8: Blue Lock; el comienzo de nuevos recuerdos

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Y así es como Nagi empezó a ganar partidos consecutivamente junto a Reo, llamando la atención de la prensa, quienes les dedicaban portadas y titulares llamativos sobre cómo estos eran los jugadores invictos y los mejores de la preparatoria Hakuho. 

Ellos dos eran un dúo muy peculiar, y para muchos era muy raro verlos juntos. Sabían que siempre lo estaban porque jugaban fútbol, pero aún se les hacía extraño que alguien como Reo se juntará con alguien como Nagi, y era una opinión bastante frecuente entre las chicas.

—¡Ah! —chilló Nagi levemente por la sorpresa, y escuchó un ruido virtual de muerte en su celular mientras sus ojos estaban tapados por las puntas de los zapatos nuevos que Reo le habia comprado—. Morí...

Desde que comenzaron a jugar fútbol los dos pasaban mucho tiempo juntos. Comían juntos, entrenaban juntos y se iban de la escuela en bicicleta juntos, y aunque Nagi estaba acostumbrado a estar solo, no se le hacía molesto pasar tiempo con Reo. Él fue la única persona que le habló y que vio más allá de una persona perezosa, y eso le seguía sorprendiendo un poco porque no lo entendía. Solo tenía claro que él y Reo eran amigos, y que desde que empezó a jugar fútbol con él no ha vuelto a pensar o a recordar nada que haya ocurrido en el pasado. Todo estaba bien con Reo... aunque lo forzará a entrenar hasta morir.

—Nagi, solo queda una vuelta —dijo Reo, viendo a Nagi tumbado en el pasto completamente cansado.

—Ya no puedo más... Estoy demasiado cansado como para caminar... —dijo Nagi, fatigado y agotado.

—Solo es una vuelta más.

—Piernas rotas... Células muertas... Corazón parado... —contestó, con una mirada cansada y su rostro brillando en sudor bajo  un cielo anaranjado, pues el sol se estaba ocultando poco a poco para dar fin a ese día.

—Entonces eres un zombie.

—Nagi, el caminante muerto —replicó.

Reo suspiró.

—Supongo que es inevitable.

Reo, sin más, regresó con Nagi y lo cargó como pudo sobre su espalda.

—Limusina Reo... que alivio...

—Sí, como sea. Has trabajo duro hoy, es momento de parar —dijo, y comenzó a caminar sosteniendo a Nagi de las piernas, dirigiéndose a la entrada de la escuela.

Entonces, la duda volvió a entrar en Nagi. Trataba de ignorar esa pregunta desde un principio, pero está vez no lo pudo evitar.

—Eres raro, Reo.

—¿Qué quieres decir con eso? —preguntó extrañado.

—Se me hace raro que toleres estar conmigo.

Reo rio.

—Puedo tolerarte perfectamente —dijo—. Además... Es divertido estar contigo.

Nagi, pese a mostrar una cara tranquila, se sorprendió un poco.

—Tú..., ¿Estás empezando a divertirte conmigo también? —preguntó Reo, mirándolo de soslayo.

Nagi pensó un poco.

—En realidad yo no quiero jugar fútbol, pero estar contigo no es un fastidio. Así que está bien.

Al escuchar la frase final de Nagi, Reo suspiró cansado.

—Al menos dime que te divertiste.

Y así repitieron la misma rutina al día siguiente, y ya estaba comenzando a oscurecer de nuevo. Nagi se encontraba cansado y Reo seguía motivado con el entrenamiento. 

Detrás del egoísmo || Blue Lock || Nagi x IsagiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora