Dragon's Sea [Rhaenyra Targaryen]

FORTY

La boda que había ocurrido en Dragonstone no llego a oídos de los verdes ni a oídos de nadie más, la soberana Rhaenyra dejo en claro que aquella unión se mantuviera secreta por el momento a petición de Laenaera.

Los días siguientes a ese fueron los más felices para el nuevo matrimonio, Laenaera había descubierto que su nueva actividad favorita, además de pasar las noches con Rhaenyra, era molestar a Daemon quien parecía estar ahora de mal humor todo el día, todos los días. Los jovenes primos habían comenzado a llamarse "hermano" y "hermana" a excepción de Jacaerys y Aerea quienes extrañamente se habían distanciado desde la boda de sus madres.

En el poco tiempo que había transcurrido desde su llegada a Dragonstone, Laenor finalmente había reclamado a un joven dragon que compartía su edad, era tan oscuro como la noche pero con destellos rojos, tenía entendido que la criatura había eclosionado de un huevo perteneciente a Syrax, el pequeño dragón fue bautizado Kaemon, según el principito quería que su dragón compartiera nombre con su padre a quien había admitió extrañar profundamente logrando romper el corazón de Laenaera. Un huevo fue colocado en la cuna de la bebé Daellaena pero apenas su madre lo dejo a sus pies la pequeña princesita comenzó a llorar desesperada.

Rhaenyra no sé había despegado de su esposa en los días posteriores a la boda, las nuevas esposas disfrutaban de pasar sus mañanas, días y noches en la cama, Daemon había tratado de acercarse pero la soberana lo alejaba rápidamente.

ㅡLaenaera es mi esposa, no tuya.

Y cerraba nuevamente la puerta.

(...)

Aquella mañana no fue diferente a las pasadas, Rhaenyra despertó envuelta en las sábanas de la cama que había estado compartiendo con Laenaera, su cuerpo estaba totalmente desnudo y su cabellera alborotada, todas las noches les gustaba explorar aquellos lugares donde podían darse placer mutuamente y cuando creían encontrarlos todos uno nuevo aparecía. La reina extendio su mano por sobre las sábanas esperando encontrar aquel cuerpo que emanaba calor por las mañanas, no sintio nada, confundida se incorporo en la cama y miro alrededor de la habitación.

ㅡ¿Leah?ㅡLlamo, no hubo respuesta.

Las puertas se abrieron y por ellas entro Laenaera, portaba un vestido mal atado, su cabello estaba suelto y en sus manos llevaba dos tazas de té, Rhaenyra sonrió ante la vista y recargo su espalda en la pared.

ㅡHe despertado está mañana esperando encontrar el cuerpo de mi esposa a mi ladoㅡLa menor habloㅡLo único que encontré fueron sábanas arrugadas y la ausencia de un cuerpo.

Laenaera sonrió, dejo la bandeja sobre una de las mesas y camino hasta la cama, se sentó en la orilla y extendio su mano hacia Rhaenyra quién la tomo de forma inmediata.

ㅡMe temo, su majestad, que su esposa fue a buscar algo para el dolor ya que según han dicho, la reina ha estado insaciableㅡLaenaera sonrió con burla.