos jóvenes. — volvió a decir—Lo vi todo. La nave demoníaca mató a su madre frente a él. Reunió a los machos jóvenes y a los niños para atacar la nave. Y asesinaron a todos...pero fueron las personas del cielo, no él. No es un asesino.

—No, Lo'ak. Según la ley de los Tulkun, lo es. Él carga con esas muertes.

—¿Debe pagar por ello el resto de su vida? Sabe que procedió mal. Nunca lo volvería a hacer.

—Debemos decirle a mi padre... — lo agarró del brazo

—No. — se negó—Ya tengo muchos problemas con el mío.

—Tú padre lo entenderá.

—No, no lo entenderá. No entiende nada. Todo el clan me odia. Sangre demoníaca. Alienígena. — mostró su mano—Es todo lo que ven.

Tsireya tomó la mano de Lo'ak y lo miró a los ojos, dispuesta a decirle lo siguiente.

—Te veo. — reveló y Lo'ak la miró de igual forma—Eres hermano de tulkun. Ahora eres uno de los nuestros. — Lo'ak sonrió levemente al ver que Tsireya le creía.

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