Un talon y su asesino [birdflash]

Nuevo hogar, nueva vida

Mierda, mierda, mierda

Esa era la únicas palabras que podían describir el estado de un m̶u̶y̶  nervioso Wally West

Habían pasado los días desde aquel encuentro, y ahora, sentado en un paradero en una sombría tarde de Ghotam, faltando solo unas horas para llegar al lugar del encuentro, su mente traicionera lo estaba haciendo pensar en lo que podría suceder estando en el lugar.

No sabía cómo sentirse al respecto de todo esto, por un lado su parte más racional le decía que no podía echarse para atrás, después de todo el estaba dispuesto a dar su vida por la hija y nieto del demonio.

Pero por otra parte, estaba su lado más primitivo, sus instintos, los cuales le alertaban del peligro que conllevaría estar cerca de un talon a solas, y mierda, no es como si él no pudiera protegerse a sí mismo, pero por el amor a Superman, era un Talon, un ser creado y educado para ser letal con cada ser de su cuerpo, para ser tan leal como un títere a la corte.

Wally seguramente habría bromeado consigo mismo sobre convertirse en compañero de una máquina así en el pasado, pero ahora, oh a todo lo santo, estaba realmente jodido.

Así que sí, él estaba muy nervioso.

Su pie empezó a hacer un golpeteo irregular, haciendo que la suela de sus viejos zapatos deportivos se empezarán a consumir lentamente bajo la deprimente calor ghotamita, y cuando hacía calor en Ghotam no era realmente más que un suave toque de lo que en realidad debería ser un día normal en pleno verano, casi no le hacía justicia a la temporada en la que estaban.

Apenas y llevaba algo de ropa gruesa, siendo un chaleco delgado negro junto a un pantalón holgado café siendo lo único que lo protegía del frío, además de la obvia camiseta azul.

Ahora que lo pensaba, seguramente debería de haber traído ropa más abrigada para pasar estos meses, después de todo, Ghotam no era una ciudad muy calurosa que digamos, diablos, hasta pareciera que estaban en primavera en vez de verano.

Aunque realmente no hacía tanto frío, realmente el frío venía más del viento que de otra cosa, sí, el viento siempre había sido el causante del frío en Ghotam ahora que lo notaba, y eso iba a ser un posible problema, después de todo no es como que tuviera mucha ropa gruesa, todo gracias a sus constantes viajes por zonas tropicales, ahora seguramente debería de ver cómo se las arreglaría.

Una mano apoyada ligeramente en su hombro se hizo presente en medio de sus triviales pensamientos, Wally se sobresalto, saliendo de sus pensamientos con éxito y dirigiera su mirada a la mujer que tenía a su izquierda.

— Concéntrate. — ordenó duramente la mujer vestida con un abrigo verde grueso.

La miro unos segundos para luego asentir y enderezarse, diablos, ¿En que estaba pensando para distraerse así? No debería de perder su profesionalismo en momentos así, especialmente en estos momentos.

La mano que aún seguía en su hombro se apretó levemente mientras la misma mujer volvia a hablar, esta vez con un tono más suave.

— Wally, mirame. —

Wally sin pensarlo siguió la orden, mirándola directamente a los ojos.

Talia tomo una respiración profunda, seguramente para volver a hablar, pero antes de que pudiera decir algo un autobús relativamente lleno llegó al frente suyo, abriendo sus puertas, haciendo que el pequeño grupo de 5 que estaban en la parada empezarán a entrar a este.

Una vez pagado el pasaje, ambos se sentaron juntos en los últimos asientos del fondo, en silencio durante unos segundos, Wally había creído que hasta ahí habría llegado la "conversación" pero no fue hasta que Talia hablo que el silencio se rompió.