"Devil Boy"

''Pity Party''

It's my party and I'll cry if I want to
Cry if I want to (cry, cry, cry)
I'll cry until the candles burn down this place
I'll cry until my pity party's in flames
It's my party and I'll cry if I want to
Cry if I want to (cry, cry, cry)
I'll cry until the candles burn down this place
I'll cry until my pity party's in flames

☆

En todos sus cumpleaños recordaba a su madre, una castaña de sonrisa amable, cuyo aspecto fue deteriorando con los años hasta su muerte.
Eric era conciente que en parte la muerte de su madre fue su culpa, pero sinceramente no parecía importarle para este punto.

Cuando era joven se veía a él como un niño bueno y a su madre como un demonio, pero ahora entendía que los roles siempre estuvieron en reversa.

Pero, ahora ella no estaba aquí, y solo Dios podría juzgarlo.

.  .  .

Un chico rubio con trenzas y gloss rosa mantenía su cabeza recostada en las piernas del diablo. Quizá era uno de los pocos que no sentía miedo de acercarse, quizá el único el cuál recibía un poco de respeto de parte de alguien como él.

El rubio estaba semi desnudo, solo llevaba unos boxers y poco le importaba. Miraban revistas juntos de mujeres poco tapadas o porno rídiculo o muy sensual. Esa era la "diversión" de los chicos, ya mayorcitos. Eric ya fué expulsado del bachillerato y ahora trabajaba en un restaurante y en una cafetería. En cambio el rubio seguía intentando terminar sus estudios, mas también trabajaba a medio tiempo

Hoy Eric cumplía 18, eso solo lo sabía Kenny.

El rubio quería hacer una fiesta, podrían invitar a sus viejos amigos tal vez, pero eso no le entusiasmaba para nada al de cabellos castaños. Sobretodo por la ruptura que tuvo con el judío el cual juró odiar desde corta edad. No era que no lo superase, solamente verle la cara se le hacía repelente, las ganas de asesinarlo crecían cada vez más y Kenny sabía que él era capaz de matar a cualquiera si se lo proponía; ya había vivído la experiencía de ser asesinado por él.

Kenny abrazaba a Eric también le daba besos en la mejilla jugetonamente.

No eran novios, ni lo fueron o serían, pero su relación era algo profunda y extraña que ni ellos mismos se entendían y lo que menos querían era ponerse a discutir el tema; así que solo quedaban en que eran "mejores amigos".

.  .  .

Cartman comía palomitas como un cerdo, sus uñas pintadas de rosa no quedaban para nada con su actitud, no llevaba camiseta así que solo un collar dorado de cruz que colgaba de su cuello era lo que decoraba su pecho velludo, además de sus tatuajes. Como ejemplo el de su espalda que era unas alas demoniacas las cuales tenía de tatuadas para compartir con el rubio que a diferencía de él marcadas en su espalda eran unas alas angelicales.

Cada cierto tiempo, cada uno tomaba un cigarro y los dos se acercaban para prenderlos a la vez juntos y se obervaban de cerca, detenidamente.

El ojo azul del castaño no brillaba, parecía sin vida, porque así como otras partes de su cuerpo este ojo no pertenecía a él si no al inmortal cuya cabeza yacía en sus piernas.

Eric deshacía las trenzas del rubio y peinaba suavemente esos cabellos dorados con sus dedos mientras observaba esos ojos diamante brillar con la luna.

Cuando los gemidos femeninos le comenzaron a penetrar la cabeza apagó la televisión y se acurrucó con su amigo. Eric sintío las manos del contrario en su pecho, tocando su tatuaje de corazón. Las manos frías no le molestaban y no pensaba en apartarlas; se sentía seguro al sentir la gélida precencia de McCormick.

Cerró sus ojos, intentó mantenerse tranquilo, sabía que él rubio le abrazaba por detras, eso le daba más fuerzas pero la silueta siempre aparecía cuando sus parpados caían.

Ella parecía estar tatuada en sus retinas. Su respiración se aceleraba, sabía que tenía que dormir, pero su nariz comenzaba a picar y estaba cerca de sollozar.

El agarre de su amigo se sentía cada vez más frío hasta el punto que se sentía como tener un muerto detrás, las manos fueron a sus orejas y tuvo que abrir sus ojos, el cielo se veia más gris y oscuro, no quería girar y mirar atrás. Era más que obvio que el inmortal ya no era quien le apretaba las orejas. No quería girar la cabeza, no quería mirar, la voz, la voz de ella, la mujer que alguna vez fue su madre le hacía temblar y respirar como loco.

Eric comenzaba a llorar como loco, las sabanas se llenaban de lagrimas y sudor. Las manos le comenzaban a arrancar las orejas y Eric solo gritaba de dolor, pero no se hiba a girar, no debía...

Las manos tomaron su barbilla y voltearon su cabeza.

Cuando vió la silueta, que ahora podía distinguir como el cadaver pálido de su madre, lleno de moscas a su alrededor, ratas y otros bichos hambrientos; chilló a todo pulmón, chilló y lloro apretando sus orejas, cerró sus ojos y cuando estaba por arrancarse la orejas, sintío una cachetada en la cara.

Abrío los ojos y su amigo estaba ahí, cuando quito sus manos de su fuerte agarre se acurrucó junto a él mientras el rubio masajeaba sus orejas suavemente, siguió sollozando susurrando que quería a su mama, que quería a su mami.

☆

Maybe if I knew all of them well
I wouldn't have been trapped inside this hell that holds me
Maybe if I casted out a spell
Or told them decorations were in pastel ribbons.