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     La sala completamente vacía, limpia y ordenada indicaba la clara ausencia de los chicos en casa. Los pasos de Eugene la recorrían de un lado a otro con nerviosismo mientras miraba la pantalla del televisor, esperando a que los chicos pronto aparecieran en la transmisión de YouTube con su llegada al aeropuerto.

      Habían pasado todos esos meses dedicándose al estudio al cien por ciento, algunos días a la semana se encontraba con su mánager que le habían contratado hace poco para estar pendiente de ella y de casa. También hablaba con Ni-ki todos los días por la noche para hablar sobre su día, Ni-ki era muy atento y cariñoso, pero a ella le costaba un poco todavía hacerse la idea. Sin embargo, todos los días hacían la cuenta regresiva de cuanto quedaba para verse nuevamente, hasta que el día por fin había llegado.

      Por fin, el ruido del televisor aumentó debido a que los periodistas y camarógrafos corrieron a capturar a los recién llegados, por fin estaban en casa. Eugene vio atentamente la pantalla, su corazón se aceleró al ver a los chicos. Había esperado tanto y ahora parecía que el tiempo se realentizaba por lo que su mejor opción para acelerar el tiempo fue cocinar, no se le había ocurrido antes solo por los nervios. La mejor bienvenida para los chicos sería con algo para comer, así que se decidió por un pequeño pastel en el cual hace poco se había especializado en su semestre de la universidad y un poco del refrescante Bingsu de verano. Fue así como terminó ambas recetas y los chicos aún no aparecían por la puerta. El paseo por la sala continuó pero por poco tiempo debido a que de pronto la puerta se abrió dejando ver al mánager de los chicos seguido por Heeseung y el resto de los miembros. Tuvo que controlar sus impulsos de lanzarse a abrazar a Ni-ki en cuanto lo vio. Ni el mánager ni nadie de la empresa sabía nada de su pequeño romance a distancia, ni mucho menos lo podían saber tan repentinamente ahora que los chicos habían llegado a casa.

      Vio a Ni-ki apretar sus labios para reprimir una sonrisa. Las manos de Eugene picaban de desesperación.

— ¿Cocinaste algo? Huele muy bien — la voz de Jay preguntó mientras entraba por la puerta.

— ¡Oh! Huelo a algo dulce — le siguió Sunoo alegremente al entrar.

— Bienvenidos chicos — Eugene hizo una reverencia de 90 grados, y así mismo a su mánager - gracias por traerlos a salvo.

— Bien ya están en casa, tienen dos días de descanso antes de retomar su agenda para el concierto de Seúl — dejó saber su mánager. — nos vemos pronto, ya saben que me deben llamar para lo que sea.

      Una vez que el hombre se retiró y la puerta se cerró tras ellos el silencio inundó la casa con mucha curiosidad de lo que iba a pasar a continuación. Eugene sonrió y abrió sus brazos, a lo que Jake lo hizo igualmente para acercarse a ella y abrazarla, pero en lugar de recibir un abrazo de su hermana, vio a Eugene correr a los brazos de Ni-ki.

— De modo que ya he sido reemplazado — bufó Jake, bajando sus brazos.

      Todos miraban la escena divertidos pero con extrañeza, ninguno se acostumbraba todavía a la idea de que Eugene fuera cariñosa, ni mucho menos con Ni-ki.

— Ah, estoy celoso — comentó Jay mientras se dirigía a la habitación para dejar sus maletas.

      Jungwon lo siguió mientras se reía pasando un brazo por su espalda en el camino. Todos hicieron lo mismo excepto Ni-ki que aún tenía a Eugene pegada a su pecho.

— ¿Quieres salir para hablar? — preguntó Ni-ki en un murmullo.

— Dame un segundo — respondió separándose y dirigiéndose hacia la cocina.

      De allí llevó hasta la mesa de la sala la fuente de Bingsu y luego el pastel.

— Chicos, hice pastel y Bingsu para que coman si tienen hambre — informó Eugene.

𝟣𝟢 𝖬𝗈𝗇𝗍𝗁𝗌  ›  𝙣𝙞-𝙠𝙞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora