Guerra de corazones.

Capitulo 12-Me gustas tú.

POV HARRY

Fui hasta el aula de la primera clase de las últimas tres que nos faltaban. Y cómo supuse ahí estaba Estef, en su asiento, cómo todavía no llegaban todos lo de la clase, fui a sentarme en un lugar vacío al lado de ella.

Dejé mi mochila en el piso y me acomodé en mi lugar. Los profesores nos habían dicho que el lugar que eligiéramos el primer día ese sería nuestro lugar por toda la carrera, así que Estef me hablaba o me hablaba, no había de otra.

Dirigí mi mirada hacia ella y le sonreí en el momento que volteó. Lo único que obtuve es que me rodara los ojos. Eso fue gracioso, pero si quería seguir vivo sería mejor que no riera, así que comprimí la risa y la guardé muy dentro de mi caja toraxica para cuando en realidad fuera necesario.

Así que si no me sonreía, al menos le sacaría un insulto.

—Esteffi...—seguro, a partir de hoy le diría así.

—¿Qué quieres pedazo de idiota?

Y cómo lo había pensado, ahí estaba, el insulto de la chica rubia más odiada del instituto.

No le contesté y me senté correctamente cruzado de pies (masculinamente,claro) y brazos cruzados. Mientras, veía cómo se llenaba el aula, analizando a todos los compañeros con los que estaría cuatro o tres años y medio.

Espero y el tiempo se pase rápido, porque quiero terminar lo más rápido posible.

Así pasaron las otras dos clases, nunca pensé que esto de derecho estaba tan relacionado con la sociedad, económia e historia, pensaba que todo sería política y más política. Pero no...

Tenía que buscar a Zayn para inscribirnos a lo de los equipos; aún no sabía si quería fútbol o basquetbool, pienso que el basquetbool era para enanos, así que no lo necestiba; mi gran tamaño de las dos partes no lo necesitaba.

Yo era esa clase de chicos que tenían pensamientos pervertidos pero preferían no divulgarlos como cualquier otro hombre. Quería ser caballeroso y todo lo que una mujer quería, no tanto por querer conseguir una novia ni mucho menos, sino, porque había crecido con dos mujeres bipolares y locas, y se qué su reacción sólo sería "¡Ay, guacala!, que cerdo" Cuando creo que hasta ellas tienen peores pensamientos que nosotros.

Cuando encontré a Zayn lo golpeé por la espalda y me colgué en el.

—¡Malik! ¿Iremos?

—Vamos Stilos.

—¿Stilos?—alce una ceja en forma de horror.

—Sí, vamos, se están agotando las inscripciones, pero le dije a mi padre que apartara dos lugares en Futbol, uno de defensa y otro de delantero.

—Bien, quiero el de delantero.

—Pero sí había elegido el de delantero para mi.—El moreno soltó un suspiro de frustración.

—Es que nunca he servido cómo defensa. Y tú sí.—Sonreí sarcásticamente enseñando mis dientes.

—Bien, haré el intento.

Fuimos hasta la dirección y tocamos la puerta, pasamos y nos sentamos en las dos sillas en frente del escritorio del director.

—¿Qué desean chicos?—El director cruzo sus manos y se recargó en su silla que gira.

—Bueno, mi padre le pidió dos lugares para el equipo de fútbol, ¿no?

—Los dos últimos que quedan.—Dijo revisando su carpeta.

—Es uno de delantero y otro cómo defensa, ¿no es así?—Pregunté frunciendo el ceño.

—Sí. Díganme, ¿quién ocupará qué lugar?