FIFTYSEVEN

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📍Dorne

Cuatro días antes...

Su viaje en barco fue lento y un tanto aburrido, Kiri seguía a las embarcaciones por el aire y Daenaera pensó en desobedecer a su madre, montar a su joven dragón y llegar a Dorne

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Su viaje en barco fue lento y un tanto aburrido, Kiri seguía a las embarcaciones por el aire y Daenaera pensó en desobedecer a su madre, montar a su joven dragón y llegar a Dorne. Pensó en que si hubiera ido volando, ya podría estar ahí.

Un día de viaje fue suficiente.

Daenaera descansaba en una de las pequeñas habitaciones del barco, su puerta fue golpeada.

—Lady Daenaera—Llamaron.

La joven se incorporó, vistió lo más rápido que pudo su vestido y abrió la puerta, el guardia se enderezó al verla y habló neutral.

—Estamos por llegar, milady.

Agradeció en silencio, abandonó su habitación y corrió hasta uno de los bordes del barco, Sunspear se mostró a lo lejos y sonrió enormemente, la última vez no había tenido tanto tiempo para disfrutar, ahora podría hacerlo.

Los barcos se detuvieron y tuvo que ser llevada a la orilla en un pequeño bote, con total seguridad. En el muelle, pudo ver un número considerable de personas, entre ellas a su prometido.

El príncipe Oberyn Martell.

La última vez que se habían visto el se había mostrado sumamente interesado en un matrimonio con ella, la había llenado de pequeños regalos durante su última estancia y eso la había encantado. Ni bien el barco llegó al muelle, el príncipe se acercó a ella y extendió su mano.

Daenaera le sonrió, encantada ante la caballerosidad que mostraba, tomó la mano que le era extendida y él la sostuvo con total delicadeza.

—Bienvenida, Lady Daenaera—Oberyn le sonrió.

La joven Velaryon respondió a la sonrisa y no pudo evitar sentirse cohibida cuando el beso el dorso de su mano, Daenaera nunca había querido casarse ni tener familia pero estaba dispuesta a aceptar todo eso sí su esposo era aquel príncipe que sostenía su mano.

La llegada de Daenaera de la casa Velaryon fue algo que se celebró, Dorne recibió a Daenaera con un banquete en su honor en Sunspear, le fue otorgado un hermoso vestido dorado que vistió con orgullo, aquellos muy pronto serían sus colores y le encantaban.

Tal parecía que la familia Martell no estaba dispuesta a escatimar en gastos, y Daenaera dedujo que Oberyn había exigido todas aquellas excentricidades para su futura esposa, aún así, cada uno fue colocado en las esquinas de la mesa, alejados. Aún así, durante todo el banquete, sus miradas no pasaban desapercibidas, estaba más que claro que ambos se gustaban y Daenaera no estaba dispuesta a ocultarlo. Los problemas de la casa del dragón con Dorne estaban dispuestos a ser olvidados debido a aquella unión.

La mirada de Oberyn se volvió intensa durante algún momento de la cena, Daenaera no se sintió cohibida, un mínimo gesto como un beso en la mano la ponía nerviosa pero sostenerle la mirada a aquel hombre frente a ella era fácil, Oberyn se levantó de su asiento, su mirada siguió fija en su prometida, ni bien llegó a su lado extendió una mano hacia ella, incitándola a bailar. La joven Lady no se lo negó, tomó su mano y ambos descendieron hacia la pista, al verlos, algunos invitados más se les unieron. La música comenzó y Oberyn se encargó de mantener el cuerpo de Daenaera cerca del suyo.

Dragon's Sea [Rhaenyra Targaryen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora