Guerra de corazones.

Capitulo 3

Entramos a la clase de historia, por cierto, la más aburrida de todas. El día se pasó bastante rápido, a cada clase que asistíamos con el tal Harry, clase que lo presentaban. No sabía cómo había ingresado con tal facilidad a Houston University si era lo más difícil de este mundo. Mi celular volvió a vibrar, ‘Mensaje de Jimmy’

>Te tengo la mercancía que quieres, ¿puedes venir?

>¿¡Eserio!? ¡SABES CUÁNTO TIEMPO LLEVO ESPERANDO ESTO.

>Sí, anda, ven.

>Te amoooo, bueno, no, eres un estúpido.

>Gracias, linda. *Emoticono de beso*

Guardé mi celular en mi bolso, y antes de llegar al auto de mi hermano, fui a buscar a Allice, supuse que estaba en los sanitarios, ya que cada que las clases finalizaban iba al baño que a arreglarse. Cuando entré estaba ahí, con Lucy.

—Allice, llévame a la casa de tus hermanos, por favor.-supliqué desesperada.

—Claro, espera un momento.-contestó mirándose al espejo delineándose los ojos.

—Por favor, necesito que mi hermano no vea que voy contigo.

—¿Por qué?

—Como si no supieras.-rodé los ojos.

—Bien vámonos.

—Lucy, ¿podrías decirle a mi hermano que iré a comer a casa de Allice, por favor?

—Que pesada, yo le digo, pero también quiero de lo que comprarás o no hay trato.-Me señaló.

—Sabes que sí.-Jale a Allice del brazo y corrimos hasta su auto.

Llegamos a la “casa” de sus hermanos si es que se le puede llamar casa a esa cosa tan pequeña en el barrio más desagradable de la ciudad. Piqué a la puerta. John abrió al instante.

 —Guau, ¿y tú que haces aquí, loca?

—¡Quítate!-Lo empujé.-¿Esta tu hermano?

— Sí, en su habitación.

— Bien, gracias.-Entre a la “habitación” de Jimmy.-Que desorden.

—Es mi cuarto, no el tuyo, loca.

—¿Qué les ha dado a ustedes por decirme loca?-Fruncí el ceño.

—Es que, lo eres, por dios, mírate.

—Cállate, estúpido.-Golpeé su hombro-¿Tienes lo que te pedí?

—Sí, ten.-Me extendió 3 sobres de heroína.

—¿Y lo demás? ¡Falta, estúpido!

—Espera, espera, no traje cocaína esta vez, traje algo mejor.-Sacó una caja debajo de su cama.

—¡Date prisa!-Grité.

—Pero no estás loca.

—No lo estoy, pesado, estoy desesperada.-Froté mis manos.

—¿Por qué?-Alzó una ceja.

—Me encantas cuando haces eso, no lo hagas, idiota. Es porque no me drogo desde hace un mes, porque a alguien no se le había ocurrido traer mercancía.-Dije cambiando mi voz a una muy estúpida.

—¿Así que te encanto cuando hago eso?-Alzó la ceja izquierda y torció la boca en una sonrisa de lado.

—Que pesado, ya, vamos, dame de lo nuevo.

—Se llama Cristal Azul, dicen que tiene mejores efectos, tendrías que comprobarlo, sólo que es más cara. Las alucinaciones duran un poco más, y te hace más feliz durante más tiempo, ¿qué loco, no?

—Sí, sí, sólo damelo y ya.

—Bien, pero consumela en cantidades pequñas, ya que te podría dar una sobredosis y te podrías quedar en el viaje.-Hizo comilas con los dedos.

—Lo tomaré en cuenta, dame 5.

—No vendrás en meses, entonces.-Me dio los 5 sobres del Cristal azu., los guardé junto a la heroína y saqué la cartera de mi bolso.

—¿Cuánto será?

—$5500 dólares.

—¿Estás loco?-Alcé una ceja.

— Te ves sexy haciendo eso.-Mordió su labio, jodido Jimmy.-Y no, no estoy loco.

—Bien, ten.-Le pagué y salí.

 Cuándo abrí la puerta me di cuenta de que había golpeado a alguien con esta, ay, no puede ser.

 —Perdón, perdón.-Exclame agachándome.

—No hay problema.-Exclamó el joven sobando su cién con los ojos cerrados y el ceño fruncido.

—¿¡HARRY¡?-Grité.-Tú y yo nos encontramos hasta en la sopa.

—Así es Estefania.

—¿Cómo sabes mi nombre? No me digas Estefania.

—Estoy en clases contigo, listas de asistencia.-levantó una ceja, qué maña de los hombres para hacer eso cuando hablan con ironía, vaya que son estúpidos.

—Bien, abre paso, necesito irme.

—Esta bien.-Se hizo a un lado.-¿Pero que hace una chica tan millonaria en un barrio como este?

—No es tu problema, Styles.-Subí al auto con Allice.

  POV HARRY

¿Qué habrá estado haciendo esta chica en un barrio como este saliendo de la casa de John y Jimmy? ¿Se estará drogando? No lo creo, se ve como niña buena, así que descartaré esa parte. Llegué a casa y mi madre no estaba, no tenía tarea, eso era genial, así que comencé a repasar los apuntes de historia, era lo que menos se me pegaba, así que tenía que hacer un esfuerzo por tener buenas calificaciones en esa materia.

En dos meses empezaríamos a elegir las carreras que queríamos impartir, así que dejaré las clases que tengo ahora y tomaré otras, comencé a leer el folleto que nos había dado el subdirector y comencé a leerlo, al principio de la universidad me interesaba la medicina, comencé a leer datos sobre esta y duraba 6 años la carrera de medicina general, más el año de servicio 7, la especialidad que quiero otros 5, ¡12 años! Por dios, descartada.

Ciencias de la comunicación, no. Contabilidad, soy bueno para las matemáticas, pero no, aburrido. Seguía ojeando el libreto ¡DERECHO! Así es, es algo por lo que me he interesado siempre desde que tengo memoria a parte de la medicina, la carrera es más corta, sí, es perfecto. Sólo que había diferentes tipos de derecho. Después veré eso, ya eran las cinco y tenía que ir a la panadería, tomé mis llaves y vi a mi abuela y mi madre en la cocina.

 —Hola mami, hola abue.

—¿A dónde vas, hijo?-Preguntó mi madre.

—A trabajar, ya empieza mi turno.

—Bien, ve con cuidado, ¿regresas antes de la cena o después?-Preguntó mi abuela.

—Antes, abuela, hasta al rato.-Fui a donde estaban y me despedí de ellas con un beso.

 Ya habían pasado 3 años y aún no podía superar lo que había pasado, que joda, tenía unas ganas inmensas de llorar, pero me resistí. Tenía que llegar bien a la panadería o sino comenzarían a hacer preguntas que fastidian. Cuando entré Niall estaba detrás del mostrador.

 —Quítate, Niall, me toca.

—Déjame Harry, te cubro.

—¿Enserio? ¿Por qué? Ve a tu casa.

—Mis padres no están, así que me quedaré aquí.

— ¿En dónde se encuentran, entonces?

—Fueron a Irlanda, mi abuela les pago el viaje, no regresarán en un mes y me aburro en mi casa.

— Consíguete una novia, viejo, así no te aburrirás y dejarás de ser el pajero que eres.

 —No soy pajero.-Rio y después frunció el ceño.-Manuela es mi novia, tengo que informarte.-Reímos al mismo tiempo.